Arriba, muy arriba, en el extremo norte de nuestro país, vive una cultura mística y fascinante, los wayúu La Fuerza cultural Habitan en territorio colombiano y venezolano, en donde la frontera es simbólica ya que se trata de una sola población unida. En ambos países, los wayúu representan la mayor población indígena o amerindia. Para el caso de Colombia, los wayúu son más de 500.000, lo que representa más de 45% de la población total del departamento de La Guajira.
Pueblo Arawak
Hacia el año 150 a. C., los arawak se desplazaron desde la Amazonía hasta las Antillas, formando diferentes grupos a lo largo de su recorrido. Uno de ellos son los wayúu. Estos siempre fueron cazadores y pescadores por excelencia, gracias a su cercanía con el mar. El nombre wayúu significa “indígena de la propia etnia”. Quienes no pertenecen a su cultura, como por ejemplo nosotros, son llamados arijunas.
El Matriarcado
Sabemos que en la mayoría de las sociedades del mundo quien lleva las riendas del hogar es el hombre. En los wayúu resulta diferente, pues la mujer es la que manda. Al tener hijos, estos heredan el apellido por parte de la familia materna, y quien se encarga de su formación es el hermano de la madre. El padre tiene un papel importante en el apoyo económico a la familia, y solidaridad en ciertas circunstancias. Los hombres wayúu pueden tener varias esposas, siempre y cuando cuenten con el dinero sufi ciente para adquirirlas y mantenerlas. El hombre debe reunirse con los padres de la novia en una reunión denominada ápajá, para entregarle una cantidad de chivos y joyas, de acuerdo con lo que hayan negociado. Una vez casados, la mujer toma la mayoría de las decisiones en el hogar, y es símbolo de respeto y unidad.
Conquista frustrada
Siempre pensamos que todos los pueblos indígenas fueron influenciados y conquistados por los españoles. Sin embargo, los wayúu son una de las excepciones. Debido a su localización y las arduas condiciones del desierto en el que viven, los españoles no entraron en su territorio sino hasta después de la independencia de Colombia y Venezuela. En este momento, los wayúu perdieron par te de sus tierras y algunas áreas de caza, por lo que comenzaron con la cría de especies introducidas, como cabras o localmente llamados chivos. Como consecuencia de no haber sido conquistados, el pueblo wayúu mantuvo gran parte de sus costumbres y cultura. Hoy en día gozan de autonomía y territorio propio. Esto quiere decir que son dueños de sus tierras y además las gobiernan a su manera.
El Wayuunaiki
La lengua de los wayúu tiene 6 vocales y 16 consonantes. La vocal adicional es una “a” con un acento distinto. Las consonantes que corresponden con el español son h, k, m, n, ñ, p, s, t, rr, y, w.
La sociedad wayúu está compuesta por clanes denominados eiruku. Para resolver los problemas que se presentan entre ellos, los wayúu cuentan con una forma tradicional de juez, denominado palabrero o pütchipü. Una persona muy importante en la sociedad wayúu es el piachi, quien por medio de sueños y una gran experiencia en trances, se comunica con los espíritus para resolver problemas y enfermedades. Usualmente es llamado para curar.
CULTURA WAYUU
El sistema de representación de este pueblo integra una serie de deidades importantes en su universo mítico. La figura central es Maleiwa, dios creador de los Wayú y fundador de la sociedad. También están Pulowi y Juyá, esposos asociados a la generación de la vida. Pulowi, la mujer, se asocia a la sequía y los vientos, y algunos lugares que habita. Juyá, su esposo, es un errante que caza y mata. Wanülü representa el mal de la enfermedad o la muerte.
Entre los Wayú, el nacimiento de un niño ocurre en la casa, asistido por la madre de la mujer o una pariente próxima. Mientras la supervivencia del niño no sea segura, los miembros de su familia se alimentan con una dieta estrictamente reducida.
