DEBATE Sobre cómo el FENÓMENO OVNI pasa a ser objeto de Culto
Por Tavo Jiménez de Armas
Octubre 10 de 2011
DEBATE 1
"No hay herramienta dentro del hombre, parte de él mismo, que no se baste y se sobre para afrontar el siguiente peldaño evolutivo".
Más de veinte años han transcurrido desde la emisión de este debate televisivo, ‘El Mundo por Montera’, que trató el asunto de la vida extraterrestre de la mano de algunos expertos. Allí estaban el ya desaparecido
Paco Padrón, Salvador Freixedo, Félix Gracia, Sixto Paz, Manuel Carballal, Miguel Blanco y Enrique de Vicente.
Dos décadas después de aquel encuentro creo que es una buena ocasión para volver a ver, fragmento a fragmento (son 6), el programa; y comentar, con la ventaja que nos otorga el correr del tiempo, algunos detalles.
Antes de haber vuelto a ver el debate, doy por sentado que la mayoría de los participantes, si no todos ellos, habrá vivido una evolución de sus posturas frente al fenómeno. Os iré comentando mi parecer al tiempo que lo visiono.
Recomiendo que primero se preste atención al video y, posteriormente, se lea el comentario alusivo.
Comienza con Félix Gracia, quien menciona un determinado pasaje de un evangelio apócrifo, aludiendo a la posibilidad de que el fenómeno extraterrestre tuviese alguna vinculación con los personajes principales del Nuevo Testamento. Gracia se refiere a la posibilidad de que algunos de los discípulos de Jesús –tras su muerte- hubiesen sido abducidos por algún ingenio alienígena que los transportó hacia donde se encontraba la Virgen María.
Lo primero llamativo de esta introducción a la tertulia, es el vínculo que se establece en el inconsciente del espectador, que une –o podría unir- los conceptos religiosos que identifica como divinos, con el fenómeno alienígena. Esa es, indudablemente, una de las estructuras que han servido para que el antiguo sistema de creencias (en Occidente, el Cristianismo) se reciclara en el actual -aún en gestación- sistema de creencias de la era tecnotrónica, el del hombre del espacio revestido de un marcado carácter divino.
Tal es así, que una gran parte de la Nueva Era concibe que el salto evolutivo que está madurándose ha de consistir en el contacto con la comunidad cósmica, algunos de cuyos miembros habrían sido interpretados, en el pasado, como ángeles. Esta consideración tiene, pues, al contacto con el ‘hermano cósmico’ como piedra angular de su proyecto. No es un simple añadido más, fruto de una reflexión coherente. Es, más bien, un pensamiento deseoso y una manera muy simple e ingenua (diría que también evasiva) de afrontar el asunto de la evolución. Más adelante volveré sobre este tema.
El vínculo entre mitología cristiana y el sistema de creencias de la Nueva Era (que no es sino una conveniente actualización del viejo sistema de creencias) viene confirmado por el propio Félix Gracia, quien añade el testimonio contado a él por el contactado Sixto Paz, acerca de la similitud existente entre el relato evangélico y sus propias experiencias con naves alienígenas en el desierto de Chilca (Perú). Lo único que difiere entre ambas escenas –la del pasado y la actual- es la terminología usada para describirlas.
Interviene el periodista Enrique de Vicente, respondiendo a la pregunta ‘¿quién manipula el fenómeno ovni?’. Para él no cabe duda: las agencias de inteligencia manipulan el fenómeno, conjuntamente con los grandes grupos de poder económico. Lástima que, veinte años después, la inmensa mayoría de los seguidores de los hermanos galácticos –al menos en España- aún desconozcan que esto es así. El periodista es categórico: ‘esta gente que manipula el fenómeno ovni, por un lado está ocultando la verdadera naturaleza extraterrestre de algunas de esas observaciones, pero por otra –y esto es mucho más grave- están manipulando esa dimensión psico-sociológica (…) para utilizarlo…para doblegar a las masas a nivel mundial’.
