LA COLOSA (COLOMBIA): Minería a Cielo Abierto - Horroroso Plan de Devastación de Colombia y del Planeta... (Parece que no han previsto la explosión del activo VOLCÁN MACHÍN, considerado de máxima peligrosidad en Colombia)...
¿Sabes tú que es la MINERÍA A CIELO ABIERTO? Es la completa y deshumanizada aniquilación de la MADRE TIERRA desde sus entrañas... Es como matar a tu PROPIA MADRE, la única Dadora de VIDA...
"EL DINERO NO SE COME NI SE BEBE... DESCONOCER LA NATURALEZA ES LA CAUSA DE LA DESGRACIA HUMANA" (Hopis)...
DEFIENDE TU TIERRA... SUBLIME OBRA DIVINA... NO HUMANA...
Gloria H.
http://armonicosdeconciencia.blogspot.com
En relación con un comunicado que emitiera recientemente el Departamento de Ciencias Biológicas, sobre la posición de algunos de sus miembros en relación con el contrato de monitoreo ambiental firmado con la empresa Anglo Gold Ashanti (AGA), para la etapa de exploración minera, me permito expresar las siguientes opiniones, que en todo caso son por supuesto a título personal.
En primer lugar, aunque por estructura organizativa pertenezco a dicho departamento, dejo en claro que no hice parte del grupo de personas que redactaron dicho documento, el cual además no comparto en muchos de sus enunciados y por el contrario, me hace sentir avergonzado por tener la desfachatez de insultar de manera flagrante la caficultura, y en general la agricultura colombiana, comparándola de forma ligera y grotesca con el ecocidio que se proyecta realizar en La Colosa (Cajamarca – Tolima), a propósito de la exploración y posiblemente posterior explotación aurífera que planea la transnacional AGA en dicha zona.
Quisiera saber si los profesores que sostienen dichas ideas estarían dispuestos a defenderlas ante la humilde comunidad que se verá directamente afectada. También quisiera saber qué decidirían estos profesores entre optar por tomar una taza de buen café colombiano o una de agua (cianurada) de las quebradas que recibirán las escorrentías con productos de la lixiviación de la actividad minera en la zona de La Colosa.
Se está pecando por ingenuidad o por ignorancia o ambos, desconociendo que en nuestro país, la caficultura ha representado una actividad agrícola de valor sustancial para la sociedad, desde que el café fue introducido a Colombia durante la primera mitad del siglo XVIII, pasando a ser uno de nuestros valores culturales y económicos más representativos, y dándonos identidad en el ámbito internacional.
Justamente, la semana pasada, la UNESCO declaró a nuestro paisaje cafetero como patrimonio cultural y paisajístico de la humanidad, premio otorgado entre otras cosas, por la riqueza natural y la biodiversidad, el equilibrio entre la producción de un café de calidad superior y la conservación del ecosistema, a través de caficultura orgánica y buenas prácticas agrícolas, y el papel del gremio cafetero en la organización y el desarrollo del país.
Alrededor de 500 mil familias pobres (2 millones de personas) dependen casi exclusivamente de la explotación minifundista del cultivo del café, pues el área promedio por finca es alrededor de 1.5 hectáreas, de un total de 888.000 hectáreas sembradas en la actualidad. El sector cafetero genera 631 mil empleos directos al año y los productores están agremiados en una empresa netamente nacional, la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, cuyos dividendos se reinvierten directamente en el negocio y en varios frentes de desarrollo nacional, como investigación, tecnología, salud, educación, infraestructura de vías, etc. En los últimos treinta años el café ha respondido en promedio por el 23% del PIB agrícola, el 13% del PIB agropecuario y el 2,3% del PIB total y representa el 30% de las exportaciones agrícolas.
En contraste, en el 2010 la Agencia de Protección Ambiental de Gana se vio en la necesidad de cerrar dos instalaciones de almacenamiento de residuos de la AGA. La compañía vertía los tóxicos a los ríos y el medio ambiente circundante; la misma agencia le otorgó a la AGA la peor calificación (nivel Rojo) a dos de sus minas en Gana. En enero de 2011 la empresa AGA fue acreedora al premio internacional Public Eye Awards, por ser considerada la empresa más irresponsable del mundo. No existen ejemplos de minería en el mundo que evidencien impacto positivo, progreso o respeto por el medio ambiente en las zonas explotadas.
