Quizá sea una sorpresa para muchos saber que en la Biblia del Rey Santiago en Inglés la palabra “Easter” se encuentra una vez en—Hechos 12:4 [una traducción errónea] pero en las Versiones Reina Valera en Español es traducido correctamente. La palabra correcta del lenguaje Griego es Pascha que significa Pascua o sea “pasar sobre” [nunca Domingo de Pascua o Easter]. En el Inglés esto es un gran problema reconocido y ha entrado hacia todas las traducciones modernas, aunque no ha sido traducido así en las traducciones en Español, todavía muchos celebran el Domingo de Pascua, o Easter.
Pues, si no existe una fundación bíblica para celebrar el Domingo de Pascua/Easter, ¿de adónde y cómo originó esto?
Sorprendentemente, el Domingo de Pascua/Easter tiene sus raíces en las religiones antiguas paganas politeístas. Muchos libros escritos por eruditos y materiales de referencia documentan el desarrollo del Domingo de Pascua/Easter—claramente demostrando que tuvo sus orígenes en las religiones del paganismo.
“Easter [Domingo de Pascua] tuvo un origen pre-Cristiano, es decir [involucrando] un festival [observado] en honor a Eostre, la diosa del amanecer de los paganos…. Esta Eostre también era conocida como la diosa de la primavera que otorgaba fertilidad. Como otra forma de adoración al sol… Eostre, también llamada Eastre, Eostre u Ostara, fue adaptado por o se unió con el Cristianismo. Esta misma diosa del amanecer también era muy conocida… como la diosa de Asiria –Istar, diosa de la mañana” (énfasis añadido).
En el antiguo Medio Oriente, la gente estaban profundamente conectados con la tierra y el ciclo natural de la agricultura. La fertilidad de la tierra era la clave para la supervivencia. La primavera era algo altamente anticipado cuando la productividad y la fertilidad regresaban después de un invierno largo y desolado. Muchas culturas celebraron la venida de la primavera con una parte integral adoración a sus dioses o diosas, particularmente aquellas asociadas con la fertilidad. Koster añade que los huevos y conejos eran símbolos comunes de la fertilidad, y que la diosa de Easter no “era solamente una diosa del amanecer sino también una diosa de la primavera que contenía todos sus símbolos y ritos de fertilidad.
La Enciclopedia Americana declara que la palabra Easter “viene de Ostara o Eostre, significando el festival de la primavera… cuando la naturaleza está en resurrección después del invierno. Por consiguiente, los conejos, conocidos por su fecundidad, y los huevos, pintados con los rayos del sol que está regresando.” Según la Enciclopedia Católica, “una gran cantidad de costumbres paganas celebrando el retorno de la primavera se dirigió a Easter…. El conejo es un símbolo pagano y siempre ha sido un símbolo de fertilidad (énfasis añadido).
Alexander Hislop, en su libro Las Dos Babilónias, escribe que, “Easter no es un nombre Cristiano. Tiene sus orígenes en Caldea [Babilónia] está escrito sobre su propia frente. Easter no es nada más que Astarte… la reina de los cielos, cuyo nombre, tal como pronunciado por la gente Níneve, evidentemente era idéntica con lo que ahora es usado en este país [Inglaterra].
Ese nombre, tal como hallado… en monumentos de Asiria, es Istar.” En otras palabras, ¡los antiguos en Asiria pronunciaban Istar en la misma manera que nosotros hoy pronunciamos Easter!
El origen de Easter [hoy llamado Domingo de Pascua o de Resurrección], sin embargo, es actualmente algo bien antiguo—remontándo sus orígenes a los tiempos después del diluvio bíblico a la Torre de Babel. Nimrod—quien se levantó contra el verdadero Dios de los cielos (Génesis 10:8-9)—fue el fundador de la antigua “religión de misterio de Babilonia.” Después de su muerte, su esposa, la Reina Semiramis dio luz a un hijo ilegítimo, Tamuz (también conocido en la cultura Griega como Adonis), cual ella declaró que era actualmente Nimrod renacido. Semiramis misma fue hecha una diosa y fue conocida como “la reina de los cielos.”
Fred Coulter, ha escrito que Easter es parte de una tradición que “celebra el retorno de Semiramis hacia su forma encarnada como la Diosa de la Primavera… La diosa de Babilonia, Istar… es otro nombre para Semiramis, la esposa de Nimrod, y el verdadero fundador de la religión Babilónica.”
Tamuz es muy importante igual al amalgame de Easter. Después de su muerte inesperada a la edad de 40 años, una tradición comenzó en cual él ambos murió y fue resucitado cada primavera. Coulter añade que, “el conejo de Easter y el huevo de Easter simboliza la unión sexual que produjo a Tamuz, el hijo y el falso mesías de Semiramis, la reina de los cielos… El hijo de Nimrod, Tamuz era el antiguo falso mesías que supuestamente murió y fue resucitado cada año.” En verdad, un tema de muerte obvia y resurrección reaparece en muchas religiones paganas. Parece que antiguamente Istar y Tamuz fueron ambos envueltos en un ciclo de
muerte mitológica y resurrección—una como la diosa de la luna de la primavera y fertilidad, y la otra como la figura del dios sol mesías—haciendolos los perfectos precursores de la moderna tradición de Easter. Según Coulter, los servicios de la salida del sol originaron con el sacerdocio Babilónico para simbólicamente apresurar la resurrección de ambos.
Históricamente, lamentaciones fueron celebradas para el Tamuz fallecido [por 40 días] un día por cada año de su vida. El periodo finalizó, que por supuesto, temprano en la primavera en su “resurrección.” Hislop escribe, “Los cuarenta días de abstinencia de Cuaresma fue directamente adaptado de los adoradores de la diosa Babilónica [Istar].” ¿Es esto una coincidencia que el Cristianismo Ortodoxo de hoy practica una costumbre semejante—la Cuaresma y sus 40 días de lamentacion y abstinencia dirigiéndose hacia Easter?
James Frazer, autor del libro The Golden Bough [La Rama de Oro], añade esto, “La pena de los adoradores se convirtió en gozo…. La resurrección del dios [Tamuz] fue celebrado por sus discípulos como una promesa que ellos también tendrían victoria sobre la corrupción del sepulcro.” Note la extraña semejanza entre el tal llamado “resurrección” de Tamuz y la enseñanza bíblica sobre la resurrección de los santos (Romanos 6:5; I Corintios 15:12; y otros).
Exelente!
ResponderEliminarExelente!
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