Le llega el turno al canario Paco Padrón, quien menciona algunos de los episodios ovni-extraterrestre más relevantes de aquel 1990 y meses previos. Además, da cuenta del ‘elemento absurdo’ que rodea a alguno de esos episodios. A este respecto, recordará el lector que este elemento lo he tratado en otros posts:
‘En aras de no ser tomado completamente en serio, el fenómeno ovni añade aspectos disparatados. Jacques Vallée nos invita a conocer algunos casos en los que lo absurdo es un ingrediente relevante. Estos ejemplos, vividos por testigos dignos de crédito, forman parte de los anales de lo inexplicable:
*1954. Arezzo, Italia. Una señora de mediana edad, Rosa Lotti-Dainelli, se dirige hacia el cementerio, llevando con ella unas flores. En el camino observa un objeto de apariencia metálica con la forma de un torpedo. Junto a éste aparecieron dos seres enanos que sonreían; sus cabezas estaban cubiertas por un casco de cuero rojo. Los muy cachondos se acercan a doña Rosa y le quitan las flores…
*1954. Trípoli, Libia. Un granjero observa cómo un objeto ovoide de unos seis metros de largo toma tierra. El testigo advierte la presencia de varios seres en su interior, uno de los cuales atendía un panel de radio –con sus rudimentarios hilos-, mientras otro ponía una rueda en el tren de aterrizaje.
*1961. Eagle River, Wisconsin. Joe Simonton ve un ovni plateado. Observa que en el interior hay tres seres de metro y medio de altura, vestidos con camisas de cuello alto y gorras de lana. Uno de los seres se acerca a Joe, le muestra una especie de cazo y pide agua para cocinar. Finalmente, los visitantes le entregan tres galletas que, según Simonton, estaban cocinando en una parrilla dentro de la nave.
Precisamente ahí, en lo incongruente, debemos ver una maniobra elusiva que trata de provocar el rechazo de las mentes científicas, para que el asunto quede arrinconado en el baúl de las fantasías o el folclore, y los testigos sean motivo de burla. Con el éxito de semejante ardid, la permanente intervención de esas entidades no es tema de controversia o preocupación general.’ Extraído de ‘Guía para un Nuevo Milenio’ (
http://alturl.com/vkmgp)
Finalmente, toma la palabra el periodista Miguel Blanco. Aquí, como se suele decir, hay chicha, hay asunto a profundizar...
Blanco, más allá del éxito que ya entonces le acompañaba con su programa de radio ‘Espacio en Blanco’, había alcanzado mayor notoriedad por la convocatoria realizada a nivel nacional para que las personas acudiesen a los Llanos de Ucanca (Tenerife, al pie del Teide) en busca de experimentar el fenómeno ovni. Aquello sucedió el 24 de junio de 1984, y reunió a 40.000 personas.
Miguel Blanco dice que ‘en principio, fue un experimento sociológico que a nosotros nos llamó mucho la atención. Reunir a 40 mil personas era un indicativo de que algo, con estos temas, muy importante, estaba ocurriendo. Nosotros habíamos tenido, a lo largo de bastante tiempo, algunos avisos de que iba a darse un contacto en la isla de Tenerife; de hecho, lo llamamos ‘El Día del Contacto’, ese día 24 de junio. Hicimos una serie de indagaciones, pedimos una serie de pruebas, y curiosamente, con Enrique de Vicente, y otra serie de personas, en la Punta del Hidalgo (Tenerife), un lugar que ha mencionado Paco Padrón, vimos mes y pico antes de que sucediera esto (‘El Día del Contacto’), una extraña luz salir del mar (…) Aquello, de alguna forma, fue la prueba de que todo ese contacto iba en serio. Montamos toda esta experiencia (…) No se vio nada, pero tres grupos de personas fueron capaces de fotografiar esto (muestra una fotografía) que tenemos aquí (…) No ha sido ningún tipo de trucaje. Allí había algo aquel día; algo que no pudimos ver pero que estamos convencidos que este año, 1990, se va a repetir, y se va a repetir delante de mucha gente. Creemos que este año 1990 (…) va a ocurrir algo muy importante que va a dar la prueba final de todo este jeroglífico que es el mundo de los ovnis.’
¿Qué se desprende de lo hablado por Blanco? Pues que estamos ante la clásica estrategia de manipulación y condicionamiento por parte de las entidades que, previamente al ‘Día del Contacto’, han convocado al evento, creando expectación.
¿Qué hay de pernicioso en que miles de personas sean convocados por seres alienígenas en medio de una preciosa noche de verano? Actualización del sistema de creencias viejo en sistema de creencias nuevo: culto platillista; reciclaje (el mismo perro pero diferente collar) de la supeditación del hombre hacia el mito; un mito que se traviste de supuesto propósito de contacto desinteresado por parte de esas entidades que siempre estuvieron aquí.