No sé el lector, pero yo si preferiría vivir en una agradable y acogedora finca cafetera que en el inhóspito paraje marciano que quedará tras la explotación aurífera a cielo abierto de la mina La Colosa en Cajamarca, tras años de una actividad minera que arrasará, no solamente con el agua, la cobertura vegetal y la fauna que ésta sustenta, sino con la capa de suelo que posee la estructura y componentes necesarios para la reconstrucción del ecosistema. Es un daño prácticamente irreparable que no se puede comparar de ninguna manera con la agricultura, que a pesar de los impactos que efectivamente tiene sobre el entorno natural, ejercidas apropiadamente permiten la coexistencia del hombre con las plantas y animales, la estabilidad de las laderas, la sostenibilidad hídrica y la riqueza química e integridad física de la capa orgánica del suelo y todos los beneficios que de él se derivan.
Solo es cuestión de aplicar un poco de sentido común. No es gratuito el porqué la región cafetera se ha convertido en los últimos años en un excelente destino turístico. Incluso es un santuario ideal para los ornitólogos que vienen de todas partes del mundo a avistar aves exclusivas de nuestro paisaje. Además, no creo que los jurados de la UNESCO se fijaran en el desolador paisaje del municipio minero de Marmato, para otorgar un premio declarando patrimonio paisajístico de la humanidad al eje cafetero.
De manera simplista, los defensores del proyecto, entre ellos el rector Ricardo Gómez Giraldo y el vicerrector Carlos Emilio García, argumentan que “si no lo hace nuestra universidad, otra lo va a hacer” y citan a la de Antioquia y la Nacional como la competencia. Como dijera una colega universitaria, es el mismo triste y peligroso argumento del sicario de cualquier ciudad, que ante la pregunta ¿por qué asesinas?, casi siempre contestan “porque si no lo hago yo, otro lo va a hacer y esa platica se pierde”.
Sin embargo hay que decir que los profesores del departamento de ciencias biológicas aceptan que “Cuando se piensa en las 515 Ha que serán deforestadas, en el caso de que la fase de explotación sea aprobada, realmente nos parece un impacto considerablemente importante”. ¿Sabían ustedes que existen al menos 6 países en el mundo, incluyendo a Mónaco y El Vaticano, con un área comparable a esa cifra? Pero además, no se dan cuenta de que esas 515 hectáreas (5,15 Km2) para exploración son sólo la punta del témpano, ¿Sabían que cerca de 44 mil hectáreas (440 Km2), o el 86 % del territorio de 51 mil hectáreas que posee Cajamarca, ya ha sido concesionado a través de títulos mineros a la AGA? Es decir, que lo concesionado hasta ahora en Cajamarca a la empresa AGA equivale a una superficie igual o superior a la de ¡48 países diferentes! De hecho, los 14 títulos concesionados a la AGA en la región, además de La Colosa que será solo el punto de inicio de un gran mega-emprendimiento minero, incluyen otros territorios cordilleranos como los municipios de Salento, Calarcá, Pijao y Génova. La AGA tiene actualmente cerca de 800 mil hectáreas (8 mil Km2, suficiente para 77 países) en títulos mineros a treinta años en veinte departamentos de Colombia.
