La música externa procede de un instrumento externo.
La música interna procede del corazón.
El nombre de esta música interna es unicidad.
La música es el lenguaje interno o universal de Dios. Yo no hablo el francés, el alemán o el italiano, pero si escucho la música de cualquiera de estos países, inmediatamente el corazón de la música entra en mi corazón o mi corazón entra en la música. En ese momento no es necesaria la comunicación externa; la comunicación interna del corazón es suficiente. Mi corazón está comulgando con el corazón de la música, y en nuestra comunión devenimos uno inseparablemente.
En el mundo espiritual lo siguiente a la meditación es la música, el hálito de la música. La meditación es silencio, energizador y colmador. El silencio es la elocuente expresión de lo inexpresable. Dice Aldous Huxley: “Después del silencio, la música es lo que más se acerca a expresar lo inexpresable."
El silencio es el origen de todo. Es el origen de la música y es la música misma. El silencio es la más profunda, la más satisfactoria música del Supremo.
El silencio es como una corriente que va a un sitio y se convierte en un río, o a otro y se convierte en un arroyo, o al mar donde se expande totalmente.
El silencio es el nido y la música es el ave. El ave abandona el nido temprano en la mañana y regresa al nido al atardecer. Del mismo modo, en el mundo espiritual, la música divina procede del alma más profunda del silencio.
Música del Alma
La música del alma despierta e inspira de inmediato nuestros corazones porque encarna al Supremo Absoluto. La música del alma es la Luz que quiere expresarse de un modo divino. Igual que la oscuridad quiere manifestar su autoridad aquí en la Tierra, la Luz quiere también manifestar su Realidad y su Divinidad de un modo específico.La Luz es el alma de todas las cosas. La Luz es el alma de la música. La Luz es el alma del amor y la Luz es el alma de todo arte. Cuando la Luz se manifiesta en forma de música, es la música del alma.
Música significa auto-expansión y unicidad. El Ser se expande por medio de la música. El Ser que se expande no es el ser individual sino el Ser ilimitado. La música es la expansión de la Realidad ilimitada.
Sin duda podemos utilizar la música para ayudarnos en nuestra vida espiritual. La música y la vida espiritual son como hermanas gemelas; no podemos separarlas. ¿Cómo podemos separar dos dedos o dos ojos? Viven el uno junto al otro. Si un ojo no funciona bien, sentimos que nuestra visión es imperfecta. La música y la vida espiritual pueden fácilmente ir juntas; la una complementa a la otra. La música ayuda al buscador espiritual a profundizar en sí mismo para obtener la máxima satisfacción de la vida, de la verdad, de la realidad. La vida espiritual, a su vez, ayuda a la música a ofrecer su capacidad y su fortaleza, que es la luz del alma, al mundo en general.
Cuando escuchamos música espiritual o cuando nosotros mismos interpretamos música espiritual, inmediatamente nuestra existencia interna se eleva alto, más alto, altísimo. Se eleva y entra en el Más Allá, el cual está constantemente tratando de ayudarnos, guiarnos, transformarnos y moldearnos en nuestra verdadera imagen trascendental, nuestra verdadera divinidad. Cuando escuchamos música del alma o interpretamos una pieza de música del alma, sentimos una especie de estremecimiento en nuestra existencia entera. Desde la punta de los pies hasta lo alto de la cabeza sentimos que un río está fluyendo a través de nosotros, un río de conciencia iluminada.
Música y Meditación
Después de la oración profunda o la meditación, la música es de suma importancia en nuestra vida espiritual. La meditación es como una ruta directa, o un atajo, hacia la meta. La música es un camino que está absolutamente despejado: puede ser un poco más largo, pero está muy despejado de obstáculos. Si uno puede interpretar música espiritual o escuchar música espiritual, el poder de su propia meditación aumenta. La música, la música del alma, le añade algo a nuestra aspiración. De la misma manera, si un aspirante espiritual quiere ser músico, aunque no tenga conocimiento musical, podrá ser un buen músico porque la oración y la meditación contienen todas las capacidades. Puede que nunca hayas estudiado música, pero si rezas y meditas con fervor, entonces, dentro de tu oración, dentro de tu meditación, por la Gracia del Supremo, el poder de la música tomará cuerpo. Entonces puedes emplear este poder a tu manera.
Cada vez que se interpreta música del alma, obtenemos inspiración y deleite. En un abrir y cerrar de ojos, la música puede elevar nuestra conciencia. Pero si también rezamos y meditamos, entonces estamos sin duda más iluminados y colmados que un amante de la música que no lleva conscientemente una vida espiritual. Cada músico espiritual está esparciendo conscientemente la Luz de Dios en la Tierra. Dios es el Intérprete cósmico, el Intérprete eterno, y nosotros somos Sus instrumentos. Es el Supremo quien hace el instrumento adecuado. Entonces, es Él quien hace que el intérprete toque adecuadamente, y es Él quien hace al músico.