Ellos –los alienígenas- tienden la mano (‘pedimos una serie de pruebas… una extraña luz salir del mar… Aquello, de alguna forma, fue la prueba de que todo ese contacto iba en serio’), Blanco y los otros organizadores recogen el guante, y se cita a miles de personas. El resultado del evento no es nunca satisfactorio para todos, pero siempre queda la evidencia de que algo hubo (‘Allí había algo aquel día’), de modo que sirva de estímulo para seguir cumpliendo con el guión previsto por esas entidades. Blanco lo confirma, se nota que todavía emocionalmente afectado por lo vivido, ajeno a la manipulación de la que está siendo objeto: ‘Allí había algo aquel día; algo que no pudimos ver pero que estamos convencidos que este año, 1990, se va a repetir, y se va a repetir delante de mucha gente. Creemos que este año 1990 (…) va a ocurrir algo muy importante que va a dar la prueba final de todo este jeroglífico que es el mundo de los ovnis.’
Huelga decir que la ‘prueba final’ a la que alude el periodista no llegó en 1990, ni en el 2000, ni en el 2010. Porque el contacto, a diferencia de lo que el ilusionado ser humano cree, no es un elevado evento cultural-espiritual, sino un punto de no retorno dentro de la ‘hoja de ruta’ militar de unas entidades (las que promueven dicho contacto) que tienen un especial interés en que el alma del ser humano siga siendo dependiente.
No hay prueba final, amigos. Hay condicionamiento cultural (a cargo de los quintacolumnistas –conscientes o no de ese rol- como Steve Greer, Alfred Webre, John Mack, Sixto Paz, Isabel de la Fuente, RLG, entre otros muchos) que prepara a las mentes para facilitar el acceso de los farsantes cósmicos.
Y, entretanto no dan la prueba final (que no les interesa) de su existencia, enlazan pacientemente las esperanzas espirituales de sus víctimas con sus deseos más tenebrosos. Paralelamente a esta geoestrategia, los alienígenas van dejando rastros (imperceptibles para las mentes embobadas con el mensaje de contacto), como los ‘elementos absurdos’ a los que aluden Jacques Vallée y Paco Padrón, que evidencian que tienen una carta guardada en la manga. Porque los alienígenas pueden poseer unas facultades de control de la materia y el tiempo que los posiciona privilegiadamente frente al humano, pero no son perfectos, ni supremos. Toda conspiración –y ésta lo es- deja un reguero de indicios que no puede –ante la mirada prudente y observadora- verse eclipsado por las patrañas que el mensaje alienígena de paz y amor incondicional proclama.
Con todo esto, debe reconocérsele a los alienígenas, como expresé al comienzo, la habilidad de haber introducido el ‘factor contacto’ dentro de la comprensión que el humano tiene de su propia evolución.
Creo que hay que ser muy críticos al respecto. ¿Cuáles son las argumentaciones esgrimidas por los integrantes de la Nueva Era para sostener que, en efecto, el siguiente paso evolutivo ha de conllevar el contacto con supuestas entidades extraterrestres benévolas? Sospecho que la primera respuesta que darían es esta: ‘El Sistema nos ha ocultado la verdad: no estamos solos en el universo. Luego, el proceso evolutivo del ser humano consiste en descubrir las mentiras que se le han proporcionado, lo cual deriva en que dicho proceso incluirá el contacto con las entidades cuya existencia se ha negado’.
Sospecho que esa es la estructura argumental de quienes proclaman que el contacto alienígena es parte esencial de la evolución. Personalmente lo considero un postizo que se ha añadido interesadamente por parte de quienes, conocedores (y, probablemente, autores intelectuales) del drama humano, esperan el momento adecuado para aparecer (sea físicamente o mediante la psique de los fríos psicópatas que aún dirigen el mundo en todos sus niveles de control) como salvadores y portadores de una nueva esperanza.
No hay herramienta dentro del hombre, parte de él mismo, que no se baste y se sobre para afrontar el siguiente peldaño evolutivo. Los verdaderos hermanos galácticos, de existir, lo sabrían bien. Y no intervendrían con promesas envenenadas, pues confiarían en sus hermanos terrestres, que tienen la obligación de superar el conformismo y la dependencia infantil hacia otros.
Si esos seres fueran desinteresados, no se arriesgarían lo más mínimo en predisponer al hombre a esperar a quien les saque las castañas del fuego; pues no desconocerían que la dependencia a la que hemos sido sometidos por el Sistema de Control nos ha convertido en seres extremadamente perezosos, y ahora se espera que hagamos uso del esfuerzo para obtener una total, completa y real emancipación. Y eso únicamente se obtiene si no hay intervenciones.
A medida que continúe visionando el debate, lo publicaré junto a los comentarios que me suscite.
