Los eventos naturales de los últimos tiempos han generado una psicosis generalizada que reedita viejas creencias ancestrales que justificarían pensar que el fin de los tiempos de la humanidad está cercano.
Mares embravecidos, cielos que dejan caer su furia, desplazamientos geológicos, anuncios de asteroides rondando la Tierra ¿son acaso señales de que el mundo se acaba?
Para los científicos y psicólogos no es así, aunque comprenden el eje del planteo, aunque lo sitúan más en la falta de información y el avance de las creencias místicas. Desde la ciencia, todos estos fenómenos naturales, aunque separados por poco tiempo de producción no son sino “normales”.
Algunos explican este fenómeno psicológico generalizado por la influencia de los relatos bíblicos que detallan fenómenos como éstos, pero causados por la ira Divina desatada para castigar los pecados de los hombres.
Si la ciencia se empeña en explicar que estas cosas son normales, de dónde entonces la necesidad de buscar una explicación metafísica en lugar de una científica. A pesar del adelanto de la sociedad, sin embargo, se continúa en la lucha del mito contra la razón.
Sería éste un fenómeno social que se explica –entre otras cosas- por la falta de predicción y que hace que los individuos se sientan inermes y desprotegidos y busquen entonces una visión sobrenatural que les explique qué está ocurriendo.
Ocurre, pues, cuando las personas no quieren enfrentar una situación peligrosa y se sienten indefensos, incluso frente a fenómenos predecibles como las tormentas o los tornados; el tema es que se agudizan porque pasan a ser fenómenos sociales.
En suma, cada vez que los sujetos entran en crisis, y no hay una explicación cierta y sencilla a la mano, se echa mano de las religiones, por ejemplo, por la impotencia para resolver la situación.
En parte, la causa de esta suerte de psicosis generalizada está también en la difusión que han tenido los medios de prensa a nivel mundial, ya que la comunicación hace que la información llegue rápidamente y más masificada, y el problema es que esa información sea malentendida, lo que sumado al desconocimiento general, crea el pánico.
¿Por qué en las redes sociales ha explotado esta inquietud sobre el fin de los tiempos? Porque todo el mundo sale a buscar una explicación y lejos de encontrarla sólo hallan las respuestas de otros tan extraviados o más y entonces esto va generando una masa de información sin interpretación científica.
Si de atenerse a la Biblia se trata, a la hora preguntar sobre el momento del fin del mundo, habría que tener en cuenta la respuesta que hay allí: “Sólo el Padre sabe la hora”.
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