De otra parte, se esgrime un argumento ingenuo por parte de quienes defienden dicho convenio, cuando se dice que es necesario realizar primero los estudios de monitoreo y de impacto, para que luego el Ministerio respectivo tome la decisión final, según lo indica la ley. La historia demuestra que, desde que exista el recurso que se busca, la explotación se hará de todas formas. Hay evidencias de que las transnacionales se aprovechan de la debilidad de nuestras leyes en materia ambiental, unido a la susceptibilidad a la corrupción de muchos funcionarios, y de la pobreza de los habitantes de las zonas rurales, para imponer finalmente sus intereses a toda costa, que no son otros que los de convertirnos en una colonia minera al mejor estilo de las épocas de la conquista. Aquí no se trata de desarrollos científicos o tecnológicos, ni mucho menos de progreso en materia de empleo, salud, cultura o educación; se trata de sustraer a cualquier costo y de manera infame el recurso minero a unos precios ridículos, porque además hay que decir que los montos de las regalías son irrisorios y sumado a unos altos descuentos en rentas, hacen que en el mejor de los casos, al final apenas el 1% de las ganancias se quedan en el país explotado, a costa de destruir nuestros recursos más valiosos, como son las comunidades, la agricultura, la biodiversidad y la calidad de nuestros suelos y fuentes hídricas. Además, los empleados de las minas son maltratados laboralmente, las comunidades de dichas áreas son desplazadas, muchas veces forzosamente, sus tierras son compradas por centavos y estas personas se convierten en indigentes que deambulan por las ciudades habiendo perdido lo único que tenían y de lo cual solían obtener su sustento, sus tierras. Todo ello redundando en el aumento de la prostitución, la delincuencia, el narcotráfico, los índices de violencia, y todas las plagas que destruyen de manera inmisericorde la sociedad.
No hay que mentir al respecto, los estudios de monitoreo que exige la ley antes de otorgar los permisos de exploración y explotación minera son solo un formalismo, un triste saludo a la bandera. Con ello la multinacional solo busca completar un paso más en la funesta lista de exigencias del Ministerio. Todo el que se presta a hacerlo es efectivamente un cómplice de dicha maquinaria perversa. No se necesita ser un gran científico para entender que el cianuro es altamente citotóxico, de hecho, esto ya se descubrió hace siglos. En USA el máximo es 0,2 partes por millón en el agua y 10 ppm en el aire, su remoción total del medioambiente no es asumida por ninguna empresa minera y los derrames son frecuentes. Tampoco hay que ser Einstein para entender que la perforación a cielo abierto causa grandes estragos irreversibles en la estructura y composición del suelo, lo cual lo convierte en área estéril de imposible recuperación en el mediano plazo.
Además, las explosiones masivas y permanentes para pulverizar la roca generan gases de lluvia ácida. ¿Será que los científicos que harán el monitoreo considerarán en sus análisis que allí existen pendientes de ladera superiores a 45º y fallas geológicas que dificultan o impiden enormemente el control de las escorrentías de los lixiviados tóxicos que se formarán? ¿Podrán predecir cuál es el destino más probable de esos desechos altamente tóxicos en caso de desbordamientos de cualquiera de las innumerables quebradas o producto de movimientos telúricos en esa zona? ¿Conocen que la mina se ubica en la zona de influencia del volcán Machín y que esto puede suponer un riesgo adicional? ¿Cuál es el alcance de las inevitables lluvias ácidas compuestas de óxido nitroso producto de las constantes explosiones requeridas para pulverizar la roca antes de extraer el oro? Teniendo en cuenta que para extraer 1 gramo de oro se requiere remover y pulverizar hasta 1,5 toneladas de suelo ¿Cuál es el destino final de las millones de toneladas de polvo de roca contaminadas con cianuro y otros tóxicos al término décadas de explotación? ¿Cuál es el riesgo de afectación de los sistemas de regadío de la región y de contaminar el lecho del Río Magdalena con los vertimientos de las piscinas de cianuro que se construirán para precipitar el oro? ¿Qué pasará por ejemplo con el Río Coello, Bermellón, 161 nacimientos de agua y tantas quebradas más que abastecen el sistema de riego de El Espinal? ¿Será que las limitaciones y restricciones impuestas por las autoridades al monitoreo, permitirán predecir certeramente el grave impacto que puede tener la destrucción de esos ecosistemas sobre otros igualmente valiosos y aledaños como los que se ubican en la zona del Cocora y otras regiones cordilleranas?
