Estados Unidos: Indígenas sufren Racismo, Asimilación y Pobreza
Febrero 2008
Por Brenda Norrell
El racismo sistemático, la asimilación por la fuerza y el apartheid de los indígenas de Estados Unidos ha sido documentado en el Informe general suplementario sobre los indígenas y que el Consejo Internacional de Tratados Indios (CITI) presentará este mes al Comité de Eliminación de Discriminación Racial de la Organización de las Naciones Unidas.
El informe recopila testimonios de individuos y grupos indígenas e incluye información de fuentes muy diversas. Demuestra la existencia de “un sistema de apartheid y asimilación por la fuerza,” y que los indígenas de EEUU son “obligados a vivir en la pobreza y en la indigencia.”
El informe también señala el racismo sistemático, la violación y la abolición de los derechos de tratados indígenas, al igual que la discriminación que existe hacia las naciones indígenas que no han sido reconocidas por el gobierno federal.
Se incluyen estadísticas sobre el desempleo, la violencia en contra de las mujeres y el abuso sexual en las escuelas locales. También se da a conocer la destrucción de los sitios sagrados, el racismo ambiental y las injusticias que se viven en las fronteras.
Además se divulga el alto índice de encarcelamiento de los indígenas de EE.UU. al igual que las sentencias desproporcionadas de las cuales son víctimas.
Alberto Saldamando, Presidente de la junta del Consejo de Tratados Internacionales Indígenas (CITI) y Lenny Foster, indígena Navajo miembro de la junta del CITI, quien ha contribuido al informe con información sobre la libertad de religiones para los prisioneros indígenas en EEUU, presentarán el informe al comité de la ONU en Ginebra.
Western Shoshone y otras organizaciones y naciones indígenas acompañarán a Saldamando y Foster.
Apartheid fronterizo
La sección sobre racismo y apartheid incluye un reporte acerca de las comunidades indígenas que viven en las fronteras.
“Con su pretexto de Seguridad Nacional (Homeland Security) el gobierno de EEUU se ha vuelto cada vez más paranoico y más partidario del aislamiento, de hecho ha adelantado la construcción del muro, una barrera de acero que separará las 700 millas de la frontera EEUU-México. Este muro, al igual que la xenofobia estadounidense, afectan en mayor parte a las comunidades indígenas cuyas tierras están a ambos lados de la frontera,” indica el informe.
El resultado de las políticas de EEUU ha sido la muerte de muchos inmigrantes indocumentados, muchos de los cuales eran indígenas, incluyendo mayas de Chiapas, Oaxaca y Guatemala.
Desde Julio, los ancianos de El Calaboz, Texas, han sido el objeto de amenazas y hostigamiento por parte de la patrulla fronteriza, el cuerpo de ingenieros del ejército americano y por algunos otros oficiales gubernamentales de EEUU encargados de construir el muro en sus tierras y en su represa.
La Administración de Seguridad Nacional (National Security Administration) exige a los ancianos que renuncien a sus tierras.
Se les ha dicho a las comunidades Apache que tendrán que caminar tres millas y cruzar puntos de seguridad siempre que pasen por sus propias tierras, no importa que estén cultivando o pastoreando a sus cabras y ganado o cuando simplemente deseen pasear por sus propias tierras.
Eloise Tamez, una Apache Lipan en El Calaboz, describe este hostigamiento y expropiación de sus tierras. “A mediados de julio del 2007 me enteré por vía telefónica que Seguridad Nacional planeaba dividir mi propiedad con un muro. La persona que me habló (el agente Rick Cavazos de la Patrulla Fronteriza) me informó que el gobierno sigue un Mandato de Seguridad Nacional el cual indica la construcción de un muro en mi propiedad con o sin mi consentimiento. Para que quede aquí sentado, en estos momentos hay varios propietarios de terrenos los cuales se encuentran al norte y al sur de la represa del Río Grande.