El Poder de la música
La música de alma y espiritual nos ayuda realmente; nutre nuestra vida interna. La música tiene un poder tremendo. Con el fuego nos podemos quemar o podemos cocinar y hacer otras muchas cosas buenas. Con la música es lo mismo. La música divina eleva inmediatamente nuestra conciencia, mientras que la música no-divina baja inmediatamente nuestra conciencia y trata de destruir nuestro llanto interno y sincero por una vida mejor y más espiritual. La persona espiritual inmediatamente será afectada por esa música. Así pues, la música puede cambiar nuestra conciencia siempre y cuando sea la música que procede del corazón y entra en el corazón. La música que toca la profundidad misma de nuestro corazón puede elevar nuestra conciencia.
La mente y los sentidos
Nuestros sentidos son inquietos. Por eso, nuestra mente sufre. Nuestra mente es dubitativa. Por eso, nuestros sentidos sufren. La mente no tiene capacidad para amarrar o disciplinar a los sentidos. Aquí viene la música para rescatar a la mente. Con la ayuda de la música, la mente ata y disciplina a los sentidos y los hace instrumentos perfectos para que puedan ser inundados con la paz, la luz y el gozo de lo alto.
Por otra parte, cuando la mente está dudosa, cuado la mente se embriaga del veneno de la duda, los sentidos no tienen capacidad para infectar fe en la mente. Aquí viene también la música al rescate. Los sentidos toman la ayuda de la música para transformarse e iluminarse. Cuando los sentidos están calmados y quietos, la mente dudosa es totalmente transformada y deviene inseparablemente una con el corazón, el cual es todo receptividad. En ese momento, nuestro Piloto Interno–el Músico Supremo– puede manifestarse bienaventurada, poderosa e inconmensurablemente. Como Él se está manifestando en y a través de nosotros, la música divina se vuelve parte integral de nuestra existencia y crecemos hacia la perfecta Perfección. El Músico Supremo crea un nuevo mundo en y a través de nosotros. Devenimos la música divina, y una nueva visión de la Realidad trascendental de Dios opera en y a través de nosotros.
¿Puede ponerse música espiritual durante la meditación?
Ciertamente, aunque depende de la persona que medita. Hay muchos buscadores en la Tierra que meditan extremadamente bien, pero que no han desarrollado su sentido musical. Sus oídos no han sido entrenados, por tanto no podemos esperar que cambien su naturaleza de la noche a la mañana. O carecen de capacidad de apreciación, o tienen cierto sentimiento austero respecto a la música. La música psíquica no es muy ampliamente apreciada, y muy pocos aprecian la música del alma. Sienten que es como un extraño que está entrando en su conciencia. Pero en realidad es su propio habitante eterno, su alma, que está profundamente dentro de ellos esperando emerger a la superficie.
Si se pone música divina durante la meditación profunda, esta realza la meditación. Ayudará inmediatamente a elevar la conciencia. Si eres aficionado a la música, poner canciones fervorosas durante tus meditaciones en casa ciertamente te ayudará.
¿Si hacemos sonar música espiritual mientras dormimos, nos beneficiará de alguna manera?
Si haces sonar música del alma mientras duermes, tu vital sutil, físico sutil y mente sutil lo disfrutarán. Pero para tu cuerpo físico puede resultar difícil de apreciar, porque quiere silencio total. Aunque la música del alma se sumará al silencio puro, el silencio interno, el cuerpo físico quiere un tipo de silencio que esté totalmente exento de sonido externo.
Si pones la música a un volumen muy suave, sin duda ayudará e inspirará al físico sutil y al vital sutil los cuales no están durmiendo.
Muchas, muchas veces cuando el físico duerme, el físico sutil y el vital sutil no lo hacen. Se mueven alrededor. Merodeando por aquí y por allí. Visitan a sus amigos y enemigos. Mi música es sin duda una fuente de alegría para ellos. Así pues, para el físico sutil, el vital sutil y la mente sutil sin duda es una ayuda. Pero para el físico tosco que está intentando dormir, puede ser un obstáculo, un desastre.
¿Cual es el deber supremo de un artista o un músico?
El deber supremo de un artista o músico es meditar antes de crear algo y, mientras está creando, permanecer en una conciencia muy contemplativa, divina. Entonces, cuando la creación ha sido completada, inmediatamente ofrecerá su creación al Supremo. No importa lo que los demás digan sobre su creación, no importa cuales sean sus sentimientos acerca de su propia creación, tan pronto como ésta haya sido completada, la ofrecerá al Supremo para que la utilice a Su propia Manera. Este es el deber supremo del músico o artista espiritual.
