18 Agosto 2010
Mediante la publicitada “Máquina de Dios” se ha puesto en marcha el mayor experimento del siglo con relación a la probabilidad de la teoría del 'Big Bang'.
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Científicos de todo el mundo, agrupados en la Organización Europea de la Física Nuclear (CERN), crearon durante 20 años una supermáquina para recrear las condiciones más primordiales y energéticas que, se piensa, hubo en el Universo embrionario.
El ser humano puede estar perdiendo el romanticismo de una noche de amor bajo la luna, pero su curiosidad sobre cómo se formó el universo persiste y avanza. Hoy, la ciencia trae sus pruebas sobre el principio del universo.
Champán por el bosón de Higgs
En 1993, el ministro británico de Ciencia, William Waldegrave, reparó en que su gobierno estaba gastando mucho dinero en la búsqueda del “bosón de Higgs”, y dijo:
“No sé si financiaré la búsqueda del bosón de Higgs, pero le pago una botella de champán a quien logre explicarme qué es”.
El físico, cosmólogo y divulgador científico Stephen Hawking apostó alguna vez 100 dólares a que no se encontraría el bosón de Higgs.
Ciertamente, el objetivo principal del LHC es hallar el famoso bosón que explicaría por qué las partículas elementales tienen masa y por qué las masas son tan diferentes entre ellas.
Mediante la colisión de hadrones se busca reproducir las condiciones físicas que dieron lugar al universo.
¿Qué sucederá si el experimento resulta un éxito y el boson de Higgs aparece en el LHC en los próximos años? Si existe debe ser un componente integral del mundo material. Si no existe, también sería un descubrimiento fascinante.
Querría decir que hay otras posibilidades para explicar la masa, en las que no se ha pensado, y habrá que modificar el modelo estándar de la física de partículas en sus fundamentos más básicos.
Mucha máquina, mucha plata
El LHC está destinado a provocar el choque frontal de hasta 2.808 paquetes de protones que son acelerados a una velocidad cercana a la de la luz y que se cruzan hasta 30 millones de veces por segundo en cuatro puntos (multiplica por 10 la potencia del Tevatrón de EE.UU, que, hasta ahora, era el acelerador más potente del mundo).
Al colisionar partículas por medio de una aceleración generada por enormes campos magnéticos, se puede lograr obtener “fragmentos” de las partículas y ver de qué están compuestas y cómo se comportan al colisionar; esto tiene vital importancia para conocer a la materia misma.
Para que la enorme velocidad que se imprime a los protones no los haga salirse por la tangente, se requiere trasportarlos a través de una circunferencia muy grande y mantenerlos en su ruta mediante potentes y gigantescos electroimanes que operan a unos 271 grados bajo cero.
El LHC es el lugar más frío del planeta. Mediante fotografías, los científicos estudian qué sucede inmediatamente después de la colisión.
El diseño del gran colisionador de hadrones se hizo en 10 años, fue aprobado en 1995 y su construcción ha llevado más de 9 años. Desde su inicio hasta la inauguración del 30 de marzo de 2010, el LHC costó 3.900 millones de euros.
En el LHC participan alrededor de 10.000 científicos de 80 países. (atronomos.net.23/lhc)
El primer mini-big bang
Miles de investigadores de todo el mundo han celebrado el 30 de marzo pasado la primera colisión con una energía jamás alcanzada en un experimento científico.
Con todo el dispositivo ha alcanzado la mitad de la energía para la cual ha sido diseñado.
En los primeros grandes choques, el LHC ha dado el bosón W, partícula que ya se conocía pero que los científicos tardaban meses en crear. El LHC lo ha logrado en solo un mes. Sin embargo, lo más espectacular ha sido generar una partícula de antimateria, aunque haya sido por apenas 1.5 milésimas de nano-segundo.
Hay que destacar que la confirmación de que existe antimateria plantea muchas preguntas de difícil resolución, ya que esa sustancia no existe en nuestro universo.
“Científicamente solo es posible observar un 4% de la energía y materia total del universo, por lo tanto - dicen los científicos - podemos inferir que la respuesta al misterio de la antimateria se encuentra en la parte desconocida del mismo”.
(teknociencia.com)
Competencia mundial
La máquina matemática que los físicos llaman “modelo estándar” (elaborada en 1970) es un conjunto de ecuaciones que describe cada forma conocida de la materia, desde los átomos más cercanos hasta las galaxias más lejanas.
En él se describen tres de las cuatro fuerzas en la naturaleza: la fuerte, la débil y las interacciones electromagnéticas. A pesar de sus exactitudes, este poderoso modelo estándar está lejos de ser perfecto y lo más preocupante es que ha resistido todos los intentos por incorporar la última fuerza fundamental: la gravedad.
El gran colisionador de hadrones es el favorito para romper aquel modelo.
Pero no está solo en el juego; en otras partes del mundo, se han diseñado experimentos similares, aunque más pequeños, en busca de elusivas partículas que podrían explicar cómo se formó el cosmos.
¿El avance o el fin?
¿Para qué servirá encontrar la masa del universo? ¿Podrá esto mejorar nuestros problemas diarios, el cáncer, desbordes socioeconómicos, ambientales…?
Para el Prof. Gerardo Herrera, del grupo de científicos detrás del LHC, responde:
“Precisamente, trabajamos en esto porque consideramos que tiene una implicación enorme en todo eso.
No siempre la consecuencia es directa o inmediata en esos problemas. Actualmente, la nueva tecnología para tratar los cánceres, especialmente los que se encuentran muy cerca del nervio óptico o de la espina dorsal, proviene de la radiación con protones, los mismos que usamos aquí para estudiar las colisiones.
La tecnología que se desarrolló para hacer estos haces de protones para estudiar la naturaleza es la tecnología que se está utilizando para curar el cáncer”.
(BBC Mundo, Ciencia y Tecnología).
Con las esperanzas científicas de mejorar la vida, sobreviene también lo opuesto: el temor de que las colisiones del LHC formen un agujero negro que atraiga toda la materia a su alrededor y pueda destruir el planeta.
Esto ha sido negado tajantemente por los científicos; sin embargo, investigadores de universidades estadounidenses dicen que es posible y se han basado en las ecuaciones de Einstein que sugieren que la formación de un agujero negro es posible en el LHC, aunque su detención llevará mucho tiempo.
Aclarando las partes
El gran colisionador de hadrones (LHC, por Large Hadron Collider): es una máquina gigantesca con 27 Km. de circunferencia en un túnel subterráneo octogonal. La máquina está enclavada en roca sólida, a 100 metros de profundidad en los aledaños de Ginebra (entre Suiza y Francia).
Hadrón: Es una partícula subatómica que experimenta la interacción nuclear fuerte. Puede ser una partícula elemental o compuesta. Los neutrones y protones son ejemplos de hadrones.
Antimateria: Está presente en el espacio “vacío” del universo, que en realidad está lleno de energía.
Bosón de Higgs: Hipotética partícula subatómica crucial para la comprensión actual de la física. De existir el bosón de Higgs explicaría cómo las partículas adquieren masa.
http://www.bibliotecapleyades.net/ciencia/ciencia_colisionadorhadrones23.htm
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