La única “opción” que me han dado es que sólo podré acceder a mis tierras que se encuentran del lado sur de la represa por un punto de seguridad que será construido a tres millas hacia el este de mi propiedad (Garza Road).”
Tamez también indicó que “a muchos ancianos de nuestra comunidad se les negará su derecho básico a acceder a sus propiedades debido a la penosa tarea de ir a diario al otro lado de sus terrenos. Muchos sectores de nuestras comunidades no tendrán las posibilidades económicas o sociales para viajar las tres millas y pasar el punto de seguridad para poder acceder a sus propias tierras. Sin lugar a duda esta medida separará a la comunidad indígena de sus recursos culturales y también causará daños inmensurables a la economía de la comunidad, al aspecto social, ecológico, al derecho de propiedad y al desarrollo”
José García, alto oficial (Lieutenant Governor) de la comunidad O’odham, describió el impacto que sufre su gente en la frontera en Sonora México:
“Nuestro pueblo vive en ambos lados de la frontera y nosotros mantenemos una estrecha relación, cruzamos la frontera para ir a bautizos, bodas, funerales y a cualquier ceremonia tradicional, intentamos mantener vivas nuestras prácticas espirituales a pesar de las dificultades de tener que cruzar la frontera.
“Sabemos que EEUU construirá un muro de acero en la frontera y estamos preocupados por cómo éste nos afectará, éste dividirá aún más a nuestra gente. Es seguro que el muro será un obstáculo para los inmigrantes, pero también lo será para los pueblos indígenas de EEUU y México.
“Bloqueará nuestras costumbres y tradiciones y no es la solución al problema. El problema es la pobreza y la falta de oportunidades en México. La inmigración y el cruce de la frontera hacia EEUU continuará siempre que la gente esté buscando una mejor forma de vida.”
Mientras tanto, representantes de 19 Naciones Indígenas de las Américas se reunieron en Tucson, Arizona, el 17 de noviembre del 2007, con la finalidad de examinar la situación de los Pueblos Indígenas de la Frontera.
Publicaron un informe en donde expresaron su ” [...] desacuerdo y enojo colectivo a causa de los altos niveles de sufrimiento e inhumanidad, incluyendo las tantas muertes que han sucedido y la interrupción masiva de un modo de vida, al igual que los eventos que se han presenciado durante las visitas a la frontera durante la Reunión. Todos estos problemas son causados por las políticas exageradamente racistas de EEUU, las cuales han sido impuestas hacia las tradicionales formas de vida de los Tohono O’odham en la frontera EEUU-México.”
Nación separada, la realidad de los indígenas de Estados Unidos
La información de la reunión incluye la abrumadora disparidad de ingresos, esperanza de vida, pobreza y desempleo. Se muestra el desproporcionado número de indígenas encarcelados con unas estadísticas de Montana.
De acuerdo con el censo del año 2000 en EEUU, los indígenas que viven en Montana suman el 6.2% de la población, de este número el 20% se encuentra en las cárceles.
Diecinueve por ciento de los 3,704 hombres y niños de Montana que están en prisión son indígenas; casi una tercera parte de las 429 mujeres que están en las cárceles son indígenas.
El informe también indica que a causa del desarrollo energético se están destruyendo de manera rápida y alarmante muchos sitios sagrados, en especial la Nación Lakota y Bear Butte (Mato Paha) y Black Hills, en Dakota del Sur.
Miguel Alfonso Martinez, el enviado especial en los tratados, acuerdos y otros convenios entre los estados de USA y los Pueblos Indígenas, informó que las colinas Black Hills fueron expropiadas de los Lakota, también comentó: “probablemente no existe un incidente tan indecente de negociaciones en nuestra historia como pueblo.”
En 1979 la corte local, así como la suprema corte de justicia de EEUU, dictaminó que el gobierno de Estados Unidos había violado la constitución al haber expropiado las colinas de Black Hills.
La suprema corte estableció que se debería indemnizar a los Sioux con más de $17.5 millones de dólares. Los representantes indígenas se rehusaron a recibir tal pago y exigieron que les devolviesen sus tierras.
