viernes, 27 de abril de 2012

Abducciones e Implantes: ¿Ha sido usted abducido?


17. ¿HA SIDO USTED ABDUCIDO? 
(Extracto del libro: ENCUENTRO EN LAS PLEYADES (Click para descarga por capítulos)

Después de leer el capítulo anterior, imagino que lo primero que querrá saber usted, como lector, es si ha sido abducido alguna vez o no, y si fuera así, qué puede hacer al respecto. Muchas personas que han sido abducidas están bastante convencidas de ello. Otras han tenido experiencias subjetivas de las que no están seguras o simplemente quieren una confirmación de que lo que sienten realmente les ocurrió. Muchas quieren saber cómo reconocer si fueron o no abducidas.

El recuerdo de una abducción o de un encuentro alienígena normalmente se manifestará primero durante el sueño. Es habitual que los bloques de memoria implantados en su mente sufran cierta erosión, y como consecuencia empiezan a asomar atisbos de las memorias implantadas durante el estado onírico. Después de ello, el siguiente nivel es pasar a reconstruir los recuerdos de la abducción. Jurará que fue llevado a bordo de un OVNI, donde fue manipulado. Si tira un poco más del hilo de este recuerdo puede que descubra que la memoria alienígena era en realidad una tapadera para una abducción humana, que puede haber ocurrido en la parte trasera de un camión de transporte cárnico o algo parecido.


Otros indicios para saber si ha sido abducido son los siguientes: pérdida de memoria, lapsos temporales, un pitido pronunciado Y continuado en los oídos, despertarse inexplicablemente en mitad de la noche, y la repentina aparición de facultades psíquicas que no tienen explicación.

Muchas personas tendrán aún muchas preguntas y puede que busquen a alguien con quien poder hacer una regresión a ese período de tiempo en cuestión. Existen diferentes técnicas y necesitará una con la que se sienta cómodo. Desprogramación es una palabra demasiado fuerte para lo que yo me estoy refiriendo.

Normalmente la persona es guiada mediante hipnosis a través de diferentes estratos de la conciencia. Por desgracia, la hipnosis común solamente penetra en las dos primeras capas y generalmente no se puede acceder a la información real. Los alienígenas y el gobierno procuran enterrar bien su trabajo sucio, que normalmente se encuentra en el tercer o cuarto nivel de conciencia. También existe un quinto nivel que tanto a los alienígenas como al gobierno les resulta difícil alcanzar. Ésta es la zona donde la mente física linda con la no física.

Sé que el lector me pedirá que dé más detalles sobre estos niveles de conciencia, así que antes que nada diré que estoy siendo un poco osado al definirlos. Se trata de divisiones bastante arbitrarias, basadas en las respuestas promedio de las personas que he observado. Si trabaja con gente con este tipo de técnicas, al final reconocerá estas capas de conciencia por sí mismo, aunque quizá prefiera denominarlas de manera diferente.

Existen muchos niveles de conciencia física que en realidad nunca han sido científicamente catalogados en los libros de texto. La información precisa sobre la mente humana es deliberadamente confusa. Algunos libros dicen que existen cuatro niveles no físicos de conciencia, pero yo creo que hay más. Esta zona es la de más difícil acceso porque los seres normalmente están más implicados en los aspectos más físicos.

Este último aspecto es su salvaguardia por lo que respecta a las verdaderas abducciones. En otras palabras, existen aspectos del espíritu que nadie puede penetrar, ni incluso el más sutil e ingenioso de los alienígenas. La mejor línea de defensa contra las abducciones es simplemente decir «no». Es una verdad esotérica lo de que nada le puede afectar a menos que usted mismo lo permita o dé su consentimiento para que ocurra. Naturalmente, decir que «no» puede que no sea tan fácil. En ese caso, querrá encontrar a alguien de su confianza con quien poder trabajar. Pero nunca debería olvidarse del hecho de que es usted, en última instancia, quien tiene la capacidad directa de determinar su propio destino.

También existe un fenómeno de «abducción» de alto nivel, en el que el sujeto en cuestión siente que está en comunicación con alienígenas dentro de los confines de su propia voluntad consciente.

Puede que él o ella esté atravesando diferentes dimensiones y explorando varios aspectos de la existencia, sin que se dé ningún tipo de trauma. Incluso así, estas personas a veces necesitan ayuda para tratar con las distintas cosas con las que se van encontrando.

Para aquellos que tengan problemas graves o trabajen con ese tipo de sujetos, hay que tener en cuenta que antes que nada es necesario limpiar la propia sexualidad. La razón para ello es que éste es el nivel profundo en el que reside la programación de las personas. Si se limpia esta zona, todos los demás bloqueos quedarán rápidamente eliminados. Pero hay que ir con mucho cuidado. Un practicante entendido sólo dejará aflorar a la superficie una parte del trauma en cada sesión. Un exceso resultaría perjudicial para el sujeto. Todos tenemos traumas. Puede que ahora no sienta usted nada, pero es posible que haya sufrido heridas a lo largo de su vida que fueron acompañadas de dolor y traumas emocionales. Puede que no estén ahora presentes en su mente, sino que se encuentren almacenados en algún lugar que ya no recuerda. Si empieza a vaciar el contenido de su mente, volverá a sentir el dolor.

