sábado, 3 de agosto de 2013

Revélate a la Mente Reptil y conviértete en Ser Humano


Revélate a la Mente Reptil y conviértete en Ser Humano 
Publicado el febrero 15, 2010 por kroupensky

En este podcast nos preguntamos ¿es moral tocar el botón reptil, y manipular al ser humano a través de estimular la parte de nuestra naturaleza que nos convierte en seres irracionales, egoístas, asustados y iracundos, con el fin de que abramos la cartera y consumamos? ¿Cuál es la verdadera responsabilidad del investigador, comunicador y mercadólogo? ¿Somos simplemente mercenarios del conocimiento, que enseñamos al mejor postor a manipular impunemente al consumidor? ¿O somos seres humanos investidos de un fin superior?

Aquí está la liga al podcast.

Transcripción

Pregunta: ¿Que es la mente reptil?

Es el asiento de nuestros instintos más básicos, como el miedo, la ira y la lujuria.
Son los principios de una persona baja y ruin.
Es el lugar perfecto para manipular al consumidor.


Respuesta: De acuerdo a diversas fuentes, la mente reptil puede ser cualquiera de los tres.

Hoy me gustaría hablar de los instintos, de la ciencia de la manipulación del consumidor, y de la responsabilidad del comunicador.

Déjenme empezar por presentarles a Clotaire Rapaille, el célebre psicólogo industrial que está detrás de muchos de las estrategias comerciales de empresas como Procter & Gamble, Nestlé y General Motors. Clotaire, es uno de los promotores de la comercialización a través de la manipulación de la mente reptil.

Él señala: “Es absolutamente crucial para cualquier persona que trabaje en la comunicación –ya sea en periodismo, la tele, los medios o en marketing – si quiere atraer la atención de la gente, debe entender lo que yo denomino el botón reptil (the reptilian hot button). Si no lo conoces y no sabes cómo presionar este botón, tendrá que vértelas con el cortex, y enfrentarte a la ardua labor de manipular al consumidor a través de atributos como precio y otras cosas racionales, que son procesos más caros y menos eficientes.”

¿Exactamente, qué está promoviendo este señor?
Pues, el dice, que si yo puedo tocar el disparador en el cerebro primitivo, entonces yo puedo lograr que el consumidor abra fácilmente su cartera, que es la finalidad del marketing, y el motor que mueve al mundo.

Su diferenciador radica en orientar a la empresa a vender más productos a través de entender el cerebro reptiliano del consumidor. Y a través de estimularlo, engancharlo fácilmente y así evitar tener que pelear con su otro cerebro, donde radica la razón.

Un poco de historia.


De acuerdo a los científicos, nuestra mente esta compuesta de diferentes capas que han ido evolucionando a través del tiempo. Para simplificar nuestra discusión lo limitaremos a dos instancias: la mente reptil y la mente humana.

Anclado a la parte alta de nuestra columna vertebral, en el centro de nuestra cabeza, se encuentra la parte más antigua de nuestro cerebro, la mente reptil. Compuesta por los Ganglios basales que integran la amígdala cerebral, esta es la parte del cerebro que toma control cuando nos enojamos, asustados, excitados, estamos hambrientos o con deseos de venganza. Y es precisamente aquí que se fabrica la dopamina. Aquella substancia extática que usa la naturaleza, para condicionar y manipular a la bestia en cada uno de nosotros.

La parte más moderna de nuestro cerebro, la llamo la parte humana, que es la parte compuesta de la corteza cerebral, o lo que se conoce como la materia gris. Es aquí dónde se dan los grandes pensamientos, la generosidad, la compasión, el habla, la conciencia y el arte.

Es aquí dónde radica nuestra humanidad, que nos constituye en una especie que no únicamente se limita en comer, pelear o huir, y fornicar.

Sin embargo, esta parte humana de nuestro cerebro, en términos evolutivos es muy nueva y cuando es puesta frente a la mente reptil, siempre pierde, porque la mente reptil conlleva la memoria de nuestros instintos más básicos, los que en otros tiempos nos permitieron sobrevivir y multiplicar.

