Ya es oficial desde finales de septiembre de 2011, ya no hay publicidad en la televisión francesa
25/06/2012
El « estudio sobre el yogurt » que ha lanzado
Didier Raoult*, investigador francés, en la prestigiosa revista científica « Nature » de septiembre de 2009 ha acabado por dar resultados.
Para el director del laboratorio de virología de la Timone de Marsella, los yogures y otras bebidas lácteas hinchadas de pro-bióticos que nos hacen tragar desde hace cerca de 20 años tendrían una gran parte de responsabilidad en la
epidemia de obesidad que golpea a los niños.
Los
pro-bióticos que
Danone añade a saco en diversos yogures son según las alegaciones de la marca expuestas en la televisión, supuestamente
« refuerzan » las defensas inmunitarias. Hay más de 1000 millones por bote de
Activia o de Actimel.
Lo bueno es que estas bacterias “activas y vivas”, según Danone, son las mismas que las que se utilizan desde hace mucho tiempo en la cría industrial como activadores del crecimiento para hacer engordar más rápidamente a los cerdos y pollos.
"Un cerdo atiborrado de pro-bióticos, gana un 10% en la báscula".
O sea que Danone nos incita a criar a nuestros niños como cerdos o pollos
De hecho, a principios de año, los investigadores han tenido la idea de comparar la flora intestinal de los obesos y de los no obesos. Y ohhhh, sorpresa, los primeros estaban atiborrados de pro-bióticos, esos que se encuentran precisamente en los yogures «Activia».
Didier Raoult Comenta :
« Se han autorizado para la alimentación humana activadores de crecimiento utilizados en la cría (de animales), sin pararse a saber cuál sería el efecto sobre los niños ». De golpe, este ha reclamado estudios para conocer el papel preciso de TODOS los productos lácteos en la epidemia de obesidad infantil.
Por otra parte no son solo los niños los que son víctimas de esta superchería :
«He encontrado numerosas mujeres rellenitas a pesar de estar sub alimentadas, y que buscaban adelgazar desesperadamente limitándose a varios yogures al día y algunas chucherías”. Y, desesperante desilusión, continuaban engordando, y estaban cada vez más cansadas y frágiles…
Finalmente, los sembradores de alerta independientes han acabado por mover a los servicios oficiales antes de que el escándalo no explote a la luz del día. Es así como acaban de meter presión sobre el grupo Danone, obligándole, según los términos delicados de los grandes periódicos, « a revisar su copia » (Un monstruo como Danone, eso se negocia). Hay que darse cuenta de todos modos que esto podría ser un duro golpe para el lobby ya que los grupos
Actimel Europa y Activia Europa valen en conjunto más de 15.000 millones de euros.
Pero no nos preocupemos por esta empresa de tramposos, ya que entre sus discretas e inteligentes maniobras de retirada de publicidad y la adición de muchos de los consumidores, no hay realmente “fuego en el lago”, mientras esperamos que nos inventen otra “ensalada a la moda”.
Resumen del estudio de Raoult:
Estudios recientes sobre la flora intestinal humana, han demostrado que la obesidad se asocia con una reducción en bacterias Gram-negativas, específicamente los miembros de las Bacteroidetes, y un incremento en bacterias Gram-positivas Firmicutes1. Además, se ha demostrado que la microbiota intestinal de los individuos obesos es menos diversa que la de los no obesos. La manipulación de la microbiota intestinal – a través de la administración de probióticos y antibióticos – ha sido utilizada para estimular el crecimiento en animales de granja durante 50 años y está regulada por la Food and Drug Administration (FDA) en Estados Unidos y por la Comisión Europea en Europa .
Los probióticos utilizados para este fin en la industria agrícola incluyen Firmicutes, productos que contienen, en particular, Lactobacillus spp., Bifidobacterium spp. y Enterococcus spp.
Estos productos se han comercializado y utilizado en la mayoría de la industria de cría de animales, incluso en la producción de aves de corral, terneros y cerdos, y muchos estudios han mostrado un incremento en el tamaño y el peso de los animales jóvenes a los que se dan estos aditivos bacterianos. Los antibióticos se han utilizado también para este propósito, aunque esta práctica está prohibida en Europa.
Los Firmicutes también se utilizan directamente como coadyuvantes terapéuticos en seres humanos, bajo los nombres de probióticos, prebióticos o, más generalmente, llamados alimentos funcionales.
En los Estados Unidos, estos productos se clasifican por la FDA como “generalmente considerados como seguros” (GRAS, irónicamente, ‘gras’ se traduce como “gordo” en francés).
