Estrellas que reflejan e irradian luz a otros mundos que están buscando soluciones para sus propias creaciones. Vuestra tarea en este momento es activar la Biblioteca Viviente de la Tierra y restaurar la Tierra y la versión humana de la vida para que recuperen el primer lugar en la creación. Este es vuestro viaje en este momento.
Existen muchas versiones de la realidad – viable cada una con su propia razón y su propia intención –. El tiempo, el espacio y la existencia de otros mundos son amorfos y son sólo reales según la atención que les prestáis. Hay muchas Tierras donde elegir: hilos del tiempo conducen a cuentos que han sido olvidados o han sido desviados de vuestro conocimiento y desarrollo, deliberadamente.
Os pedimos, a cada uno de vosotros, que abráis vuestra mente y vuestro corazón, puesto que dentro de vuestros cuerpos y en la propia Tierra están las respuestas a los grandes misterios que buscáis. Aunque parezca que nosotros existimos fuera de vosotros – un colectivo de energías pleyadianas que os habla desde el futuro –, también existimos dentro de vosotros. Somos vuestros antepasados, existiendo dentro y fuera de vosotros. Nosotros somos vosotros, somos espirales doradas del tiempo, ciclos de épocas de existencia y os rogamos que reconsideréis todo aquello que es sagrado para vosotros.
Imaginaos a vosotros mismos haciendo una excursión con el número doce, y exponed el concepto del «doce» a vuestra mente. El material de este libro esta diseñado para descodificar el mismísimo sistema que os estructura y os define: el número doce. Visualizaos viviendo el símbolo numérico del Uno mediante el doce.
Nuestros antepasados procedieron de un universo que se había completado, que había entendido que era el Creador Original, ellos habían entendido que eran un viaje del Creador Original en el tiempo. Ellos procedieron de un universo que había descubierto su esencia – la creatividad –.Al descubrir esta esencia, comprendieron que ellos mismos eran los creadores.
El plan consistía en crear un centro intergaláctico de intercambio de información en vuestro planeta, la Tierra. Era un plan extraordinario, pensado para un lugar hermoso, pues la Tierra está situada en el borde de uno de los sistemas galácticos y de fácil acceso desde otras galaxias. La Tierra esta cerca de muchos portales, «autovías», sobre las cuales viajan las energías en vuestra zona espacial.
Hubo mucho ir y venir para que hubiera una representación individual de cada galaxia en la Tierra, pues todos querían tener a sus semejantes en este planeta. Algunos de los que se encargaban de todo esto, los llamados Dioses Creadores, eran maestros de la genética. Eran capaces de crear, descubrir y juntar moléculas dotándolas de una identidad, de una frecuencia y con cargas eléctricas para crear vida.
Unas energías, que vosotros llamáis dioses, crearon todo lo existente sobre este planeta utilizando para ello su inteligencia. Hay conciencia en todo lo que existe en la Tierra, incluso en las moléculas de vuestras yemas de los dedos, y todo se ha creado para que trabaje al unísono. La conciencia se comunica continuamente mediante vibraciones de frecuencias electromagnéticas. Estas frecuencias se conectan y funcionan como una corporación de inversiones.
Nuestra intención es asistiros para que tengáis un mayor entendimiento de los experimentos pleyadianos que han influido en la Tierra. Durante tiempos de caos y confusión, cuando la especie humana fue oprimida, varias facciones de nuestro sistema familiar llegaron a diferentes lugares alrededor de vuestro planeta y lograron aperturas muy sutiles. Trabajaron con pequeños racimos de conciencia para dejar un resplandor de energía sobre vuestro planeta, pues muchos en el cosmos sabían que éste iba a sufrir grandes calamidades y opresiones.
En estos momentos, la Tierra está en un terrible apuro. De esto no hay duda. No obstante, existe una gran oportunidad dentro de este estado de confusión. A todos se os ha tocado en el hombro para que respondierais a una llamada. Muchos han sido llamados pero pocos están dispuestos a meterse en lo desconocido y encontrarse cómodos con el hecho de ser apóstatas, a defender algo que las masas tal vez no acepten. Aplaudimos vuestra intención y honramos a cada uno de vosotros por entrar en lo desconocido. Os honramos por tener el valor de indagar en las partes de vuestro ser, femenino o masculino, que por razones prácticas no habéis entendido.
