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| El vicepresidente Angelino Garzón junto al presidente Juan Manuel Santos y el Ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde |
Discusión se realizó en Bogotá
Medidas para "fortalecer" el agro
12 Sep 2013
La primera reunión del Pacto Nacional por el Agro y el Desarrollo Rural no tuvo presencia representativa de campesinos. Gobierno dinamiza comercio con Venezuela, país que en un primer pedido comprará US$600 millones.
Por: Natalia Herrera Durán
Por: Natalia Herrera Durán
Muy pocas ruanas se vieron ayer en la primera reunión del Pacto Nacional por el Agro y el Desarrollo Rural que convocó el Gobierno, después de la tempestad política y social que desató el paro campesino. Este proceso empezó con una profunda desconfianza por parte de muchos líderes labriegos, como lo reconoció el mismo ministro del Interior, Aurelio Iragorri, cuando intentaba resumir el espíritu de las intervenciones hechas en la primera parte de la jornada. Sin embargo, al cierre del encuentro, el presidente Juan Manuel Santos anunció la firma de un paquete de decretos que responderían a algunas de las necesidades planteadas.
Aun así el escepticismo de los representantes campesinos que asistieron al pacto fue generalizado. Fue el caso de Augusto Márquez, presidente de Isochicamocha, una asociación de más de 10 mil productores de Boyacá —donde el 90% son minifundistas—, para quien este evento estaba centrado en encontrarles salidas a los gremios, federaciones e importadores del agro. “No negamos que ellos forman parte del agro colombiano, pero queremos que el Gobierno les dé soluciones a los productores de base, quienes se parten el lomo para sacar adelante los cultivos y son los más damnificados”, dijo.
Otro líder agrario, Héctor Centeno, aseguró que la política agraria no se está construyendo desde la ruralidad. “Nunca nos han tenido en cuenta, ¿o nos llamaron a negociar los tratados de libre comercio? No, esos los negociaron con la SAC, los gremios y las federaciones sin tenernos en cuenta. Por eso, el paro nacional agropecuario sigue vivo porque se han incumplido los acuerdos”, afirmó Centeno.
Para Orlando Bernal, representante labriego del Huila, el Gobierno debe establecer la hoja de ruta para los campesinos con los campesinos, por lo menos para que se tengan las mismas condiciones e igualdad en los costos de producción que tienen con quienes compiten. De lo mismo se queja Luis Humberto Cuaspud, representante del Movimiento de Autoridades Indígenas, quien cree que este pacto no es garantía de que el Gobierno pueda ofrecer nuevas alternativas para el agro. “Aquí estamos de oidores mas de un discurso sin rumbo y sin perspectiva, que no tiene participación de quienes trabajamos la tierra”.
Las inquietudes sobre la legitimidad de este pacto no sólo se las plantearon los campesinos que fueron o dejaron de asistir a la jornada, como Dignidad Papera o la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular (MIA). El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, fue incisivo en preguntar si este pacto busca una política campesina o quiere consolidar a los empresarios y latifundistas del país.
El Gobierno respondió a las críticas diciendo que los resultados del Pacto Nacional por el Agro serán condensados en un proyecto de ley que será presentado en el Congreso. Además, el ministro Iragorri anunció que de esta discusión saldrá un plan de choque para atender la crisis del campo y de los campesinos “para que no sigan en situación de pobreza y abandono”.
Cara y sello
Con sentimientos encontrados, de gerentes de federaciones que consideraron que el pacto agrario fue trascendental y campesinos que lo rechazaron por creer que no representaba sus intereses, terminó este evento. En el fondo, la petición era que la voluntad política que muestran los gobernantes nacionales no se quede en el papel.
Además de los ministros y funcionarios del Gobierno, de los gerentes de federaciones y gremios, en este lanzamiento sobresalieron rostros como el de Alejandro Suárez, un vocero campesino que formó parte de la segunda generación de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, que en los años 70 se organizaron para materializar reformas profundas sobre el uso de la tierra. Cuarenta años después el panorama del agro es quizá más crítico que antes. Por eso es tan diciente que Suárez haya vuelto a tomar el micrófono para insistir en que no se puede hablar de paz sin que se resuelvan los problemas del campo.
Por: Natalia Herrera Durán
Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/politica/pacto-agrario-sin-rua...
