Colombia, en la controvertida moda de los drones
Generan una gran polémica en el mundo. El país también los usa, ¿para qué los quiere?
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidió continuar la heredada guerra contra el terrorismo a su modo. Había prometido en 2008 el fin de la guerra en Irak y Afganistán pero nunca habló nada de dar su brazo a torcer contra al-Qaeda. Para reducir costos militares y evitar la presencia de sus tropas en los países donde operaba la red terrorista, el mandatario demócrata decidió apoyar una batalla guiada desde casa con drones, o aviones no tripulados.
El programa, no obstante, levantó más polémica que las tradicionales invasiones de unidades americanas en el extranjero. Los ataques de estas aeronaves han causado más de tres mil muertes y no todas ellas de delincuentes sino también de civiles en los territorios donde operan: Medio Oriente, África y Asia. Pocos saben que llevan décadas en funcionamiento.
Pero aunque la controversia sobre la práctica de espiar y bombardear sin soldados que tripulen aviones lleva en discusión más de dos años, esto no implicó ningún costo político para que Obama lograra reelegirse. Las condenas han sido de organizaciones de derechos humanos y los países más afectados.
El programa ‘Viviendo bajo Drones’, de Stanford International Human Rights Clinic, tiene un conteo del número de víctimas estimadas de ataques con aviones no tripulados. Según la organización, en Pakistán ha habido 371 operativos, 320 ordenados directamente por Obama, que han dejado 3.584 muertos; de ellos entre 407 y 928 civiles, y cerca de 195 niños. Otro estudio de NBC News indica que uno de cada cuatro abatidos por ataques con drones fueron clasificados por la CIA como “otros militares”, donde cabía una “altísima” probabilidad que fueran ciudadanos del común.
En Yemen han perecido unas 358 personas, 52 de ellas civiles, y 2 niños. El reporte de Somalia habla de entre 3 y 9 ataques, con 27 muertos de cuales por lo menos 15 eran civiles.
Ante la lluvia de críticas, la Casa Blanca prometió “cambiar el enfoque bélico de la lucha contra el extremismo”. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, prometió que Obama “muy, muy pronto” pondrá fin a estos ataques. Los aviones serían usados especialmente para tareas de inteligencia y reconocimiento, más no para bombardeos.
Este propósito le suena a las fuerzas armadas colombianas. Actualmente existe una flota de drones operando en el país que realizan labores de inteligencia, especialmente en las zonas de frontera. The Washington Post, prestigiosa publicación estadounidense, había informado que Bogotá recibiría de Washington algunos de los aviones no tripulados que dejarían de operar en Afganistán. La información fue desmentida por el comando de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC). Pero en entrevista con El Tiempo, el entonces director de la Policía Nacional, general José Roberto León Riaño, reconoció que piensan adquirir más de estos aparatos “con el fin de tener mayor efectividad en la lucha contra la criminalidad y de complementar la labor del policía en tierra”. Estos no vendrían de Estados Unidos sino de Israel y algunos otros intentarán ser de fabricación colombiana.
Colombia se une a la moda
La mayoría de países del mundo tienen en operación militar varios aviones tipo drones sin que sean necesariamente usados en combate sino también en misiones de vigilancia y reconocimiento. Un informe desclasificado de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO por sus siglas en inglés), indica que hasta 2012 había 76 países en el mundo que operaban aviones no tripulados con fines bélicos, policíacos o civiles.
Colombia lleva algunos años en esa lista. KienyKe consultó a la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) sobre el número exacto de drones en operación, sus ubicaciones y misiones, pero la institución no dio respuesta. Fuentes militares que pidieron reserva dijeron a esta revista que varios de los drones en Colombia, además de tener tareas de inteligencia sobre territorios con presencia subversiva, tienen propósitos de vigilancia sobre zonas petroleras para tratar de predecir ataques terroristas contra esa infraestructura -aunque no han dado total resultado-, y además se usan como rastreadores de comunicaciones y en vigilancia de fronteras.
El saliente comandante de la FAC, General Tito Saúl Pinilla, se refirió hace un par de semanas a un programa llamado ‘Iris’ con el cual el país estaría adelantando la fabricación propia de estas aeronaves sin descuidar que varias se adquirirían en Israel. Hasta ahora no se conoce que algún bombardeo haya sido realizado con ‘drones’.
Su uso no está reglamentado bajo ningún código ni ley, y en la comunidad internacional pesa la preocupación porque se genere una regulación con restricciones claras. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió que la utilización de aviones teleguiados respete las normas del derecho internacional.
Marcial Guerra, vocero de la organización estadounidense Answer Coalition, manifestó a KienyKe que en su país ha levantado mucha polvareda la posibilidad de que continúen los bombardeos con drones en el extranjero y que puedan ser utilizados por las policías locales, tanto así que varios planes para que su uso se extienda en algunas ciudades han sido frenados. Existen numerosos movimientos que exigen una regulación por parte del Congreso. “Los drones se utilizarían en ciudades supuestamente para luchar contra la delincuencia, pero sabemos que es para espiar y controlar cualquier estallido social que se pueda estar generando por la crisis económica que atraviesa el país. También para violentar la intimidad”.
Dijo que dentro de Estados Unidos es bien conocido que los aviones no tripulados son usados en Arizona por la patrulla fronteriza para detectar inmigrantes ilegales. En Los Ángeles (California), hay una campaña policial para adquirir estos aparatos y destinarlos a la vigilancia en las calles. “Hay muchas luchas internas para que no se adquieran y de alguna forma han logrado frenar un poco su implementación. Los ciudadanos luchan jurídicamente. Se trata de una violación a las libertades civiles”, agregó Marcial Guerra.
¿Sólo sirven para la guerra?
“Si la tecnología es usada con fines de paz, estamos de acuerdo, – asegura Marcial Guerra-. En caso de que alguna persona se extravíe en las montañas esa tecnología sirve para ayudar a ubicarlo. Hay aplicaciones científicas que serían muy útiles. Hasta para el cine funcionan, por las tomas aéreas. Lamentablemente quien controla la producción de los ‘drones’ no lo utiliza para bienestar de humanidad sino para generar ganancias a través de la destrucción”.
Los usos de los aviones no tripulados son diversos, cuando no se trata de tareas bélicas o militares. En Bélgica se emplean por el Instituto de Investigación de la Naturaleza y Bosques para reconocer distintos tipos de vegetación y los cambios en la biodiversidad. En Japón algunos aparatos fueron utilizados para evaluar los daños en la planta nuclear de Fukushima luego del tsunami de marzo de 2011. También los aprovechan activistas contra la caza de ballenas para monitorear barcos ilegales en el océano.
Algunos vehículos aéreos no tripulados también tienen fines civiles en Perú para investigaciones en arqueología y agricultura. En Nepal las autoridades permitieron al Fondo Mundial para la Naturaleza que dos aeronaves tipo FPV Raptor 1.6 vigilen zonas de reserva animal para identificar cazadores furtivos de tigres y elefantes. Un empleo similar se les da en Sudáfrica. Otros países también los aprovechan para hacer estudios de clima.
Colombia no sería ajena a esta tendencia. La Universidad San Buenaventura adelanta un proyecto de construcción de vehículos aéreos no tripulados que servirán para la medición atmosférica, monitoreo agrícola y ambiental.
@david_baracaldo
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