¿Es la creatividad otra forma de meditación?
Eso depende de lo que estés creando. Si es arte o música espiritual, entonces ciertamente es una forma de meditación. Pero si interpretas música no divina o escribes libros insoportables o tienes tu mente en la cuneta cuando estás pintando, eso no es ningún tipo de meditación. Si tu conciencia está en el mundo vital inferior mientras creas, eso no será una forma de meditación. Pero su estás cantando algo espiritual y fervoroso, o si estás en una conciencia muy elevada mientras estás creando, si te estás dando de una manera divina al objeto o sujeto con el que estás implicado, entonces ciertamente estás haciendo una forma de meditación. Tienes que saber qué estás creando y dónde está tu conciencia mientras lo haces.
Yo doy mucha importancia a aspirar a través de la música. No hay nada malo si sientes aspiración en tu música. Pero has de saber cuantas horas puedes pensar en tu música. Si dedicas cinco horas, seis horas, siete horas diarias a la música, deberías entonces dedicar digamos una o dos horas a la espiritualidad. La música es también una forma de espiritualidad; no lo niego. Pero la altura que lograrás de la meditación, no la lograrás o no podrás lograrla de tu música. La música es una ayuda adicional.
Si puedes tocar música espiritual, música del alma, no tendrás ningún problema en tu vida. Pero si sólo interpretas música mundana, tal vez no estarás satisfecho. Tal vez estés complaciendo al mundo externo, pero no estás complaciendo a tu Piloto Interno a Su propia Manera. Si no eres un buscador aspirante, está bien. Pero si eres un buscador sincero, te sentirás desgraciado.
Cuando hago música, siento un hormigueo alrededor de mi tercer ojo.
Eso indica un despertar. Pero no significa que tu tercer ojo esté a punto de abrirse. No. Cuando tocas música con mucho fervor, una luz-visión interna emergerá a la superficie. La visión está dentro de ti, aunque está dormida. Pero ahora quiere funcionar apropiadamente; no quiere dormir más. Así pues, la visión interna está empezando a operar. La visión del tercer ojo está tratando de emerger, y por eso estás teniendo esa sensación. Es una experiencia muy buena.
¿Qué es el sonido insonoro, y puede servir de puente entre el mundo manifestado y el no manifestado?
Tal y como está ahora, el mundo externo no es consciente en absoluto del mundo interno. Así pues, primero el mundo externo ha de ser plenamente consciente del mundo interno, y luego tiene que escuchar los bienaventurados dictados del mundo interno. Entonces el sonido insonoro –que ahora es oído sólo por muy, muy pocos buscadores de la Verdad y amantes de Dios– puede hacer un servicio divino a la humanidad. Es un descubrimiento interno. Este descubrimiento ha de ser traído a la superficie, y para ello el mundo externo ha de ser despertado conscientemente y ha de aceptar devotamente la belleza y la divinidad del mundo interno.
El sonido insonoro es algo real, absolutamente real. Pero sólo lo oímos en nuestro plano de conciencia más elevado, o cuando nos sumergimos profundo y alcanzamos las cavidades más íntimas de nuestro corazón. El sonido insonoro es infinitamente, infinitamente más poderoso que cualquier sonido hecho por el hombre. Pero hasta ahora, sólo ha estado operando en el mundo interno. Por tanto, aquellos que tienen acceso libre al mundo interno, pueden escuchar este sonido. No sólo ellos derivan un tangible beneficio de este sonido, sino que ayuda inmensamente a los buscadores y amantes de Dios en su vida de auto-ofrecimiento a Dios el Creador y a Dios la creación.
Oh, música del amor
de ti aprendo
el secreto de la proximidad.
Oh, música de la voluntad
de ti aprendo
el secreto de la futura creación.
Oh, música del silencio
de ti aprendo
el secreto de la unicidad universal.
Oh, música de la entrega
de ti aprendo
el secreto de la perfección cósmica.
¿Cuantas canciones he cantado?
¿Cuantas más tengo que cantar aún
aquí en la Tierra?
Dentro y fuera
he estado buscándome
a través de mis canciones.
Con profunda angustia mi corazón llora;
Mi forma-ser no es visible todavía.
En el vasto océano de la vida,
estoy flotando totalmente solo.
Tú no eres sino belleza, belleza eterna,
por donde quiera que vuelva mis ojos.
¿Bebes Tú siempre el néctar
de Tu Ser-Forma
residiendo en mis ojos?
Las olas de armonía
y dulces y melodiosas canciones
que crean resonancia que eleva el corazón,
Oh Amado, ¿las oyes Tú
empleando mis oídos?
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