¨No se destaca la pubertad en los varones, pero las niñas están sometidas a un severo rito de paso. Cuando la muchacha empieza a menstruar, es sometida a un período de reclusión, al término del cual se ha convertido en mujer equipada para casarse. Durante el inicio de esta reclusión, la joven es completa o parcialmente rapada y luego instalada en una hamaca colgada cerca del techo de la casa. Durante los días siguientes es cuidada con alimentos vegetales especiales, llamados jaguapi, y observa una dieta rigurosa. En ese tiempo la bañan con frecuencia y la instruyen en las tareas femeninas, tejido, hilado, le imparten conocimientos sobre los procesos tradicionales de control natal, embarazo y quizás algunas técnicas eróticas.
Los Wayúu, no concluyen el ciclo de vida con la muerte, ya que la gente continúa relacionada con los huesos del difunto. Los entierros son acontecimientos importantes en los que los parientes del muerto actúan determinada manera. Esta relación con los muertos tiene su contrapartida en su sentido de pertenencia e identidad, en su noción misma del territorio, pues como lo afirma Rosario Epieyú, ¨ los wayuú son de donde son sus muertos ". Los entierros se hacen en dos etapas: primero se sepulta el cadáver con algunas pertenencias y luego, dos años después, se hace una exhumación del cuerpo, se incinera y se sepulta nuevamente en el cementerio clánico, dentro de ollas de barro o tumbas de cemento.
Organización Social: La sociedad wayuu presenta una estructura compleja, es de carácter matrilineal y clánica, teniendo unos 30 clanes. Cada uno con su propio territorio y su propio animal totémico. Existen todavía las autoridades tradicionales, y existe una forma específica de administrar justicia, las figuras de los putchipu que son los portadores de la palabra y también los que ayudan a resolver conflictos entre los clanes. Dentro de la familia extendida, la autoridad máxima le corresponde al tío materno, que es quien interviene en todos los problemas familiares y domésticos. Dentro de la familia nuclear, los hijos son dirigidos prácticamente por el hermano de la madre y no por el propio padre biológico. La mujer tiene un papel muy importante se puede decir que es la conductora y organizadora del clan y políticamente son muy activas en su sociedad, son también muy activas e independientes.
Matrimonio: El matrimonio siempre se contrae con una persona de otro linaje uterino, con la particularidad de que implica, por parte de los padres del hombre, el pago de una dote a los padres de la mujer. Los wayuu practican ocasionalmente la poligamia, que constituye un marco de prestigio. Dentro de la sociedad wayuu, la mujeres desempeñan un importante papel social.
Ritos: Los wayuu tienen shamanes masculinos y femeninos, quienes para sus curaciones utilizan las técnicas tradicionales: canto con maraca, uso de tabaco, succión de los elementos patógenos, etc.
Ritos Funerarios: Los huesos del difunto se colocan en una urna funeraria y las mujeres deben bañar al difunto. Se realizan dos entierros.
La Guajira, tierra de cardones, tunas y cujíes que crecen entre las piedras de la sabana, donde una gota de agua es la vida misma para todos. Región rodeada por un grandioso golfo que baña sus costas convirtiéndola en una tierra sedimenta de agua dulce.
Ubicada al norte (Palaamüin) del Estado Zulia en Venezuela, limitada al norte y este (Palaamüin süma Wüinpumüin) por el grandioso mar Caribe, al oeste (Uuchimüin) con Colombia y, al sur (Wopumüin) con el municipio Mara; También del estado Zulia. Pudiendo decir queLa Guajira es el lugar donde comienza Venezuela..
Península habitada por los indígenas Wayúu, pueblo de raza indomable caracterizado por ser luchadores para mantenerse en estas tierras de Sol. La Guajira, territorio de los indígenas Wayúu, de origen Arawakos, que se asentaron en la zona para convertirla en su tierra. Aborígenes que se han mantenido en pie de lucha contra las adversidades del tiempo y de la cultura occidental.
Wayúu, habitantes nobles, arrieros por sábanas y médanos, constructores de una cultura propia, nacida de las mismas vivencia de su gente, con características propias arraigadas en la Guajira desierta, castigada constantemente por los rayos inclementes de sol. Tierra inhóspita para todos..