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Aun así el escepticismo de los representantes campesinos que asistieron al pacto fue generalizado. Fue el caso de Augusto Márquez, presidente de Isochicamocha, una asociación de más de 10 mil productores de Boyacá —donde el 90% son minifundistas—, para quien este evento estaba centrado en encontrarles salidas a los gremios, federaciones e importadores del agro. “No negamos que ellos forman parte del agro colombiano, pero queremos que el Gobierno les dé soluciones a los productores de base, quienes se parten el lomo para sacar adelante los cultivos y son los más damnificados”, dijo.
Otro líder agrario, Héctor Centeno, aseguró que la política agraria no se está construyendo desde la ruralidad. “Nunca nos han tenido en cuenta, ¿o nos llamaron a negociar los tratados de libre comercio? No, esos los negociaron con la SAC, los gremios y las federaciones sin tenernos en cuenta. Por eso, el paro nacional agropecuario sigue vivo porque se han incumplido los acuerdos”, afirmó Centeno.
Para Orlando Bernal, representante labriego del Huila, el Gobierno debe establecer la hoja de ruta para los campesinos con los campesinos, por lo menos para que se tengan las mismas condiciones e igualdad en los costos de producción que tienen con quienes compiten. De lo mismo se queja Luis Humberto Cuaspud, representante del Movimiento de Autoridades Indígenas, quien cree que este pacto no es garantía de que el Gobierno pueda ofrecer nuevas alternativas para el agro. “Aquí estamos de oidores mas de un discurso sin rumbo y sin perspectiva, que no tiene participación de quienes trabajamos la tierra”.
Las inquietudes sobre la legitimidad de este pacto no sólo se las plantearon los campesinos que fueron o dejaron de asistir a la jornada, como Dignidad Papera o la Mesa Nacional Agropecuaria y Popular (MIA). El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, fue incisivo en preguntar si este pacto busca una política campesina o quiere consolidar a los empresarios y latifundistas del país.
El Gobierno respondió a las críticas diciendo que los resultados del Pacto Nacional por el Agro serán condensados en un proyecto de ley que será presentado en el Congreso. Además, el ministro Iragorri anunció que de esta discusión saldrá un plan de choque para atender la crisis del campo y de los campesinos “para que no sigan en situación de pobreza y abandono”.
Cara y sello
Con sentimientos encontrados, de gerentes de federaciones que consideraron que el pacto agrario fue trascendental y campesinos que lo rechazaron por creer que no representaba sus intereses, terminó este evento. En el fondo, la petición era que la voluntad política que muestran los gobernantes nacionales no se quede en el papel.
Además de los ministros y funcionarios del Gobierno, de los gerentes de federaciones y gremios, en este lanzamiento sobresalieron rostros como el de Alejandro Suárez, un vocero campesino que formó parte de la segunda generación de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, que en los años 70 se organizaron para materializar reformas profundas sobre el uso de la tierra. Cuarenta años después el panorama del agro es quizá más crítico que antes. Por eso es tan diciente que Suárez haya vuelto a tomar el micrófono para insistir en que no se puede hablar de paz sin que se resuelvan los problemas del campo.
Por: Natalia Herrera Durán
Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/politica/pacto-agrario-sin-rua...
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Video muestra a MinAgricultura discutiendo con cultivadores
Click para ver: http://www.noticiasrcn.com/nacional-pais/video-muestra-minagricultu...
País - Septiembre 15 de 2013, 1:46 pm
La grabación suma elementos al debate que algunos sectores plantean en torno al nuevo Ministro de Agricultura.
El video muestra al recién posesionado ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, en una acalorada discusión con cultivadores cuando era gerente de Indupalma.
El ministro se refirió a las imágenes y dijo que quienes debatían con él son un periodista y un abogado que manipularon a campesinos. Aseguró que sus relaciones con los palmicultores son buenas, y que los inconformes con él son pocos. Sin embargo, anunció que se declarará impedido en temas de Indulpalma.
La grabación es del 23 de noviembre de 2012.
Los campesinos, dueños de pequeñas parcelas en el Magdalena Medio santandereano, piden nuevas condiciones de un contrato de asociación porque, según dicen, desde que en sus tierras se cultiva la palma de aceite, con la operación logística de Indupalma, están aguantando hambre.
El representante de Indupalma fija su posición en dos puntos: primero les propuso solicitar nuevos créditos, y segundo trabajar en sus propias tierras a cambio de un pago.
