Así opina Bernice Dapaah, directora ejecutiva de la iniciativa Bicicletas de Bambú, que capacita a jóvenes ghaneses para construir, reparar y comercializar bicicletas con cuadros hechos con cañas de esa planta.
“Estamos empoderando a mujeres, niños y jóvenes, y el proyecto reduce las emisiones de carbono y contribuye a la descongestión del tráfico, lo que sirve también para combatir el cambio climático”, dijo a IPS.
Bicicletas de Bambú recibe el apoyo de Ibrahim Djan Nyampong, propietario de la empresa Africa Items Co. Ltd., en Accra, y los cuadros son vendidos en el exterior a 350 dólares cada uno.
Cuesta unos 200 dólares fabricarlos, y Nyampong, también asesor técnico de la iniciativa, paga a los jóvenes aprendices por su trabajo 30 dólares extra por cada cuadro.
Nyampong destacó algunas de las ventajas de los cuadros de bambú respecto de sus pares de metal o de fibra de carbono.
“Duran más que el cuadro de metal”, aseguró. “Una bicicleta de bambú no se rompe, es muy duradera”.
Señaló que una prueba de control en Alemania demostró que los cuadros de bambú podían ser 10 veces más livianos que los de metal y que tenían más resistencia al peso.
El bambú es fibroso, y por tanto resistente a los golpes. Naturalmente amortigua las vibraciones, por lo cual los cuadros no necesitan resortes de acero ni de titanio.
“El bambú también ha sido tratado contra el resquebrajamiento y las termitas, así que es muy fuerte”, subrayó Nyampong.
Añadió que el bambú era sometido a un tratamiento de entre tres y seis meses antes de ser destinado a la fabricación de cuadros. Luego, se los recubre con laca para protegerlos de la lluvia y de otro tipo de daños.
Esto los hace idóneos para el mercado internacional, y la compañía austriaca BambooRide ya comenzó a importarlos para venderlos en Europa.
“Comenzamos a colaborar con (Nyampong) en la fabricación de cuadros, porque son buenos pero tenían que cumplir con ciertos estándares europeos”, dijo Matthias Schmidt, gerente de ventas de BambooRide.
“Es como una sociedad, una transferencia de conocimientos en ambas direcciones”, dijo a IPS.
Ahora la compañía austriaca importa más de 10 cuadros por mes, y Schmidt señaló que trabaja para expandir la iniciativa.
“Su capacidad es limitada… y en caso de precisar más cuadros, necesitaremos otras fuentes. Por tanto, estamos apoyando los esfuerzos de Dapaah para mejorar el equipamiento y la tecnología”, indicó.
Asegurando la sostenibilidad ambiental
El empleo de bambú en lugar de metal para fabricar cuadros de bicicletas también tiene ventajas para el ambiente.
Según Dapaah, la disponibilidad del bambú como material local no solo permite a los fabricantes evitar altos costos de importación, sino también reducir las emisiones de carbono generadas por el transporte de los insumos.
Además, el bambú es orgánico, reciclable y, a diferencia del metal, no requiere de altos niveles de energía durante la extracción y fabricación.
“Las bicicletas de bambú respetan el ambiente, y además sirven para luchar contra el cambio climático”, dijo Dapaah.
Añadió que la iniciativa también se comprometía con la sostenibilidad ambiental trabajando con productores de bambú en comunidades rurales, creando nuevos cultivos y preservando los ya existentes.
“Si cortamos un bambú, nos aseguramos de plantar por lo menos tres o cinco más”, afirmó.
Además, la fabricación de cuadros de bicicleta promueve una alternativa de transporte en un país cada vez más dependiente de vehículos en base a combustibles fósiles.
El director regional de la Agencia de Protección Ambiental de Ghana, Isaac Osei, subrayó que esto es muy importante. “El tránsito en el país está creciendo, y esto va asociado con temas ambientales”, dijo a IPS.
Hay 30 vehículos a motor por cada 1.000 personas en Ghana, y la Autoridad de Concesión de Licencias a Vehículos y Conductores registra cientos más cada día.
La información sugiere que la adquisición de vehículos seguirá creciendo, pues el país registra un aumento sin precedentes de su producto interno bruto (PIB) por habitante, 402,3 dólares en 2011, el mayor de África occidental.
Osei alertó sobre los impactos del creciente uso de vehículos a combustibles fósiles, incluyendo la emisión de dióxido de carbono y la contaminación con partículas de polvo.
“Creo que educar a la gente para que use bicicletas en vez de vehículos es bueno para el país y para el mundo entero”, dijo.
Además, al capacitar y dar trabajo a jóvenes, la iniciativa colabora en la reducción del desempleo y, en consecuencia, de la pobreza rural.
“Hasta ahora hemos capacitado a 10 jóvenes”, dijo Nyampong. “Pueden fabricar bicicletas, pero aún no de nivel, así que los seguimos capacitando”.
Además, la iniciativa ayudará a los jóvenes a que luego instalen sus propios talleres y comiencen a capacitar a otros.
En 2009, Bicicletas de Bambú ganó el premio de la Iniciativa Global Clinton, y en 2010 el premio de la Iniciativa SEED, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
También ganó atención internacional en junio, cuando recibió el Premio Mundial de Negocios y Desarrollo en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20), realizada en Río de Janeiro.
fuente: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=101438
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