sábado, 25 de diciembre de 2010

Noticias Ecuador: Presidente Rafael Correa quiere mantener petróleo en el subsuelo para proteger la Amazonía y las culturas originarias


EL PACTO DEL YASUNÍ: UNA NUEVA ÉTICA AMBIENTAL
Ecuador sorprendió al mundo con la propuesta Yasuní: puso a la venta la salvación de una selva, considerada Reserva de la Biósfera. 
El procedimiento consiste en que el Estado emita bonos por el crudo que permanecerá “in situ”, con el doble compromiso de NO EXTRAER NUNCA ESE PETRÓLEO y de proteger el Parque Nacional Yasuní.


El Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa ha señalado que la primera opción para el país es mantener el crudo en el subsuelo, sin explotarlo . Se buscaría estimular a la sociedad nacional e internacional para contribuir con el Estado Ecuatoriano en la aplicación de esta costosa decisión nacional. La expectativa del gobierno es lograr por esta vía el 50% de lo que obtendría de extraer el crudo de ese proyecto… unos 3,500 millones de dólares.
MEGABIODIVERSIDAD O PETROLEO ENTRE ECUADOR Y PERÚ
Los científicos consideran al área que se extiende desde el Parque Nacional Yasuní en Ecuador hasta la selva baja de Loreto en Perú como el lugar más biodiverso de América.
Los petroleros solo ven ganancias fáciles.
Los nativos Huaorani, cuentan: “había un ceibo enorme que cuando se cayó se creó toda la amazonía y los waoranis, por eso nosotros somos parte del bosque y sabemos vivir con él. Antiguamente nuestros abuelos caminaban por todo nuestro territorio protegiéndolo en sus límites y enseñándonos los caminos, los ríos y los lugares donde están enterrados nuestros antepasados. El padre puma era el sabio espiritual, adivino y curador que tenía toda la magia que guiaba a nuestro pueblo y nos daba el poder para ser guerreros y vivir en bosque. El poder de los padre pumas defiende nuestro territorio”.
Los Huaorani hablan Huao Terero, una lengua aislada, y son unas 2,000 personas. En los últimos 40 años, una parte de ellos se ha asentado en establecimientos permanentes en la selva. Pero, cinco comunidades, Tagaeri, Huiñatare, Oñamenane y dos grupos de Taromenane, han rechazado todo el contacto con los no Huaorani, y se mueven continuamente en áreas más aisladas, generalmente en dirección de la frontera peruana.
Yasuní y el petróleo
Yasuní ha sido calificado por científicos de todo el mundo, como la zona de mayor biodiversidad del planeta . Sólo dentro de una hectárea del Yasuní se han encontrado 644 especies de árboles. Hay tantas especies de árboles y arbustos en una hectárea del Yasuní como existen árboles nativos en toda América del Norte. Este parque fue en su momento declarado Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO .
                                               http://www.amazoniaporlavida.org/es/img/faq/mapa_bloques_pozos_yasuni_l.jpg
La Reserva de la Biosfera es también el hogar del pueblo indígena Huaorani y de los pueblos en aislamiento voluntario . Se trata de los últimos seres libres del Ecuador, auténticos guerreros, los que viven en las denominadas “sociedades de la abundancia”, pues producen lo mínimo suficiente para satisfacer sus necesidades.
Los impactos previsibles de la actividad petrolera en el parque son: contaminación, deforestación, destrucción del tejido social, extinción de culturas etc.
La Solución
El Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa ha señalado que la primera opción para el país es mantener el crudo en el subsuelo, sin explotarlo . Se buscaría estimular a la sociedad nacional e internacional para contribuir con el Estado Ecuatoriano en la aplicación de esta costosa decisión nacional. La expectativa del gobierno es lograr por esta vía el 50% de lo que obtendría de extraer el crudo de ese proyecto… unos 3,500 millones de dólares.
El procedimiento consiste en que el Estado emita bonos por el crudo que permanecerá “in situ”, con el doble compromiso de NO EXTRAER NUNCA ESE PETRÓLEO y de proteger el Parque Nacional Yasuní.
Los argumentos a favor de la propuesta son:
La propuesta es la única solución del cambio climático
Conservación de la biodiversidad
Medidas de protección de los pueblos que viven en Yasuní
La transformación de la economía de Ecuador
Ecuador sorprendió al mundo con la propuesta Yasuní: puso a la venta la salvación de una selva, considerada Reserva de la Biósfera. 
El gobierno de Ecuador firmó con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) el fideicomiso Yasuní-ITT, que busca evitar la extracción de petróleo del subsuelo ecuatoriano a cambio de recursos financieros conseguidos a nivel mundial,  principalmente de los países industrializados.
Con este mecanismo, Ecuador y Naciones Unidas intentan cumplir varios objetivos ambientalistas con un solo movimiento.
El primero consiste en salvar el Parque Nacional del Yasuní, que abarca unas 982 mil hectáreas de la Amazonía occidental y representa uno de los lugares de mayor biodiversidad en el planeta.
Si Ecuador decidiera explotar el petróleo del Yasuní, para lo cual tiene derecho, y más aún considerando su pobreza, la infraestructura petrolera serviría la mesa para las compañías mineras y madereras, el desarrollo inmobiliario, el desplazamiento de comunidades indígenas y los conflictos políticos.
En fin, todas aquellas actividades comerciales que en su descontrol representan una cárcel para los ecosistemas del mundo.
El segundo objetivo a lograr con este fideicomiso es el pago de las deudas ambientales de los países ricos. Es decir, un paso importante para la anhelada justicia ambiental.
El mecanismo de contribución consiste en bonos llamados Certificados de Garantía del Yasuní, documentos que otorga el gobierno de Ecuador garantizando que el petróleo se queda en el subsuelo. Si en algún momento Ecuador decidiera explotar el petróleo, los bonos deberán de ser pagados en su totalidad.
Un tercer y fundamental objetivo es el precedente que esta iniciativa puede sentar para las relaciones entre el planeta y las actividades humanas productias. El Fideicomiso Yasuní se asemeja de algún modo a las concepciones sobre bonos de carbono que ya se han planteado en otros foros.
Sin embargo, el objetivo por salvar aquí no es etéreo como el CO2, sino que yace frente a los ojos del mundo en forma de una selva virgen, cuya salvación puede dar buenas etiquetas verdes y de responsabilidad social a las empresas que quieran reposicionar su imagen en un mundo cada vez más preocupado por el medio ambiente.
Imaginar a Coca-Cola o a General Motors pelear por tener más certificados del Yasuní invirtiendo más dinero en la conservación de esa selva es un escenario que se antoja.
El cuarto beneficio parece soslayable, pero no lo es. Se trata de evitar la combustión de unas 407 toneladas métricas de CO2, que se lograría al evitar la extracción de 800 millones de barriles de petróleo. Se trata de más del 20 por ciento de las reservas petroleras de Ecuador.
 