El análisis de estos productos mostraron que contienen altas concentraciones de Lactobacillus spp vivo. y Bifidobacterium spp. (Hasta 108 organismos por gramo o mililitro).
Estas concentraciones son similares a los utilizadas en los animales como promotores del crecimiento. En los Estados Unidos, los productos que contienen probióticos ya sean bebidas lácteas o yogures contienen típicamente una centena de lactobacilos.
El Lactobacillus acidophilus que se encuentra en los alimentos funcionales, esta presente en cantidades que son equivalentes a las utilizadas para causar aumento de peso en los cerdos.
También se han asociado estos probióticos, con el aumento de peso en niños tratados por diarrea. Además, algunos estudios han demostrado el aumento de peso en los niños que recibieron Lactobacillus rhamnosus, independientemente de la enfermedad para la que este probiótico era prescrito. Cuando estos datos se consideran en el contexto de la epidemia de obesidad infantil que se está produciendo en muchos países desarrollados, parece esencial estudiar con rapidez y de forma completa los efectos que los probióticos tienen en la población.
Los alimentos funcionales, incluyendo los productos lácteos fermentados que contienen probióticos, están ganando popularidad en muchos países, especialmente entre los niños.
Pero son muy pocas investigaciones se han llevado a cabo, sobre todo en lo que respecta a la conexión entre estos productos y el aumento de peso.
Estos productos alimenticios se venden a menudo con el pretexto de tener efectos positivos sobre la salud de los niños, pero hay pocos datos concluyentes para apoyar estas afirmaciones.
Sorprendentemente, el nivel de regulación para el uso de probióticos en los seres humanos es menos estricto que el de su uso en animales. Las diferentes especies bacterianas involucradas y las concentraciones presentes en los productos, muchas veces no es una información expuesta clara para los consumidores, y que yo sepa los efectos a largo plazo de los probióticos como suplementos alimenticios humanos, o como terapia nutricional no han sido evaluados rigurosamente.
En mi opinión, hace falta un trabajo mayor de investigación de acciones e interacciones de estos probióticos, antes de que se recomienden para su uso en niños.
Estudios de referencia:
- Ley, R. E. et al. Human gut microbes associated with obesity. Nature 444, 1022–1023 (2006).
- Turnbaugh, P. J. et al. A core gut microbiome in obese and lean twins. Nature 457, 480–484 (2009).
Publicidad engañosa:
En las publicidades de ambos productos, la empresa asegura que las bacterias beneficiosas en su yogur Activia ayudan a aliviar el estreñimiento y que su bebida DanActive (como se conoce al Actimel en EE.UU. y Canadá) posee bacterias que refuerzan el sistema inmunitario.
Pero la Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés) dijo que no hay evidencias científicas que avalen las bondades que la marca anuncia en sus publicidades.
La FTC anunció que había llegado a un acuerdo con la empresa que le prohíbe dar por hecho ciertas propiedades de sus productos, a menos de que sean aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drugs Administration, o FDA).
Se eliminará la publicidad que indica que estos productos ayudan a evitar resfriados y gripes, o que contribuyen en la regulación del tracto intestinal. Ya que hasta el momento, no hay sentencias científicas que avalen las bondades que la marca anuncia en sus publicidades.
Pero no nos preocupemos por esta empresa de tramposos, ya que entre sus discretas e inteligentes maniobras para la retirada de la publicidad y la adicción de muchos de sus consumidores, no perderán mucho, mientras esperamos que nos inventen otra “ensalada a la moda”.
Didier Raoult es profesor de microbiología y especialista en enfermedades infeccciosas. Dirige la Unidad de Investigación de Enfermedades Infecciosas y Tropicales Emergentes (URMITE) de Marsella. A los 58 años le ha sido concedido el Gran Premio Inserm 2010 por el conjunto de sus trabajos sobre agentes patógenos y su descubrimiento de virus gigantes.
Y seria el cuento de no acabar, hay muchísima información en la red de como esta empresa miente a sus consumidores, ya que Danone trata de vender sus productos como beneficiosos para la salud y milagrosos, pero es simplemente es yogur, y si te gusta el yogur, mejor hazlo en casa es fácil rápido, barato y saludable.
*Didier Raoult es profesor de microbiología y especialista en enfermedades infeccciosas. Dirige la Unidad de Investigación de Enfermedades Infecciosas y Tropicales Emergentes (URMITE) de Marsella. A los 58 años le ha sido concedido el Gran Premio Inserm 2010 por el conjunto de sus trabajos sobre agentes patógenos y su descubrimiento de virus gigantes.
Fuente:
http://ecocosas.com/noticias/danone-activia/
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