El gobierno esconde sus programaciones detrás de los traumas de su mente. También lo hacen de manera tal que si explora la región de su mente donde se almacena su PES (percepción extrasensorial), se encontrará con el trauma. Esto debilita su capacidad psíquica. Cuanto más traumas tenga, menos PES habrá, porque su tercer y cuarto nivel de subconsciente estarán ocupados por los traumas. Por lo tanto, prácticamente cualquier persona puede multiplicar sus poderes PES simplemente limpiando el nivel de la mente donde éstos residen.

Los alienígenas o el gobierno entierran los recuerdos de una abducción debajo del trauma, y eso es algo muy ingenioso. En cuanto usted se aproxime a esa zona va a experimentar miedo, porque podrá ver todos sus traumas. He sido testigo de personas que intentaron realizar una desprogramación rápida y por desgracia el resultado fue que todos sus traumas emergieron simultáneamente a la superficie. Dos de estas personas eran atrevidas y pensaron que podrían soportarlo. A ambas se les cruzaron los cables y una de ellas incluso tuvo un accidente de tráfico. Tanto el técnico que lo asiste como el abducido deberían tener estos factores en cuenta cuando se internen en las capas más profundas de la conciencia.


18 - IMPLANTES


Igual que hablamos de abducciones físicas y astrales, también existen implantes tanto físicos como astrales.

En el transcurso de mi trabajo, he llegado a ver una unidad de pensamiento colocada en el campo áurico que rodea el cuerpo de una persona. Éste es un típico implante astral, que actúa como una entidad propia cuando transmite sus influencias o datos de lecturas.

Los implantes físicos se pueden desglosar en dos categorías: inertes y biológicos. Un implante inerte o puramente físico es un trozo de metal, de cristal, un chip de silicona u otra sustancia que es insertado en el cuerpo. Este tipo tiene como objetivo transmitir directamente al sistema nervioso del sujeto. No hace mucho tiempo descubrí que muchos de estos implantes son biológicos. Cuando escogen a un sujeto para un implante biológico, toman una muestra de su estructura celular. Los abductores realizan entonces algún tipo de manipulación genética del ADN y de la estructura celular, hacen un cultivo y fabrican un receptor-emisor con la materia biológica. Esto suena bastante vanguardista, pero no existe ninguna investigación científica que indique que un material biológico no pueda ser configurado para fabricar un receptor-emisor de radio. Allí donde un aparato normal tendría cables, la versión biológica utiliza estructuras celulares biónicas que sustituyen a los cables y otros circuitos.

Se ha descubierto un implante que normalmente se inserta en el cuerpo masculino justo encima de las gónadas. No estoy seguro de dónde iría su equivalente en el cuerpo femenino. El objetivo del implante es transmitir cuando el sujeto está sexualmente excitado. Si no llega a excitarse, no hay transmisión. Aunque estos implantes suelen estar relacionados con la sexualidad, no siempre es así. Descubrí un caso en que este tipo de implante también estaba conectado con el centro óptico del cerebro. En otras palabras, al pasar la mano por delante de los ojos y la cara del sujeto, la transmisión del implante cambiaba.

Un ejemplo gráfico y extraño de un implante biológico salió a la luz cuando una persona de Brooklyn me vino a ver porque quería que le hiciera una revisión para ver si llevaba implantes. En esa época yo utilizaba analizadores de espectro, osciladores de inclinación magnética (se trata de un aparato que busca redes de resonancia) y otro equipo para detectar implantes que lleva circuitos de radio. Al pasar una sonda FR (frecuencia de radio) por su cuerpo, vi que aparecía una señal cuando llegaba a la zona del abdomen. Si alejaba la sonda, la señal disminuía y casi desaparecía del analizador de espectro.

Naturalmente, cualquiera que trabaje en electrónica sabe que los analizadores de espectro no son tan precisos, así que tuve que poner la señal a «pulsación cero». Esto significa que coloqué la señal en un analizador para que pudiera ser emparejada con la señal transmitida a través del cuerpo del individuo y ser así identificada. Quería descubrir la frecuencia real del implante, y lo hice. ¡Sorpresa: era la misma que la del canal 25 de televisión de Brooklyn!