Los sueños o Laapüt Los sueños son un mundo desconocido y mágico muy respetado por la familia Wayúu, se cree, que por medio de los sueños, los espíritus de algunos familiares fallecidos se comunican con los Wayúu para prevenirlos o alertarlos de un posible acontecimiento que va a ocurrir en la familia o en la comunidad. Los sueños se cuentan al momento de tenerlos o muy temprano para que no pierda efectividad: El que tuvo el sueño se lo cuenta a la familia, luego a un conocedor de sueños (suelen ser ancianos o la abuela) quien basándose en sus experiencias y conocimientos procede al interpretar el significado del sueño, posteriormente se reúne con la familia para explicar en qué consistió el mensaje, para cumplir o satisfacer así la inquietud. Hay sueños que pregonan buenos augurios a la familia, como también malos, que son desviados por medio de trabajos espirituales realizados por un O´uulaki (Vidente) quien con sus predicciones que anuncia su profecía como también sus aciertos. Hay mujeres que se destacan por tener sueños muy hermosos y certeros, y otras por interpretar acertadamente los complicados enredos simbólicos del sueño. Casi siempre es una mujer a quien se le recurre para interpretar un Laapüt (sueño) si alguien tiene un sueño que lo inquieta y no entiende lo que significa, porque no sabe lo que puede sobrevenirle acude tan pronto se despierta, a la mujer más cercana que tenga, siempre anciana, además según el término del sueño se verificará o se realizará lo que va a suceder es muy inmediato si es lo contrario el sueño se tiene a medianoche falta mucho para que ocurra. Hay Laapüt que se conocen su significado porque se ha repetido tantas veces que el mismo soñante sabe lo que puede pasar. Ejemplo: Ir caminando y de pronto verse enredado entré culebras verdes, es para tener una cosecha de fríjoles o pasar por un sembradío, ser mordido por un perro, es sufrir agresión por parte de un Jayaliyuu (Clan cuyo totén es un perro); ser picado por un cigarrón, es para ser herido de bala; si uno sueña que se le cae los dientes puede morir un hijo menor, si se le cae la muela, se le va a morir la abuela; si sueña que se está bañando en el mar o sube una montaña, es para llegar a ser un viejo; si una muchacha sueña que va por un camino y de pronto la rodean una bandada de pericos que no la deja avanzar con algarabía es que va a tener muchos nietos, que no la dejarán descansar con sus juegos y risas. El otro tipo de sueño es aquel inquietante de los que el soñante no sabe ni tienen la mínima idea de lo que puede sucederle. Se despierta sobresaltando e inmediatamente se lo cuenta a quien le puede interpretar su sueño... A veces es tan amenazador, tan sentencioso que la interpretadora prefiere callar para no alarmar más al soñador y comienza a hacer lo que sea necesario para evitarlo si es que hay tiempo todavía. Para nosotros, los Wayúu, los sueños es un manera de experimentar el encuentro con Yo luja o espíritus malos; por medio del sueño el Wayúu cree adivinar y predecir el futuro. Cuando Yolüja en sueño pide a una persona que dé su rebaño le sacrifique un animal para comérselo, esa persona debe cumplir con esta petición, de lo contrario, el Yolüja puede hacer venir una peste que haga morir a los animales o puede enfermar a un miembro de la familia y provocar su muerte. A través de los sueños algunos ancianos o ancianas pueden evitar un mal acontecimiento que ha de venir a la familia Wayúu.