El Sr. Abdelfattah Amor, enviado especial a cargo del tema de intolerancia religiosa, le puso especial interés al tema de la reubicación de los Navajo en Black Mesa y a la negativa por parte de EEUU a tomar en cuenta las prácticas espirituales de los Navajo.
“Sobre el tema de Black Mesa, como enviado especial les recuerdo que se deben respetar las leyes internacionales sobre libertad de religiones. No se ha respetado ni tomado en cuenta los derechos humanos de los ancianos Navajo. El gobierno de EEUU no tuvo consideración alguna ante las prácticas espirituales y las creencias de este pueblo al forzarlos a reubicarse.”
El desarrollo energético amenaza las tierras de los indígenas
Mientras que se expropian las tierras para dar paso al desarrollo energético las violaciones a los derechos humanos van en aumento.
En el caso específico de la Nación Navajo, las minas de carbón y uranio han dado como resultado la violación de los derechos indígenas. “Los intereses económicos, como las minas de carbón, prevalecen ante los derechos humanos de los indígenas.
Estos intereses económicos muchas veces son de carácter privado, ni siquiera son para el bienestar público y rara vez toman en cuenta los derechos fundamentales y las libertades de las otras personas (…)” Comentó el enviado especial.
Existen más de 1,000 minas de uranio abandonadas en la Nación Navajo; han pasado más de 50 años desde que el gobierno federal o las corporaciones ganaron millones de dólares con las minas.
Los contaminantes que se encuentran en las minas abandonadas son un peligro continuo para la salud de los Navajo que viven cerca de ellas.
El grupo indígena Western Shoshone han sido los principales defensores en contra del racismo, el abandono de desechos nucleares en sus tierras y la abolición de los tratados injustos.
Los Western Shoshone siguen luchando contra el plan de hacer un basurero en la montaña Yucca en Nevada; mientras tanto los Goshute están en contra de la propuesta de establecer un Almacén de reciclaje de desechos nucleares de bajo impacto (Monitored Retrievable Storage Site).
El informe indica que:
“Mientras que las tragedias del pasado han sido expuestas, la administración del Presidente Bush sigue incitando el desarrollo de las tierras indígenas que ya sufren muchas atrocidades.
“Mientras que la administración de Bush apoya el uso de la energía nuclear como solución al calentamiento global y al cambio climático, las comunidades indígenas deben tomar en cuenta el tema de la explotación del uranio que se llevó acabo en el pasado, pasado que muestra los abusos hacia la salud de su gente y la contaminación de sus tierras, aire y agua, así como la contaminación de sus fuentes de comida tradicional, sus sitios sagrados, sus tradiciones y cultura.”
Recomendaciones
Algunas de las recomendaciones realizadas por parte del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial son las siguientes:
- Se debe consultar a los pueblos indígenas, se les debe informar libremente y antes de realizar cualquier tratado, se deben abolir las doctrinas racistas como el ” Trust relationship” y se deben proteger los derechos indígenas como lo indica la ley internacional y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas.
- EEUU debe reconocer todos los derechos de todos los indígenas de su país, basándose en la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas, estos derechos deben incluir a las tribus que se consideren como “tribus finitas” (terminated), tribus no reconocidas, indígenas de Alaska, indígenas de Hawaii y los Taino de Puerto Rico.
- También debe cumplir con la carta constitucional de responsabilidad para asegurar el bienestar de los indígenas de Guam y Puerto Rico.
- La doctrina de los poderes de la asamblea debe abolirse inmediatamente. Las tierras indígenas expropiadas bajo está doctrina deberán ser restituidas.
- EEUU deberá empezar un proceso para reinstituir y reconocer los tratados con los pueblos indígenas, tomando en cuenta el respetar los términos y condiciones de los indígenas, además el gobierno deberá indemnizar a los pueblos indígenas afectados.