Estas cifras fueron confirmadas por la ministra coordinadora del Patrimonio de Ecuador, María Fernanda Espinosa.
Otra meta a lograr es simplemente el bienestar social de los ecuatorianos, que garantizan con la preservación esta selva conservar un patrimonio vivo y productivo. Más del 60% de los ecuatorianos ha expresado su deseo de evitar la explotación del Yasuní. Con esta medida se cumple un viejo ideal político: la voz el pueblo es la voz de Dios.
Y por si estos beneficios no fueran suficientes, la lista se acumula: el éxito para la eficiencia energética, la investigación y la ciencia; la consolidación del patrimonio nacional, la reforestación, la inversión social, los derechos indígenas, la protección de la biodiversidad mundial, el abasto constante de agua, la semilla para una industria ecoturística, la diversificación de fuentes económicas.
Sin embargo, este pacto ambiental todavía no es un hecho. Falta venderle la idea a los países con los recursos financieros. Para ello, los organizadores tienen como pendiente visitar Alemania, Holanda, Bélgica, Francia, Noruega, España, Italia y EU. Aparte del gigante China. Otro contingente hará el acercamiento en el medio oriente con Los Emiratos Arabes, Qatar, Arabia Saudita, Kuwait y Líbano.
En los viajes se contará con la presencia del presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Por ahora la oferta está hecha, falta que la conciencia de los líderes mundiales aflore para poner un ejemplo fuerte al mundo.
El peor desastre ambiental en materia petrolera del mundo.
TEXACO en la amazonia Ecuatoriana
Rafael Correa
(*) Rafael Vicente Correa Delgado (nacido en Guayaquil, Ecuador; el 6 de abril de 1963) es un economista y político izquierdista ecuatoriano. Ha sido el Presidente de la República del Ecuador desde el 15 de enero de 2007 .
Gracias a sus calificaciones académicas en el colegio, obtuvo una beca para estudiar en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, un instituto particular en Ecuador, en el que finalmente se graduó de economista en 1987. Durante un voluntariado de un año en la serranía ecuatoriana adquirió conocimientos básicos de kichwa, la lengua indígena más hablada en Ecuador.
Correa recibió, luego, otra beca, esta vez para estudiar en Europa y lograr así un grado de Maestría en Economía en la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Mediante un intercambio académico auspiciado por la Universidad San Francisco de Quito, estudia en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos hasta obtener el grado de PhD en 2001.
El título de su disertación doctoral fue "Tres ensayos acerca del desarrollo contemporáneo latinoamericano". Su tesis era esencialmente que las reformas estructurales aplicadas en Latinoamérica a partir de los 80 fallaron en su cometido de fomentar el crecimiento. Mediante un análisis econométrico, Correa argumentó que las reformas no fueron causa del crecimiento, y que la liberalización de los mercados laborales perjudicó a la productividad de los países latinoamericanos http://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Correa
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Escribió para El Polvorin Blog Malcolm Allison

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