Pero, esos tiempos han quedaron atrás, muy atrás, en la cuevas de nuestros antepasados. Hoy la humanidad ya no requiere más de su estimulación, a través de la manipulación comercial.

Hoy requerimos una revolución del pensamiento. Tomar el paso decisivo y asumir nuestra posición como seres humanos, porque de ello depende la supervivencia de nuestra especie.

De una vez por todas hay que aprender a apaciguar a la mente reptil, para convertirnos en una civilización conectado, propositiva, responsable, exitosa, y feliz.

Y es aquí donde los comunicadores y los mercadólogos tenemos una grave responsabilidad.

Sin duda, Clotaire Rapaille es un hombre brillante, que ha entendido el camino más corto, a que el ser humano abra la cartera. Aquí la pregunta es, ¿es moral tocar el botón reptil, y manipular al ser humano a través de estimular la parte de nuestra naturaleza que nos convierte en seres irracionales, egoístas, asustados y iracundos? ¿Cuál es la verdadera responsabilidad del investigador, comunicador y mercadólogo? ¿Somos simplemente mercenarios del conocimiento, que enseñamos al mejor postor a manipular impunemente al consumidor? ¿O somos seres humanos investidos de un fin superior?

Para concluir, quiero remontarme a Charles Darwin y a su cosmovisión de la evolución de las especies y de la selección natural, que dice que todas las creaturas sobre la tierra tenemos los mismos instintos, que son en esencia la proyección de la mente reptil.

Y tenía razón, simplemente por un pequeño destalle. Que también nosotros somos seres humanos, y aunque hemos evolucionado del reptil, existe en nosotros otra realidad. Una mente capaz de crear la civilización, el arte y la percepción de la unidad, en algo más grande que nosotros, sea esta la naturaleza, Díos o el cosmos.

Lo que es terrible, es que la idea de Darwin se volvió la base de muchos paradigmas perversos, como la suposición de la raza superior, que condujo al nazismo e incluso está latente en la filosofía del capitalismo ultranza, dónde lo único que vale es el crecimiento de la economía, trimestre tras trimestre.

¡No! De eso no se trata. Se trata de propósito. De trabajar por un fin superior al egoísmo.

Un principio humano básico, es que él que tiene la mayor capacidad, también tiene la mayor responsabilidad. Y es a este principio, al que todos estamos llamados.

Si observaremos este principio, no destrozaríamos la naturaleza o abusaríamos de nuestros hermanos y hermanas. Sino que nos convertiríamos en sus custodios, por ser los depositarios de la inteligencia más desarrollada.

Y me llena de alegría, ver que en todas partes, hay un creciente número de seres humanos que nos estamos revelando al reptil. Entendemos que forma parte de nuestra naturaleza. Que es una herencia milenaria que nos sirvió bien. Sin embargo, hoy ha cumplido su propósito y el perpetuarla como cosmovisión, es nefasto. Ha llegado el momento de dejar de arrastrarnos y comportarnos como animales de sangre fría.

Ha llegado el momento de asumir nuestra humanidad y con ella el privilegio de servir. De darnos cuenta de que nuestra vida tiene un propósito trascendente, que le de sentido a nuestra estancia en la tierra.

Este es el regalo de la evolución y de nuestra esencia humana. Un sentido trascendente y nos anima a levantarnos cada día, sabiendo que la vida vale la pena, y que hoy es el día más importante de nuestra vida.


Artículo relacionado de Biblioteca Pléyades:

1 comentario:

  1. EL MUNDO QUIERE MANIPULAR TU MENTE

    Cuando tus ideas son fuertes y están bien an­cladas en vos, nadie puede manipularte. Re­cordar el conocimiento de quiénes somos, nos previene del adormecimiento que el mundo quiere proyectarnos.

    http://psicologia-terapias.blogspot.com.ar/2013/08/el-mundo-quiere-manipular-tu-mente.html#.Uh6BANIz1w4

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