Esas Listas de Letra muy Pequeñita
El “INCI” es la Nomencaltura internacional de ingredientes en la cosmética, regulada a principios de los años 80 por la FDA (Food and Drug Administration) y la CTFA (Cosmetic, Toiletry & Fragrance Association), que determinaron las reglas según las cuales los ingredientes han de figurar. Se enumeran según su cantidad en línea descendente, es decir, la sustancia más cuantiosa se nombra en primer lugar y la que aparece en menor cantidad está como última. El INCI obliga a la enumeración de TODOS los ingredientes: es el único dato con el que los fabricantes se comprometen.
Una explicación elogiosa donde abunden palabras como "ingredientes naturales" no tiene ningún valor si el INCI nos muestra un nombre vegetal en último lugar, precedido por una veintena de sustancias químicas. Por ello, sólo podemos valorar la calidad de un producto, leyendo el INCI y entendiendo de sustancias beneficiosas y perjudiciales.
CÓMO SABER LO QUE LLEVA UN COSMÉTICO SIN TENER NI IDEA DE QUÍMICA.
Los ingredientes más peligrosos que se deben evitar en un producto son:
ACEITES MINERALES.- Aparentemente el nombre no asusta (no confundir con aceites esenciales y otros), pero se trata de derivados del petróleo muy baratos. A parte de ser económicos, para la industria tienen la ventaja de una pureza que impide el crecimiento de bacterias y, además, mejoran el sentimiento de la crema mezclada sobre la piel por su textura fina y sedosa. Pero son altamente cancerígenos, como casi todos los derivados del petróleo. Además, obstruyen los poros, bloquean la respiración de las células y extraen la humedad de la piel, sacándola a la superficie y dándole apariencia “hidratada”, pero al dejar de usar el producto, la piel está más reseca que antes y parece adicta a la sustancia. Están en casi todas las barras protectoras para labios y esa es la causa, por la que muchas veces nuestros labios se agrietan cada vez más si no seguimos usando la barrita. En el INCI figuran bajo las siguientes denominaciones: Mineral oil, Paraffinum, Paraffinum liquidum, Petrolatum, compuestos con las sílabas Paraffin-, Petroleum. Pero también son derivados del petróleo las siliconas Silicone quaternium, methylsilanol, y se esconden en nombres como cera microcristalina, ozokerit, ceresin, incluída la vaselina (¡!).
COLORANTES.- Conseguir un color permanente y perfecto es uno de los cometidos más difíciles en la química. No sólo sirven para darle un aspecto suave y blanquísimo de crema, sino que son el principal componente en maquillajes, tintes y decolorantes. Los componentes con las sílabas anilin, anilid, como en ”acetanilid”, delatan un colorante potencialmente cancerígeno y tóxico en la piel y probadamente cancerígeno cuando se ingiere. Algunos agentes colorantes tienen una estructura molecular tan complicada, que se les han dado iniciales o nombres fáciles para simplificar su denominación. Tales son los de las iniciales HC como“HC orange 3”, o Acid como “acid Red 73”, Pigment como “pigment Green 7”, Solvent como “solvent black 3”. Todos ellos esconden sustancias potencialmente cancerígenas y/o tóxicas.
SUSTANCIAS HALOGENORGÁNICAS.- Causan alergias y suponen una grave contaminación del medioambiente por no ser biodegradables. Se trata de combinaciones de chloro, bromo y iodo como “aluminium chlorohydrate”, “methyldibromo glutaronitrile”, “iodopropynyl” las peligrosas sílabas chloro, bromo, iodo no se deben confundir con chlorid, bromid, iodid, que suelen ser componentes inocuos de sales.
PEGs: polyethylenglycol .-Típicos emulgentes que unen agua y grasa, o detergentes, en sí son totalmente inofensivos, pero hacen la piel más receptiva a sustancias, lo cual es bueno, si se trata de aditivos sanos, pero malo, si son venenosos. Los introducen como pasajeros negros en las células, cuyas paredes se vuelven más permeables. En productos naturales controlados, no se permiten más de 5 PEGs por artículo, pero la cosmética convencional suele abusar de ellos. A parte de aparecer como PEG seguidos de un número, se les reconoce por las letras eth al final: “steareth”, “ceteareth”, “sodium laureth sulfate”=principal ingrediente en jabones, geles y champúes.
SODIUM LAURYL SULFATE.-No confundir con sodium laureth sulfate. Es un detergente muy irritante que ha provocado problemas de pigmentación, así como comedones y pérdida de pelo en las partes expuestas en tests con animales. La “Cosmetic Ingredients Review” la ha calificado de aceptable en productos de uso poco frecuente y sólo en concentraciones inferiores al 1%. Sin embargo se puede encontrar en primeros puestos DE LAS ETIQUETAS… incluso en dentífricos.
