Espléndidas celebraciones en Londres, Liverpool, Hawaii y Vancouver siguen tradiciones de larga data, establecidas por grandes comunidades chinas.
Pero en los últimos años, como leve gesto de asentimiento al ascenso del gigante asiático y a su influencia omnipresente, las festividades que marcan el comienzo del nuevo año chino se propagan más allá de las comunidades de ese orgien y se convierten en acontecimientos que atraen a multitudes diversas.
“Las celebraciones en Londres sin dudas han crecido, y ahora se dice que son las mayores fuera de Asia”, dijo Theresa Booth, directora del London Chopsticks Club, que promueve intercambios culturales entre Gran Bretaña y China.
“Las celebraciones están listadas como un acontecimiento especial en el sitio web Visite Londres, que sugiere que las vean como una manera de aprovechar el creciente interés en China y de atraer a más turistas a Londres”, agregó.
Hace cinco años, las celebraciones en Londres solamente consistían en una danza del dragón en torno al Barrio Chino de esta ciudad, un concierto en Leicester Square y mucho movimiento en los restaurantes, recordó Booth.
En 2012 habrá actuaciones en Trafalgar Square, realizadas con el pleno apoyo de la oficina del alcalde, Boris Johnson, quien ofrecerá un discurso.
Faroles rojos aparecen ya en Regent Street y Oxford Street, donde se concentran los comercios más lujosos de Londres. La librería Waterstones ofrece ahora una selección de libros dedicados al nuevo año chino. Algunas ciudades como Bristol esperan que los mercados chinos emulen el éxito de las ventas navideñas al ofrecer una mezcla de delicadezas y artesanías chinas.
Parte de la atracción que generarán las celebraciones del Año del Dragón se originan en la asociación con ese animal, el único ficticio del zodíaco chino. El dragón es reverenciado como ancestro mítico del antiguo pueblo chino, y a menudo se lo ve como un símbolo de la propia China.
No sorprende entonces que la decisión del correo chino de emitir una estampilla conmemorativa del año que se inicia, y que muestra al dragón como una criatura temible, suscitara críticas en su país por “asustar” al mundo.
El diseñador de ese sello, Chen Shaohua, fue atacado por retratar al dragón como una figura con colmillos que blande sus garras, bajo el argumento de que envía un mensaje beligerante a los vecinos y rivales de China.
El artista, que también diseñó el emblema de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, defendió su trabajo diciendo que la imagen del dragón buscaba representar a una China confiada y en ascenso.
En su blog personal, Chen sostuvo que la China de 2012 se encuentra en una situación totalmente diferente a las de los dos años del Dragón anteriores: 1988, cuando atravesó una dolorosa reforma económica, y 2000, cuando dio pasos tentativos en el escenario mundial.
“Como uno de los estados más influyentes del mundo, China está reconstruyendo su confianza nacional”, escribió.
Pero la belicosa imagen del dragón como emblema de la China del siglo XXI ha generado sensaciones encontradas. La escritora Zhang Yihe señaló en su popular microblog que tenía “un miedo mortal” a la bestia, mientras que otro cibernauta sugirió con sarcasmo que la estampilla del dragón debería usarse como “mascota del Ministerio de Relaciones Exteriores”.
Muchos de los mensajes divulgados en la red social Twitter y en microblogs parecen hacer hincapié en la historia del dragón como representación del poder imperial chino (los emperadores usaban insignias de oro con su imagen para señalar su autoridad), mientras que a otros les preocupa el malentendido cultural que pueda producirse en Occidente.
El dragón tiene fuertes raíces en la cultura china, donde se le tiene alta estima por su poder para hacer el bien. A diferencia de las creencias tradicionales occidentales, según las cuales es una criatura feroz inclinada a la destrucción, en China se lo reverencia como fuente de bienestar para el pueblo.
Sin embargo, los puntos de vista en Occidente también han cambiado. Las celebraciones por el inicio del Año del Dragón en tanto disfrute de la paz y la buena suerte son lo que la población de Occidente espera en estos tiempos de austeridad, según Dianne Francombe, vicepresidenta de la Bristol-China Partnership, que trabaja para vincular a las comunidades británica y china en las ciudades gemelas de Bristol y Guangzhou.
“El dragón imperial simboliza la fortaleza, la solidez y la magnificencia”, dijo, en un momento en que “los cielos están grises y los títulos de la prensa son tan sombríos”.
El Ministerio de Cultura de China parece haber aprovechado este estado de ánimo. En una conferencia de prensa realizada el día 10, anunció una campaña aun mayor para celebrar el Año Nuevo chino en el exterior y usarlo como trampolín para promover los valores tradicionales chinos.
La campaña, titulada “Feliz Año Nuevo”, se lanzó en 2010, capitalizando el creciente interés mundial en China.
En este marco, este año se realizarán unas 300 actividades en más de 80 países de distintos continentes.
El pianista Lang Lang y una de las conductoras de televisión más famosas de China, Yang Lan, fueron elegidos como embajadores culturales para los festejos
http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=99997
Visto en: http://maestroviejo.wordpress.com/page/2/
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