Cuando perdemos biodiversidad, perdemos también calidad de vida. De nuestros ecosistemas obtenemos oxígeno, agua, medicinas, alimentos, y todo lo necesario para sobrevivir. La pretensión de que se trata de una oportunidad de hacer estudios científicos es un distractor hábilmente manipulado desde la administración central de la Universidad de Caldas, con el único objetivo de ganarse 2 mil millones. Incluso el contrato contempla serias restricciones a la publicación de resultados, con lo cual, las comunidades afectadas no tendrán oportunidad de conocer a tiempo los resultados de estos informes. De lo que se trata es de aplicar una técnicas para hacer una especie de inventario, una mera descripción de la exuberancia de la biodiversidad que ya sabemos que existe allí, una exploración para tomarle una fotografía borrosa a la magnificencia de la naturaleza. Será un documento que se guarde en los anaqueles burocráticos del olvido para que alguien si acaso, dentro de unas décadas, cuando ya nada se pueda hacer, tenga una leve idea de la magnitud de la destrucción y del desastre que con toda certeza causará ese ecocidio.
El informe biológico dirá algo como esto: la riqueza de especies está descrita por los siguientes índices de diversidad (reportarán algunas cifras); se identificaron los siguientes grupos faunísticos y florísticos en la zona y abundancias aproximadas (reporte de algunas cifras y denominaciones taxonómicas); las especies forestales estratégicas como refugio y alimento faunístico son …; la tasa de crecimiento anual por especie se indica en la siguiente tabla …; la distribución geo-referenciada y la cobertura de especies por unidad de área es …; los factores tensionantes y limitantes de los procesos de regeneración son …; además de otros datos descriptivos, todos destinados a ser cifras muertas que engrosarán los expedientes de un ecocidio anunciado.
Adicionalmente, hay que considerar que dichos monitoreos estarán sujetos a los lineamientos y especificaciones técnicas ya definidas en el contrato y desde el Ministerio (MAVDT), los cuales en muchos aspectos son muy restrictivos, insuficientes y además superficiales. Por ejemplo, no se permite realizar muestreos a través de colectas o análisis genéticos, tan solo el registro de algunas aves y quirópteros (murciélagos) a través de redes de niebla y visualizaciones directas, registros sonoros, fotográficos, huellas y heces. Estos métodos rudimentarios y la escasa frecuencia con que se prevé hacer los monitoreos, impiden la cabal detección de todas las especies y medir adecuadamente la magnitud de la biodiversidad en la zona o la movilidad de los organismos entre relictos del bosque o entre la zona intervenida y los santuarios naturales aledaños. Tampoco se contempla el estudio de la riqueza de la biota del suelo ni de los acuíferos, la cual es fundamental para el sostenimiento de toda la cadena trófica de los ecosistemas.
Pensemos en un ejemplo, imaginemos el caso de una persona sin antecedentes patológicos o síntomas evidentes de enfermedad, que le paga a un dermatólogo para que verifique el buen estado de un fragmento de su piel, antes de deformarlo para realizarle un tatuaje o una modificación corporal, que es un cambio permanente o semipermanente deliberado del cuerpo humano por motivos no médicos, sino espirituales, culturales, religiosos o sexuales, para identificarse con alguna subcultura. En este caso, el especialista seguramente le dirá que su piel es saludable y que el daño será prácticamente irreversible. En este caso el especialista no estará haciendo investigación formal, únicamente estará aplicando unos métodos de exploración y diagnóstico para verificar las condiciones fisiológicas de un órgano y de esta manera sustentar lo innecesario del procedimiento transformador. De todas maneras, el paciente procede con el procedimiento, dado que priman sus otros intereses.
En el caso concreto de la mina de La Colosa, se sabe que están de por medio conceptos negativos de parte de la Procuraduría General de la Nación, de la Corporación Regional Autónoma del Tolima (CORTOLIMA) y hasta una votación en contra en primera instancia en la Cámara de Representantes y otra en la Asamblea Departamental del Tolima. Así mismo, muchos líderes comunitarios y hasta el Alcalde de Cajamarca, Guillermo Rodríguez, lo han manifestado hasta la saciedad, ese proyecto resulta altamente inconveniente, desde muchos puntos de vista, para la comunidad por él gobernada. El mismo Ministro de Minas y Energía, Dr. Carlos Rodado Noriega, ha denunciado recientemente, el 31 de mayo exactamente, en Caracol Radio, que se han descubierto alrededor de 28 mil títulos mineros sobre los cuales existen serias sospechas de irregularidades y anomalías de diversa índole.
