Vista del barrio palestino de Silwan, junto a la Ciudad Vieja, donde cada viernes se producen disturbios entre árabes y colonos judíos |
Los críticos dicen que la arqueología de la Cuenca Sagrada se explota para promover las pretensiones de Israel a la ‘ciudad eterna’
Samuel Nelson Gilbert
Al Jazeera, Nov. 18, 2013
Traducido para Rebelión por Germán leyens
La Cuenca Sagrada –que contiene la Ciudad Vieja de Jerusalén y sus territorios circundantes– puede ser la propiedad más disputada del mundo. Sagrada para las fes judía, cristiana e islámica, es el centro de Jerusalén y el corazón del conflicto israelí-palestino.
Desde la “unificación” de la ciudad en 1967, cuando Israel capturó Jerusalén Este y comenzó su ocupación militar de Cisjordania, esa área ha sido sometida a un ambicioso proyecto del gobierno israelí para reintroducir la historia judía dentro y alrededor de la Ciudad Vieja, creando un lazo entre el antiguo pasado judío y el Estado moderno. Al centro del proyecto ha estado la excavación arqueológica que, en tándem con el turismo bíblico, ha actuado para hacer progresar las reivindicaciones israelíes a su “capital eterna”, a menudo, dicen algunos, a costa del pasado y presente palestino.
Como explicó a Al Jazeera el arqueólogo israelí de Jerusalén, Yonathan Mizrachi: “Cuando ellos [los israelíes] piensan en su pertenencia a Israel tiene que ver con Jerusalén. No se trata de Haifa, no se trata de Tel Aviv, ni siquiera Jerusalén Oeste. Es la cuenca [sagrada]. Y la excavación arqueológica ha sido el principal instrumento para representar esa pertenencia.”
Pero los críticos dicen que los proyectos arqueológicos financiados por colonos alteran fundamentalmente el paisaje de la supuesta futura capital de Palestina.
“Israel ha utilizado la arqueología como una de las armas en esta guerra en el terreno para expandir la presencia judía en Jerusalén, en particular en Silwan”, dijo Rafi Greenberg, profesor de arqueología de la Universidad Tel Aviv.
“Es lo que ha estado ocurriendo durante unos 15 años. Una combinación de excavación y declaración de áreas como parques naturales que ahora rodean la Ciudad Vieja.”
El ejemplo más extremo al respecto es la Ciudad del Parque de David donde está ubicado el sitio arqueológico del antiguo Jerusalén – situado directamente en las afueras de la Ciudad Vieja.
Desde 1997 el parque ha sido operado por la fundación de colonos derechistas Ir David (ELAD). Esta organización financia numerosas excavaciones arqueológicas dirigidas por el Estado y lleva a cientos de miles de personas a la Cuenca Sagrada cada año.
A principios de los años noventa, la fundación dirigió una agresiva campaña de asentamiento en Silwan.
“Al principio, la arqueología no era en absoluto parte del programa. En algún punto [2001], vieron que era una manera de obtener influencia sobre todos los espacios abiertos – una especie de colonización silenciosa”, dijo Greenberg.
Lo que ha tenido lugar desde entonces es la transformación de una aldea palestina en un parque arqueológico, un proceso que involucra el desalojo físico de palestinos.
Tour de la Ciudad de David
El Parque de la Ciudad de David está ubicado a la entrada a la localidad palestina de Silwan, cerca de la esquina sudeste de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Casi 400.000 personas pasan por el parque arqueológico cada año, participando a menudo en uno de los tours pagados ofrecidos por Ir David.
Cada tour comienza con un vídeo de 15 minutos, proyectado en el teatro en 3D del parque. El vídeo cubre el establecimiento del antiguo Jerusalén por el Rey David, un período que llevó a la destrucción del segundo templo, y el consecuente exilio judío.