AROMAS ARTIFICIALES.-Peligrosos, porque la mayoría de ellas contiene elementos que, una vez sobre la piel, influyen el equilibrio hormonal y son sospechosos de causar cáncer. En forma de perfume, desodorante o inhibidores del sudor llegan a la piel, donde el sudor descompone las materias que se acumulan en las células, hasta el punto de que en análisis de leche materna, se llegan a registrar altos contenidos de estas sustancias cancerígenas, tóxicas y sospechosas de generar daños genéticos. Ejemplos: “acetyl hexametyl” causa daños nerviosos, “benzyl alcohol” insensibiliza la piel, y “bromocinnamal” es irritante. Como antitranspirantes frecuentemente se utilizan compuestos de aluminiocomo “aluminium chlorhydrate”, que pueden resultar muy irritantes y son sospechosos de contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
PHENOL Y PHENYL.-Fuertes desinfectantes en la medicina, se utilizan en cosmética como conservantes y colorantes. No son recomendables por ser un tóxico celular, que a largo plazo destruye las paredes celulares. Ejemplo: dephenol: “nitrophenol”,”phenolphthalein”, “chlorophenol”. Ejemplo de sustancias con phenyl: “N-phenyl-P-Phenylenediamine”, Phenylenediamine Sulfate”.
OTRAS SUSTANCIAS.- Liberadores de Formaldehyd: Formaldehyd es un potente antimicótico multiuso. Nos lo encontramos tanto en la fabricación de materiales de construcción en los que impide el moho, como de muebles, en los que se utiliza para evitar hongos en la madera prensada, etc. Es altamente cancerígeno por inhalación, se acumula en las células dañando las membranas, causa malformaciones en fetos, irrita y envejece la piel. En principio, está prohibido en la cosmética, pero por su gran efectividad y economía, se han creado sustancias que no se consideran directamente formaldehydos, pero que lo liberan (¡!) como si fuera un polizonte. Por un lado se las puede reconocer por llevar las sílabas Urea , como Diazolidinyl Urea, Imidazolidinyl Urea, Polyoxymethylene Urea (no confundir con Urea “a secas”, que es un derivado del ácido úrico, bueno para la piel). Por otro lado tenemos los conservantes químicos con las letras DM delante como DM y DMDM Hydantoin, o Dmhf. Dimethyl Oxazolidine es otro conservante liberador de formaldehyd a evitar en los productos.
PHTALATE Y PHTAL.-Finalmente quedan estos compuestos, que se usan como suavizantes y/o disolventes. Son altamente tóxicos, influyen en el equilibrio hormonal y son potencialmente cancerígenos. Ejemplo:“dibutylphthalate”.
CREMAS SOLARES.-Otro problema en la cosmética, es la de encontrar sustancias que protegan de los rayos solares dañinos. Antiguamente, se utilizaban filtros minerales a base de óxido de Titanio o Zinc como Zincoxid oTitaniumdioxid. Pero por ser más caros, se han ido reemplazando por oxybenzone, benzophenone, Methoxydibenzoylmethane, o Dibenzoylmethane que son filtros cancerígenos que pueden causar alérgias en cadena y aparecen incluso en las marcas más caras y “exclusivas”. Son aditivos que no sólo aparecen en productos solares, sino en todo tipo de cremas y en tratamientos con retinol. Si éstas contienen sustancias irritantes, la indústria lo compensa agregando filtros solares, para impedir que la piel microscópicamente irritada reciba manchas del sol – ¡un procedimiento absurdo!.
EL CERTIFICADO NO LO ES TODO! ¿CÓMO ORIENTARNOS AL COMPRAR?
Existen las siguientes normas para saber comprar cosmética y valorar la calidad de un producto:
A) Preferir cosmética BIO certificada. Sin embargo, algunas marcas de gran consumo de cosmética convencional, tratan de subirse al carro de “lo natural” y lo “bio” consiguiendo algún que otro certificado no muy exigente con los ingredientes. Por el contrario, hay algún caso (más bien insólito, y aquí me atrevo a mencionar la marca ALQVIMIA porque conocemos el producto y es muy bueno), que hace grandes esfuerzos por aproximarse al 100% de ingredientes naturales e incluso quiere distinguirse de la cosmética certificada porque tratan de ir más allá. En caso de duda, hay que preferir la cosmética que tradicionalmente ha sido y ha nacido como cosmética BIO (Weleda, Dr. Hauschka, Lavera, etc), que aquella que de repente (como L’OREAL y su marca BIO “Sanoflore”), se incorporan al tema BIO por una cuestión de moda y oportunismo.
B) Evitar artículos con una lista que supere con mucho los 25-30 ingredientes.
C) Evitar marcas en las que el sistema de distribución está inflado: las grandes empresas funcionan a base de dar lucrativos beneficios a representantes, distribuidores, subdistribuidores y revendedores. Si invierten en comisiones en vez de invertir en la calidad de un producto, la crema al llegar a manos del consumidor ha de ser muy cara para ser buena.
D) Lo mismo vale para la publicidad: una crema que se anuncia en las revistas más populares o selectas, para ser buena y cubrir costos ha de ser carísima.
E) Y, por último, desconfía de los no especialistas. Una tienda donde está todo mezclado no inspira confianza: existen perfumerías convencionales y existen establecimientos de cosmética BIO especializados. Cada uno apuesta por lo que apuesta, y es bueno que el consumidor no se deje confundir por quienes contribuyen a desorientarlo.
LEER LOS INGREDIENTES ES UNA TAREA PESADA
Fuente: diferentbio
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