- Les deberán ser devueltas sus tierras sagradas a los pueblos indígenas, se le debe prestar la debida atención a la Nación Lakota y a sus colinas Black Hills en Dakota del Sur.
- Se les deberá permitir a los pueblos indígenas el libre ejercicio de sus religiones sin ninguna necesidad de permisos o de interrupciones por parte de turistas, ciclistas o alpinistas.
- Los desarrollos económicos que afecten las tierras sagradas deberán ser inmediatamente detenidos y solamente deberán ser permitidos aquellos desarrollos que sean aprobados por los pueblos indígenas que se vean afectados por ellos.
- A los prisioneros indígenas que se encuentran en cárceles estatales o federales se les deberá, de manera inmediata, permitir que practiquen sus costumbres religiosas, así como ya se les permite a otras religiones, incluyendo ritos mortuorios para aquellos prisioneros indígenas condenados a muerte.
- Cualquier desarrollo económico que pueda perjudicar los derechos de los pueblos indígenas, en las reservaciones reconocidas por el gobierno y también en aquellas no reconocidas, deberá ser llevado acabo únicamente con el consentimiento a priori de los pueblos indígenas, después de que éstos hayan sido debidamente informados. EEUU deberá de manera inmediata empezar a indemnizar todo daño propiciado por aquellos desarrollos del pasado que hayan sido dañinos para los pueblos indígenas.
- EEUU deberá aceptar la responsabilidad de su comportamiento, al igual que del comportamiento de sus compañías transnacionales las cuales violen los derechos de los pueblos indígenas en el extranjero. Deberán terminar de manera inmediata con sus políticas y prácticas racistas y deberá encontrar nuevas formas de responsabilizar a sus compañías transnacionales. En específico EEUU deberá:
- Prohibir la manufactura y exportación de aquellos pesticidas que el mismo gobierno de EEUU a señalado como peligrosos. o Detener inmediatamente el uso de herbicidas en Colombia y otros países.
- detener el apoyo económico y logístico de escuadrones paramilitares de la muerte, los cuales operan bajo el nombre del “desarrollo económico.”
- EEUU deberá obedecer las obligaciones que le son marcadas en los tratados, al igual que deberá obedecer las leyes internacionales, también deberá sustentar el desarrollo de las reservaciones indígenas de manera que éstas puedan seguir sus costumbres y tradiciones en el futuro.
- El Congreso de EEUU deberá autorizar la revisión y puesta al día del Plan de mejoramiento de salud indígena, el cual deberá tomar en cuenta las necesidades de los indígenas de hoy en día y también deberá ser similar al Plan de salud que tienen la mayoría de los ciudadanos de EEUU. Asimismo este Plan de salud deberá tener el financiamiento adecuado para su desarrollo.
- Para lograr proteger de manera efectiva a las indígenas de cualquier tipo de violencia, incluyendo violencia sexual, EEUU debe reconocer la jurisprudencia de las tribus en materia de cualquier crimen que ocurra en suelo indígena. Además el congreso deberá proporcionar el financiamiento adecuado para que se logre implementar el Apartado número IX de la Ley en contra de la violencia hacia la mujer.
- EEUU deberá otorgarle todos sus derechos a sus indígenas para que estos puedan participar activamente en el gobierno, el gobierno deberá solucionar la exagerada discriminación de votantes que se lleva acabo en todo el país, en especial en Dakota del Sur.
- EEUU deberá proporcionarle a los indígenas la debida y adecuada compensación por cualquier daño sufrido por la ley del gobierno que dicta que los indígenas deben ir solamente a escuelas especiales federales.
- EEUU deberá desarrollar e implementar libros escolares de todos los niveles que enseñen y promuevan la cultura y la historia verdadera de los pueblos indígenas, al igual que estos libros deberán promover los derechos humanos.
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Versión original: Border Apartheid Documented in United Nations Report on Indigenous Peoples. Traducción por: Vicente Castañar Flores
Fuente: Agencia de Información Fray Tito para América Latina, Adital
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