Cuando muere un Wayúu se corre la voz por toda la Guajiraque "ha muerto fulano de tal". Empiezan a llegar a de diferentes partes los veloriantes a la casa del difunto, dan el pésame a los familiares y seleccionan un sitio de la casa, colocando horcones para colgar sus hamacas. Mientras llega la gente al velorio, los familiares prepara en el difunto en la habitación donde murió, lo visten con su mejor traje, le abre la boca para echarle uno o dos litros de chirrinchi o ataúd para que lo lloren sus amigos, familiares y demás parientes. Al llegar sus familiares se abrazan, dan el pésame y lloran ambos por un buen rato, luego el visitante llega donde el muerto y llora sobre el; las mujeres traen un pañuelo grande para llorar y, los hombres uno pequeño, en ocasiones usan un sombrero, con el cual se cubren el rostro para llorar, se envían a varios jóvenes para saber quiénes son las personas que van llegando y acampando para luego hacerles llegar café, azúcar, tabaco, plátanos, yuca, ron, carne para que cocinen y coman durante los días que van acompañar a la familia del difunto. En el velorio se sacrifican varias reces, carneros y chivos para que coman los veloriantes y con el estómago lleno hable del bien del difunto y sirven también para que estos animales acompañen al difunto o sus nuevas tierras en Jepira (el mas allá). El cadáver nunca queda solo, y en un constante llorar, turnándose los recién llegados en el lloriqueo. Después de llorar se van a su chinchorro a conversar, tomar café o fumarse un tabaco y lamentar la muerte del difunto. Juegan domino, cuentan chistes, narran los últimos acontecimientos, comen, beben y se van relacionando y haciendo amistad durante el tiempo que dura el velorio.
Llegando el día del entierro sacan de la casa al cadáver y lo llevan al cementerio, los veloriantes acompañan al difunto a su última morada. En el cementerio de la familia proceden enterrar el cadáver en una fosa común buena una bóveda. También en ese instante algunos velorean mientras familiares realizan disparos al aire para despedir al muerto de la tierra. El Wayúu de que no puede dejar tan rápido al müliiashi (difunto), porque de lo contrario pues sentirse abandonado y su espíritu no podrá conseguir la paz. Al marcharse los veloriantes se les obsequiarán dependiendo de su posición económica, es decir que si es rico se le dará un torete o una vaca, ron, a otros les entregaran uno o dos ovejas y los de menos recursos pedazo de carne, un litro de chirinche, varios tabacos para que beban y fumen por el camino.
Pasando algunos 10 o 15 años después del primer velorio, los familiares se reúnen para preparar el segundo velorio, cuando se organiza este acontecimiento, surge una mujer o hombre que se ofrece voluntariamente para sacar los restos (usualmente pertenece a la línea materna de los Wayúu). Ese día se levantará muy temprano en la madrugada, se bañara y se irá con un grupo de los familiares más allegados al cementerio, allí un hombre cavará o romperá la bóveda para sacar el cadáver, luego la recogedora procede a quitarles los trapos y demás enseres que colocaron cuando murió, para luego sacar primero la cabeza que envuelve en la sábana, luego extraer los demás huesos con mucho cuidado. Son colocados en una vasija de barro de boca ancha (Jula´a), en una sábana blanca o en un osario, luego lo llevan para la casa y lo coloca en un chinchorro bajo una enramada para llevarlo como la primera vez. Se hace lo mismo en cuanto a la comida y la debida, pero con más fastuosidad, debido a que esté es la última despedida, para olvidar por siempre al difunto, y además se prepara con anticipación. La recogedora de huesos después de sacarlos, es bañada, vestida con una manta muy fresca, las sueltan en un chinchorro muy angosto para que no se pueda acostar, le hablan, le cuentan chistes, para que no se duerma y le de facilidad al espíritu difunto para que se le eche encima o se acueste con ella, lo cual originaría que se enferme o muera. Así la tienen despierta todo el día y toda la noche, hasta el día siguiente en que de llevarán comida y luego puede dormir. Los restos son llevados nuevamente al cementerio enterrados en sitios diferentes a la primera vez y allí se queda para siempre. Actualmente en La Guajira los velorios son iguales (con algunas variantes) debido al contacto de la cultura criolla y a la situación económica; en algunos velorios son usadas urnas más sencillas, hasta las más costosas.
Cultura Wayúu donde se conjugan leyendas, mitos, cuentos, tradiciones y costumbres, historia oral que celosamente mantienen los ancianos para contarla a sus hijos y nietos. Le invitamos a conocer un poco del universo de los Wayúu.
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