Entretanto, aquí hay más información sobre la agenda alienígena:
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DEBATE 2:
PRIMER VIDEO del debate. Recomiendo que primero se preste atención al video y, posteriormente, se lea el comentario alusivo.
Segundo video:
Comienza con la intervención de Manuel Carballal, que apunta a la mente del testigo como el mejor observatorio para comprender el fenómeno ovni. Alude, precisamente, a la exitosa convocatoria a pie del Teide, y cómo la mente de los allí congregados es el objetivo de determinados grupos de poder.
Dicho esto, aunque su intervención ha sido breve, parece que Carballal, al referirse a la mente del testigo (‘un mundo completamente arquetípico, donde el testigo interpreta o matiza lo que ha visto en función de la información que ya tiene’), se dirige hacia el meollo de la cuestión, donde las apariencias, lo estético del asunto ovni, pierde valor frente a la intensa y casi imperceptible actividad que se desarrolla en las profundidades de la psique humana.
Apunta el moderador (Sánchez Dragó) que lo dicho por el investigador nos acerca a Carl Gustav Jung, quien dedicó un libro al estudio de los ovnis. El libro puede descargarse
AQUÍ, en español.
Ese es, a su juicio, el hilo conductor a seguir para investigar el fenómeno de forma correcta. Podríamos decir que, muy acertadamente, Carballal prefiere ahondar en las consecuencias filosóficas y sociológicas de un fenómeno que tiende, inexorablemente, a establecerse como culto.
Eso sí, Carballal no olvida mencionar el escepticismo que, entonces como ahora, envuelve al fenómeno. En este sentido, dos décadas después, el investigador publica en su página, ‘El Ojo Crítico’, un interesante y completo artículo sobre los
pseudoescépticos.
Llega el momento de presentar al contactado Sixto Paz, reconocido –obviamente- pro-contacto. También se presenta a Salvador Freixedo, con una opinión completamente contraria a la de Paz. Quien haya seguido este blog ya sabe que la línea defendida por Freixedo es la que hago mía,tomándola como cimiento para especular sobre la agenda y las intenciones de esas entidades que en el debate son mencionadas como extraterrestres, aunque todo parece indicar que se trata de inteligencias transdimensionales.
La exposición de Sixto Paz es el ejemplo estándar del mensaje que divulgan quienes, con mayor o menor conciencia de ello, están ejerciendo como quintacolumnistas, preparadores del terreno, de dichas inteligencias. Prestemos atención a sus palabras, que tratan de presentar a los alienígenas como seres ausentes de malas intenciones:
‘Estamos siendo visitados por diversidad de civilizaciones (…) no todos son buenos, si les podemos llamar entre comillas “buenos”. Hay civilizaciones a las que nosotros (el grupo Rama, que Paz representa) realmente representamos, más que un interés, somos para ellos un proyecto. No somos un experimento genético como ratas de laboratorio, ni menos aún estoy de acuerdo en llamar a esto (la Tierra) la “granja humana” en la que estamos siendo, de alguna manera, engordados, cebados, para luego, posteriormente, ser el alimento de estos seres. Somos, más bien, no ratas de laboratorio, sino bebés de probeta. Y en vez de ser nuestro planeta una granja, es más bien lo que llamaríamos un “jardín de infantes”, o un nido, o una cuna. Una cuna en la que se tiene una expectativa muy grande. Ahora, ciertamente, hay civilizaciones que actúan… incluso, tratando de crear cuerpos… cuerpos con una finalidad. Nosotros tenemos una respuesta, o creemos tenerla, dentro del grupo Rama (…) Estos seres en ningún momento han dicho “todos somos buenos, aquí venimos con buenas intenciones”. No. Simplemente, “venimos con una intención”. Jamás han dicho, ni siquiera, que ellos sean buenos. Simplemente nos han dicho que no son malos, que no vienen con esa intención agresiva.
Pero que hay “otros” que no comparten sus intenciones. Incluso, nos hablan ellos que hubo una disidencia, una especie de gran conflicto cósmico (…) No es que los extraterrestres se parezcan a nosotros. Somos nosotros quienes nos parecemos a ellos (…) Esto, de ninguna manera, va en contra de nuestros principios religiosos. Es más, la mayoría de las religiones que hoy en día existen son el producto del contacto extraterrestre (…) Incluso podemos encontrarnos con jóvenes que dicen, en Valencia, contactar con ángeles*. ¿Por qué? Porque quizás, en esa expectativa, muy elevada hacia el terreno místico, hay personas que quisieran pensar que un mensaje, o una idea, o una palabra que le viene a su mente, evocada, pues no viene de un extraterrestre o de un ser como nosotros, sino que viene de Dios (…) Durante todos estos años no ha habido nada, de parte de estos seres, que nos haga pensar que sus intenciones son malas, o que estén, realmente, jugando con nosotros.’