Los abusos de las compañías solicitantes incluyen: superposición de áreas de explotación con zonas protegidas como parques naturales y páramos, especulación con títulos mineros, anomalías en la contratación y fiscalización, títulos entregados con la cédula, violación de las comunidades mineras tradicionales, entre otras. El Ministro afirmó categóricamente que sin lugar a dudas “existen grupos irregulares de todas las pelambres y matices involucrados de una u otra forma con la actividad minera en Colombia, en particular en lo referente a la explotación del oro” Existen pues situaciones en las cuales la ética, la moral y la duda razonable se deben anteponer a la norma, pues no todo lo que es legal es legítimo. Según las propias palabras del Ministro de Minas en la declaración citada antes “La legislación minera colombiana tiene unas normas perversas”.
Con todo esto deseo plantear que el convenio entre la Universidad de Caldas y la AGA es solamente una excusa para atraer, a cualquier costo, algunos recursos económicos a la institución. Pero el fin no justifica los medios. El componente investigativo es mínimo y se reduce a descripciones simplistas y superficiales de la riqueza biológica e hídrica que sabemos que existe allí. A los profesores-investigadores les diría que no se dejen seducir por los contratos irrisorios que les ofrecerán o en algunos casos, ridículas dotaciones de laboratorio. Ya se ha mencionado por ejemplo un estereoscopio para un laboratorio por 5 millones, o algunas brújulas, elementos de trabajo en campo y GPS, todo lo cual es de bajo costo y representa migajas frente a las utilidades de la empresa e incluso del mismo contrato de monitoreo. El valor del medio ambiente es muy superior al dinero. Los invito a consultar el caso de la mina de Yanacocha (Perú), que coincidencialmente pertenece a la ciudad de Cajamarca (Perú), donde la transnacional “Newmont Mining Gold Corp” extrajo 23.5 millones de onzas de oro puro hasta el 2006, y sin embargo, la ciudad está entre los 3 primeros lugares de pobreza del país y tiene ahora serios problemas sociales, inseguridad, falta de agua y contaminación.
Consulten también el caso de Marmato (Caldas). La tranquilidad de conciencia, la dignidad en alto y la ética ambiental por no haber sido co-partícipes de un proceso que, con toda seguridad, conducirá a un ecocidio sin precedentes, serán la recompensa que sabrán valorar, no solo las comunidades potencialmente afectadas y la sociedad en general, sino sus alumnos, a quienes debemos dar ejemplo, y las generaciones futuras.
La estrategia más consecuente con nuestra condición de biólogos estudiosos y protectores de la vida, no puede ser otra que la de interponer todos los recursos posibles ante las autoridades ambientales y de gobierno para que esos títulos mineros sean suspendidos, entendiendo que el oro no es riqueza sino pobreza y desolación, cuyo fin primordial es alimentar la vanidad humana. En contraste, el agua y los ecosistemas naturales son los tesoros más valiosos que tenemos, y por tanto, que estamos obligados a proteger, así los directivos de turno de la Universidad de Caldas tengan los valores subvertidos a este respecto.
Germán Ariel López Gartner
Profesor Universidad de Caldas
Estos son algunos vínculos de internet relacionados con el tema:
http://es.scribd.com/doc/18110923/Cajamarca-vs-Minera-Yanacocha-en-Fotos
http://wn.com/opinion_alcalde_cajamarca,tolima,colombia_sobre_mina_de_oro_la_colosa
http://www.veoverde.com/2011/02/anglogold-y-neste-oil-ganan-public-eye-award-2011/
http://www.veoverde.com/2011/01/vota-peor-corporacion-2011-greenpeace/
http://www.veoverde.com/2011/01/vota-peor-corporacion-2011-greenpeace/
http://www.publiceye.ch/en/vote/anglogold-ashanti/
http://www.prensarural.org/spip/spip.php?article4832
http://www.youtube.com/watch?v=b24RgmFWYXU
http://www.youtube.com/watch?v=UguHrRi8kF0
http://www.youtube.com/watch?v=ieQ7OZmbe5w
http://www.youtube.com/watch?v=AkDvDTlAujw http://www.youtube.com/watch?v=jYKYWcA-Y_o
Enlace para descargar el documento en pdf: AGA-Universidad de Caldas: Una Nefasta Alianza para el Retroceso
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