Las familias de la conciencia se juntan como racimos, basándose en su nivel de evolución, su mismo deseo y según un plan específico. La Familia de Luz, a la que vosotros pertenecéis, procede de un linaje de conciencia. ¿Quiénes son la luz? ¿Quién posee la luz? ¿Qué hay mas allá de la luz?. Sentid esto por un momento y daos cuenta de que a vuestra mente humana le encanta fabricar mitos, pequeñas historias y cuentos de hadas en lo referente a los verdaderos sucesos del cosmos. Vuestra versión es minúscula en relación a lo que existe de verdad. Por eso os pedimos que cambiéis radicalmente vuestras historias y comencéis a imaginar versiones mucho más amplias de la existencia.
La Familia de Luz es un conjunto de entidades codificadas que trae la información a este planeta. La codificación está dentro de cada individuo. Una vez dispuestos a cuestionar y mirar más allá de las actuales interpretaciones de la realidad, se os guiará para crear formas de pensamiento que hagan que se disparen vuestros códigos.
La Familia de Luz es vasta. Sus miembros se reúnen siempre que hay que difundir información; son como un cuerpo especial de las fuerzas apostatas que se convocan en casos de emergencia. Los miembros de la Familia de Luz son capaces de integrar y sobrevivir las transmutaciones de las dimensiones sin que sus cuerpos o las fuerzas vivas que ocupan se destruyan. Como miembros de la Familia de Luz habéis nacido con la capacidad de transformar la realidad.
La Familia de Luz actúa como un factor estabilizador durante las transmutaciones de las dimensiones, y sus miembros son portadores de las frecuencias que se utilizan para despertar a muchos. Algunos de vosotros tendréis miedo pero no pasa nada. Cada uno de vosotros acogerá el nuevo conocimiento y los cambios hasta donde pueda. Estáis codificados para el cambio, pero la decisión de cambiar o no es vuestra libre elección.
Lleváis la información a los sistemas. Muchos de vosotros tenéis la sensación de haber hecho esto anteriormente. ¡Así es! Es vuestra memoria multidimensional la que os hace recordar que ya fuisteis a otros sistemas e hicisteis lo mismo. Es un proceso familiar para vosotros pues es lo que caracteriza a los miembros de la Familia de Luz; éste es vuestro cometido. Entráis en otros sistemas y reconstruís las realidades; sois expertos en esto.
Habéis perdido la memoria de esto porque habéis venido aquí para trabajar bajo las mismas leyes que todos los demás. Por eso habéis venido aquí en forma humana y con vuestra memoria completamente borrada. Supisteis, antes de llegar aquí, que perder la memoria formaba parte del proceso y habéis elegido este momento específico y estos padres para que os proporcionasen la mejor conexión energética y genética para cumplir vuestro propósito.
Cuando os encarnasteis en el plano terrestre, recibisteis ciertos genes suspendidos, emparejados y hermanados, que contienen los códigos de luz para, de esta forma, daros las mejores posibilidades para desarrollar las habilidades psíquicas e intuitivas. Y no sólo esto, estos genes también contienen algunos datos de memoria que os separan de los demás aunque vosotros no seáis capaces de darle a esta sensación un nombre.
Permitidnos que os demos una descripción del actual escenario: imaginaos a vosotros mismos como miembros de la Familia de Luz pero sin pareceros en nada a lo que sois ahora mismo. Con un chasquido de los dedos, os trasladáis a vuestra identidad cósmica.
«Cuando bajéis a la Tierra, lo creáis o no, será necesario que nosotros vengamos para daros instrucciones, puesto que no vais a recordar nada de lo que os estamos diciendo aquí».
«¡Observad esto! Os mostraremos una película. Mirad, ahí llegamos nosotros en un vehículo y allá estáis vosotros en vuestro disfraz humano, actuando como si no supierais lo que está pasando. Esto forma parte de vuestra misión».
En esta clase habéis sido codificados para que nos respondierais, a los Pleyadianos, y a otros muchos. Cuando os abráis a vuestra mayor identidad, sed receptivos y estad dispuestos a ir más allá de vuestras fronteras pues es por esto por lo que estamos luchando. Deseamos implantar nuevas imágenes en vuestra mente, imágenes que os lleven más allá. No importa cómo lo hacemos.
Ha llegado el momento de comprometeros en la creación de la alegría, la creatividad y el amor por vosotros mismos. Cuando hayáis logrado esto, seréis capaces de servir a los demás porque sólo si vosotros evolucionáis seréis útiles a los otros. Al ser ejemplos vivos, siguiendo los dictados de vuestro corazón, podréis enseñar el camino a otros para que el valor reine en sus corazones. No estamos aquí porque no tengamos otra cosa que hacer.
