Cerca de 2,7 millones de niñas ya empezaron el esquema
de vacunación contra el virus.
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La resistencia de los padres de familia y estudiantes de seis colegios de Usaquén a permitir la aplicación de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) puso en alerta al Ministerio de Salud, que salió en defensa de la efectividad y seguridad de este biológico.
Quienes se oponen han hecho eco de denuncias, la mayoría de ellas de organizaciones internacionales, que insisten en relacionar la inoculación de este biológico con la ocurrencia de eventos adversos como desmayos, tromboembolismo venoso, síndrome de Guillain-Barré, accidentes cerebrovasculares y reacciones alérgicas leves y severas (anafilaxia).
En los seis planteles de Usaquén la campaña está detenida porque este año no se ha permitido el ingreso de los grupos de vacunadores.
De acuerdo con el médico pediatra y coordinador del Programa Ampliado de Inmunizaciones del Ministerio, Diego Alejandro García Londoño, no hay evidencia científica detrás de los cuestionamientos a la vacuna.
Respecto a los miedos manifestados por la gente, Raúl Murillo, director del Instituto Nacional de Cancerología, advirtió que la vacuna no representa riesgos mayores para las niñas y es la medida más efectiva para la prevención del cáncer de cuello uterino. “El beneficio es, de lejos, mayor y más certero que la posibilidad de tener un evento adverso”, aseguró.
Cerca de 2,7 millones de niñas ya empezaron el esquema de vacunación contra VPH (que incluye tres dosis), pero 1,2 millones no lo han culminado. Otras 100.000 no lo han empezado.
La inmunización está dirigida a todas las niñas escolarizadas de cuarto grado de básica primaria (que hayan cumplido 9 años) hasta grado once, y las no escolarizadas entre 9 y 17 años de edad, con el fin de disminuir la morbilidad y mortalidad por cáncer de cuello uterino. Para garantizarla, el Gobierno invirtió 80 millones de dólares en la compra de cinco millones de dosis.
“Necesitamos terminar la jornada este año. El Gobierno ha hecho unos esfuerzos significativos, tanto económicos como operativos, para alcanzar una de las más altas coberturas de vacunación contra el VPH en el mundo”, dijo el viceministro de Salud, Fernando Ruiz.
Desde el año pasado, Colombia modificó el esquema de vacunación, es decir, la segunda dosis se aplica ahora a los seis meses de la primera, y la tercera, a los sesenta meses. Antes, la segunda dosis era a los dos meses y la tercera, a los seis.
García invitó a los colegios, públicos y privados, a garantizar la gestión de los grupos de vacunadores, “con el objetivo de continuar los esquemas de vacunación contra el VPH en las niñas escolarizadas, que ya iniciaron su esquema”, señaló.
La Organización Mundial de la Salud avala la vacuna
El Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha señalado que la evidencia acumulada sobre la seguridad de esta vacuna es “tranquilizante” y que se está haciendo seguimiento a los posibles efectos adversos en los países donde se ha introducido.
En diciembre del 2013, cuatro años después de la última revisión de la seguridad de las vacunas contra el VPH y con más de 170 millones de dosis distribuidas en el mundo, el GACVS continúa tranquilo con el perfil de seguridad de las vacunas. El Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Cancerología y el Instituto Nacional de Salud vigilarán el reporte de eventos adversos. “Cualquier hallazgo significativo y de relevancia para la salud de las poblaciones o personas será notificado con la debida oportunidad y el Ministerio estará atento a tomar medidas preventivas que correspondan a la situación”, dijo Fernando Ruiz. La jornada de vacunación contra el VPH en el país cuenta con el respaldo de la Sociedad Colombiana de Pediatría, la Federación Colombiana de Ginecología y Obstetricia (Fecolsog) y la Federación Colombiana de Perinatología (Fecopén), aclaró García.
REDACCIÓN SALUD
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