El discurso de Sixto Paz se ve interrumpido por Freixedo: ‘Yo tengo grandes dudas sobre eso, y tengo experiencia larga en mi trato con contactados.’
Paz reconoce que el contacto con esas entidades es inducido. Afirma, cómo no, que su grupo (Rama) representa a seres de buena voluntad, si bien ha dicho que aquellos con quienes contacta ‘jamás han dicho, ni siquiera, que ellos sean buenos. Simplemente nos han dicho que no son malos, que no vienen con esa intención agresiva’. La interpretación que el contactado -Paz- hace de la granja, en términos literales, de ganado que sirve de alimento cárnico es una simpleza que oculta la verdaderas intenciones de esos seres: el alimento energético, las emociones, el alma.
Es el propio Sixto Paz quien enlaza las viejas religiones del hombre con el actual culto platillista en ciernes.
Obviamente que no actúan con agresividad, y será fácil entender la razón. Cuando estás desarrollando las primeras fases militares sobre el terreno a conquistar, la agresividad sobre. Lo que se impone es la asimilación y la seducción. Os recuerdo lo que ya expuse en ‘Guía para un Nuevo Milenio’:
‘El Príncipe, obra de Nicolás Maquiavelo (1469-1527): ‘El príncipe que anexe una provincia de costumbres, lengua y organización distintas a las de la suya, debe también convertirse en paladín y defensor de los vecinos menos poderosos, ingeniarse para debilitar a los de mayor poderío y cuidarse de que, bajo ningún pretexto, entre en su Estado un extranjero tan poderoso como él. (…) Porque nada hay mejor para conservar –si se la quiere conservar- una ciudad acostumbrada a vivir libre que hacerla gobernar por sus mismos ciudadanos. (…) Los nobles, cuando comprueban que no pueden resistir al pueblo, concentran toda la autoridad en uno de ellos y lo hacen príncipe para poder, a su sombra, dar rienda suelta a sus apetitos.(…) Agréguese a esto que un príncipe jamás podrá dominar a un pueblo cuando lo tenga por enemigo (…) Por todo ello, un príncipe hábil debe hallar una manera por la cual sus ciudadanos siempre y en toda ocasión tengan necesidad del Estado y de él. Y así le serán siempre fieles.(…) que los príncipes deben encomendar a los demás las tareas gravosas y reservarse las agradables. (…) Movidos por estas razones, según creo, los venecianos fomentaban en las ciudades conquistadas la creación de güelfos y gibelinos (facciones enfrentadas); y aunque no los dejaban llegar al derramamiento de sangre, alimentaban, sin embargo, estas discordias entre ellos, a fin de que, ocupados en sus diferencias, no se uniesen contra el enemigo común. (…) Y, por encima de todo, el príncipe debe ingeniarse por parecer grande e ilustre en cada uno de sus actos’. (página 59)
La comprensión que del fenómeno tiene Sixto Paz es muy similar a la de quienes, por ejemplo, difunden el video ‘El cinturón Fotónico y la Burbuja de Rescate Interdimensional', cuyo contenido y filosofía quintacolumnista ya
analicé hace unos meses.
Interviene el periodista Enrique de Vicente, quien alerta, como antes hiciera Manuel Carballal, del interés que grupos de poder tendrían en los efectos psicológicos que derivan del contacto humano con esas inteligencias: ‘La gente se iba a ver absolutamente confundida. Y en eso tenían mucho que ver esas formas que son los ovnis (…) el problema es que alguien pueda manipular, como de hecho está manipulando, esa creencia con unos propósitos de control mundial. Ese es un peligro que existe, incluso, en muchos grupos de contactados; ha sido un peligro ya denunciado por Jacques Vallée, el “número uno” para mí de la ufología (…) Él (Vallée) ha avisado ya que, tras los cultos y sectas ovni (…) hay varios peligros, pero todos apuntan a lo mismo, hacia un estado mundial (Nuevo Orden Mundial), autoritario, regido por una élite supuestamente descendiente o relacionada con extraterrestres, pero todo como una estratagema (…) Yo creo que es una realidad inminente, de la cual estamos viendo muchas cosas’.
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