Los campesinos, que ya tenían doble hipoteca sobre sus fincas, protestaron. La discusión entre el líder y el ministro subió de tono.
Ese día se rompió la relación entre Indupalma y los campesinos, que había iniciado en 2007 cuando ambas partes firmaron el convenio de asociación.
"El trato del doctor Lizarralde a esos llamados socios no es propiamente el más igualitario ni el más democrático que digamos", afirma el senador del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo.
Este video es tomado como un ejemplo de la difícil relación del recién llegado ministro con pequeños campesinos de Santander y sur del Cesar, cultivadores de palma.
"No solamente se explota el trabajo y la renta campesina, que coloca la tierra como el principal costo en la agricultura, sino que además, fuera de esa explotación, va acompañado de malos tratos y malas maneras que no son propios de un negociante y mucho menos de un ministro de Agricultura", señaló el analista Aurelio Suárez.
El ministro de Agricultura se refirió a la grabación. Dijo que los dos productores agropecuarios que discuten con él son un periodista y un abogado.
"Estos son proyectos donde la mayoría de las personas son campesinos, pero hay unas pocas que no lo son, y en esa reunión estas personas, lamentablemente, estaban manejando verdades a medias, estaban desinformando a los campesinos", aseguró Lizarralde.
Y habla de su relación con los palmicultores.
"En general es extraordinaria", asegura.
Pero anuncia que, como ministro, se declara impedido en temas relacionados con Induplama.
"En principio me voy a declarar impedido en todos los temas que tengan que ver con Indupalma, me voy a declarar impedido en todos los temas que tengan que ver con Inducaucho y en el consejo de ministros se estará evaluando si me debo declarar impedido en todos los temas de palmas", agregó Lizarralde.
Después del día de la grabación los campesinos dejaron de entregarle semillas a Induplama, la compañía los denunció y el caso está en la Fiscalía.
¿Cómo es el convenio que molesta a los palmicultores?
Noticias RCN visitó la zona donde están ubicadas las tierras de campesinos y productores que firmaron convenios con Indupalma. Hay muchas voces que aseguran que el modelo que ideó el hoy ministro Lizarralde los llevó a la quiebra.
El nombramiento del nuevo ministro de Agricultura generó división, sobre todo en el Magdalena Medio santandereano.
En esa zona, hasta 2007 las tierras se destinaban al arroz y la ganadería, pero con la llegada de la propuesta de Indulpalama la mayor parte de los terrenos pasó al cultivo de palma de aceite.
El video institucional del proyecto se puede consultar en las redes. Fue publicado el año pasado.
Por lo menos la mitad de los 39 proyectos que hace 6 años campesinos dueños de tierra del Magdalena Medio santandereano y del sur del Cesar firmaron con Indupalma en proyectos asociativos están en quiebra.
"Con ese proyecto que dijeron era para los pobres y resulta que de pobres salimos para limosneros. Tenía una hija en la universidad y me tocó sacarla porque no hubo plata para eso", dice Juan Crisóstomo Mesa, cultivador de palma.
"Asaltaron la buena fe del campesino, porque es que el negocio de la palma no está en la venta del fruto. El campesino vende barato pero compra caro", asegura Hugo Criado Pacheco, cultivador de palma.
"Uno entiende que en este tipo de proyectos y en este tipo de situaciones se presenten también este tipo de cosas, pero lo importante es mirar si es el 50% el que está aburrido, si es el 60% o si es el 5 o 3 % de la gente que participa del proyecto", dijo el ministro Lizarralde en referencia a la posición de los campesinos.
La discusión en torno al nuevo ministro de Agricultura y el hecho de que tuviera un pasado en la dirigencia de Indupalma generó un debate político. Contradictores del Gobierno y del nuevo ministro, hablan de su inhabilidad.
"Un ministro nombrado a mala hora, cuando se habla de un pacto agropecuario, para salvar precisamente a 2 millones de productores", agregó Aurelio Suárez.
El presidente Santos, el lunes pasado, dijo que su experiencia es, precisamente, una garantía.
"Con su experiencia va a salir adelante, sobre todo que va a liderar ese gran pacto agrario que nos va a permitir tener una política agraria después de mucho tiempo", afirmó Santos.
NoticiasRCN.com
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