Si supierais todo lo que sabe vuestro Yo Superior en este momento, estaríais muy impacientes por cumplir vuestra misión. Una misión que implica encarnarse como un humano, pensar como un humano y evolucionar para ser algo más que un humano y entonces darse cuenta de que, desde el principio, sois algo más que humanos.
Algunos habitantes del cosmos consideran a los humanos como algo muy valioso a pesar de que ni vosotros mismos conocéis en este momento el tesoro que está guardado dentro del cuerpo humano. Vuestro cuerpo humano es lo más valioso que vais a poseer y encontrar jamás. ¡No tenéis precio! Se han librado batallas por poseer la Tierra y, como resultado, las fuerzas que os controlan u os limitan os han inducido, con malas artes, a no descubrir el valor que está almacenado dentro de vosotros.
Ahora estáis empezando a encontrar vuestro propio valor. Nosotros deseamos compartir cosas con vosotros, enseñaros y estimular en vosotros, mediante un proceso continuo, el descubrimiento de este valor. El valor que iréis descubriendo crecerá más y más conforme os cuestionéis sobre estas fórmulas – nosotros las llamamos códigos para otras civilizaciones – que están dentro de vosotros.
La Tierra es un microcosmos dentro de un macrocosmos, una versión en miniatura de lo que sucede en todas partes, con una sola diferencia: la Tierra es un punto de mira, un punto que llamamos núcleo. Sabéis que un núcleo es una semilla. Nosotros hemos vuelto a la Tierra para ayudar a los miembros de la Familia de Luz, que han sido sembrados aquí, en el momento clave pues ahora las cosas pueden ser cambiadas.
Compartiremos con vosotros algunos conceptos que os empujarán a entenderos más allá de vuestra actual definición. Muchas de las cosas que sugerimos retuercen y doblegan la mente. ¿Por qué hacemos esto? ¿Por qué queremos confundiros? Bueno, si somos capaces de confundir vuestra actual visión de la realidad, tal vez seamos también capaces de haceros percibir otras realidades, y nosotros queremos removeros hasta que consigáis ver las cosas claramente.
Vuestro lenguaje está codificado y los sonidos crean imágenes que se reflejan, que estimulan y estructuran vuestra conciencia. Las palabras habladas llevan una vibración diferente de las escritas. Nos encanta jugar con ambas formas de lenguaje. Cuando hablamos, la entonación es nuestra propia rúbrica, y utilizamos variaciones y ponemos énfasis de forma sutil en determinados sonidos. Seleccionamos cuidadosamente lo que intentamos expresar y tenemos ciertas maneras de utilizar las palabras.
Al principio estaba la palabra y la palabra era sonido. Así es como se produjo la creación. El sonido os afecta a todos vosotros y está cambiando el planeta. Sin embargo, vosotros no os enteráis de las sutilezas que hay detrás de este proceso. Nuestras palabras impresas en una página también han sido configuradas y codificadas para que os muestren muchas capas de la realidad.
Las palabras estamos aquí se pueden descodificar a otro lenguaje que anuncia básicamente una identidad más grande de quienes somos. La palabra recordar tiene que ver con la aclamación de la fuente de quien os creó, igual que las palabras estamos aquí. Las palabras identifican la fuente de vuestro creador y cuando nosotros hablamos con vosotros, las palabras que utilizamos revelan, a través de su sonido, que nosotros procedemos de la fuente de vuestro creador en las Pléyades. Vuestras células oyen esto y avisan a vuestro cuerpo para que, en su momento, recuerde.
Hemos sugerido que hace aproximadamente medio millón de años sucedieron eventos tumultuosos en este área de la existencia y que configuraron vuestra Tierra tal como es ahora. En gran medida, la Tierra perdió su soberanía y otra fuerza de gobierno se coló y reclamó los derechos de posesión de este fantástico inmueble que vosotros llamáis hogar. Estos administradores recientes y parecidos a Dioses, no han sido siempre los más amables y más benévolos.
Los Dioses Creadores, aquellos que se creyeron la fuerza de la creación, se reunieron, juntaron sus conocimientos y comenzaron a crear formas de vida. Pidieron prestados ADN’s y material genético de muchos mundos diferentes. Este material lo almacenaron en el sistema bibliotecario de la Tierra el cual, a su vez, estaba conectado con un sistema de doce bibliotecas cósmicas.
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