Durante toda la película, se presenta la narrativa del derecho bíblico judío, estableciendo un lazo histórico entre la conquista inicial de la ciudad y el actual proyecto de los colonos:
“Jerusalén fue restablecida en los días del segundo templo, luego fue arruinada por los romanos. Durante 2.000 la ciudad pasó de mano en mano. Pero el pueblo judío nunca olvidó su capital eterna… A principios de los años noventa, la fundación IR David restableció una comunidad residencial judía en la ciudad de David, dentro de los parques nacionales que rodean Jerusalén.”
Este pasaje reconoce abiertamente las actividades de colonización de Ir David, mientras ignora 2.000 años de historia no judía.
“Tres mil años después del Rey David, hemos vuelto al monte donde todo comenzó”, sigue diciendo el narrador.
“Vecindario tras vecindario, Jerusalén es renovado como la capital eterna del Estado de Israel. Niños y niñas juegan de nuevo en las calles de Jerusalén; edificios de todas las eras las adornan. Y en su corazón un pequeño monte está colocado eternamente. El monte de la ciudad de David. El sitio donde todo comenzó.”
Durante el tour no hay ninguna mención de los palestinos o de la localidad sobre la cual fue construido el complejo. Cuando se le preguntó por Silwan, el guía la describió como una “aldea árabe… pero no muy antigua” con “muchos importantes restos del pueblo judío guardados por debajo”. Dijo que los niños palestinos de Silwan que nuestro grupo encontró jugando en una piscina al final del túnel provenían de una “aldea cercana”.
El tour en sí lleva a los participantes a través del parque, los túneles, y de vuelta al centro de visitantes. Su diseño oculta a los participantes en gran parte la aldea y los residentes de Silwan que es reemplazada por una poderosa narrativa de retorno justiciero y propiedad judía.
Mizrachi, jefe de la organización de arqueología Amek Shaveh que también organiza tours por el parque, habló al respecto.
“El tour, el vídeo – todo ha sido diseñado de esta manera. Las excavaciones crean lenta, lentamente, nuevos paisajes. En lugar de ver una aldea palestina, desde algunos sitios se ven sitios arqueológicos. Por ello es muy fácil crearle una identidad a un sitio. Destacando el sitio en lugar de toda la aldea, todo el conjunto le da mucho poder”, dijo Mizrachi.
Hamed Salem, arqueólogo palestino y profesor en la Universidad Birzeit, habló con Al Jazeera sobre los peligros del turismo arqueológico dirigido por los colonos.
“Para un palestino y un académico, todo esto es indignante, ya que conecta claramente la arqueología con la política”, dijo Salem. “El Parque de la Ciudad de David tiene cientos de miles de visitantes cada año y estos son expuestos a la agenda de los colonos. Es obvio que quieren justificar las colonias en Jerusalén y otros sitios. Este importante sitio histórico ya no es un parque arqueológico; es un parque ideológico.”
Choques en Silwan
Ibrahim Sion, nativo de Silwan, es dueño del único negocio ubicado en la salida de los túneles. Sus muros están cubiertos de grietas causadas por las excavaciones. Habló con Al Jazeera sobre la presión que ha enfrentado desde que Ir David se hizo cargo de la administración del parque.
“Mi abuelo comenzó esta tienda en los años 40”, dijo Sion. “Desde su llegada [la de Ir David] los guías no permiten que nadie llegue a la tienda. Todos los turistas – solían venir y nos ganábamos la vida. Ahora, nada.A medida que las luchas en Silwan continúan, se está prestando más atención al efecto que la arqueología tiene en Jerusalén y en todo Israel y los territorios palestinos ocupados.
“¿Por qué? Porque quieren que me vaya. Es presión en mi contra. Es nuestra vida en Silwan, es terrible, estamos perdiendo lo más importante, nuestra libertad”, dijo.
“La arqueología aquí es siempre política”, dijo Mizrachi. “Y no solo tiene que ver con privilegiar nuestra historia. Es utilizada para apoderarse de tierras, agujerear el suelo; es colonización como cualquier cosa. Y en Silwan afecta dramáticamente las vidas de esta gente.”
Como dijo el comerciante Sion: “La vida a veces es terrible, pero la gente aquí se mantiene muy firme. Quieren tragarnos, pero jamás nos iremos.”
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