Fue un descubrimiento bastante sorprendente e increíble. Entonces convertí la señal para poderla leer en un monitor de televisión. Efectivamente, era el mismo canal 25 y podía verlo en la pantalla. Esta persona en realidad estaba interceptando el canal 25 de Brooklyn y lo volvía a emitir. Su implante tenía la misma frecuencia exacta, pero también había una rareza técnica muy extraña. Este receptor-emisor implantado actuaba a la manera de lo que se conoce como un repetidor simplex (unidireccional). Se trata de un artilugio que tiene un receptor que recibe la señal, después hay un tiempo de espera, y a continuación se transmite la señal. Se llama repetidor porque repite la señal. El implante de ese hombre era desconcertante porque tanto el receptor como el transmisor funcionaban a la vez. Puede que esto no le suene raro al lector medio, pero como experto en electrónica yo estaba perplejo.

Nunca había visto un aparato así ni sabría cómo construir uno igual. Después de reflexionar un poco sobre el tema, me di cuenta de que alguien había instalado un sistema muy ingenioso. En realidad habían montado sus transmisiones implantadas encima de las del canal 25. Si alguien se acercaba lo suficiente con un detector de radio y captaba la señal, automáticamente asumiría que se trataba del canal 25 y no le daría más importancia, ya que el sujeto pasa la mayor parte del tiempo por esa zona. La información visual viaja por lo que se llama un impulso sincronizado. O más específicamente, se desplaza por encima del impulso. El aspecto ingenioso de esta transmisión implantada en particular era que iba en una dirección descendente, por debajo del impulso. Habían montado la transmisión utilizando otro aspecto del impulso para transmitir su información. Lo mínimo que se podía decir es que se trataba de una emisión clandestina.

Después de que este hombre se diera cuenta de que tenía algún tipo de receptor-emisor implantado en su cuerpo, se ofreció voluntariamente a pasar por rayos X. Aunque se le realizaron varias radiografías, no pudimos descubrir ningún implante. Después le practicaron una resonancia magnética, que reveló la existencia de una bolsa de tejido donde no debería haber ninguna. Era simplemente un depósito de grasa. Eso es todo lo que el médico dijo sobre el tema. Cuando me di cuenta de que la sangre es una solución salina que actúa como buena conductora, el patrón quedó claro. Los vasos sanguíneos llegaban hasta la zona de la ingle, que actuaba como una antena para el implante. Su combustible era biológico y, a efectos prácticos, estaba vivo.

Existe otro tipo de implante que estamos viendo últimamente, parte del cual actúa como un ordenador portátil y está situado debajo del esternón, en el centro del tórax. Sobre el corazón, a la izquierda, justo donde está el esternón, a veces se descubre un chip. Éste actúa como el CPU o unidad de procesado central del implante. Almacena la memoria y los programas que serán activados. Al final de la caja torácica se encuentra el implante biológico que es el receptor-emisor. Recibe señales y las envía al chip de la CPU en la parte superior de las costillas. Todo ello está conectado mediante un cable increíblemente fino a otro chip en la base del cuello. Se trata de la interfaz neuronal que conecta con la columna vertebral y el cerebro.

Este implante está regulado por un grupo de cinco electrodos para cada nervio. A medida que el impulso nervioso desciende por la neurona, un electrodo lo percibe. Otro cancela el impulso. Un tercero volverá a insertar el impulso nervioso previo u otro nuevo. Los otros dos electrodos que he mencionado son simplemente instrucciones opuestas concebidas para anular los impulsos descritos. De esta manera se puede acceder a toda la «red neuronal» y el implante tiene acceso total a las funciones motoras del ser humano. Todo muy sofisticado.

Las investigaciones adicionales han demostrado que las emisiones en la banda de alta frecuencia revelan una pulsación de interpretación imprecisa que se parece a los patrones indicados por la información neurológica que acabo de describir. Puede que ésta sea la señal utilizada para transmitir a este tipo concreto de implante, pero por el momento no estoy totalmente convencido.

La razón de que no descubriera antes este implante es que deja de funcionar si se intenta sondear la red neuronal para detectarlo.

Afortunadamente me encontré con un joven cuyo implante al parecer era defectuoso y no dejaba de funcionar. Inmediatamente lo escaneé y descubrí un conjunto de implantes. Ante mi sorpresa, descubrí que podía sintonizar con los implantes y llegar directamente a la CPU a través de una función empática que precisamente responde a los códigos que yo conocía de Montauk. Pude desconectarlo, volverlo a conectar e incluso escanear algunos de los programas y memorias que habían sido grabados. Pasó mucho tiempo antes de que recordara que yo también había diseñado algunas de sus partes. Yo formaba parte del equipo que lo creó. El implante había sido desarrollado en Montauk, con mi ayuda. Ello explicaba el por qué podía conectar o desconectar el dispositivo a voluntad. Los circuitos me reconocían.

Siempre me gusta pensar que yo no estuve involucrado en una actividad tan nefasta como ésa, pero he tenido que enfrentarme a la verdad y confesar. Yo fui uno de los miembros del equipo de comprobación y programación de Montauk. Eso también pone otro tema sobre la mesa: ¿fui programado? Me he tenido que plantear esta cuestión en numerosas ocasiones. Mi respuesta es «sí». Fui programado y probablemente todavía lo esté, en cierta medida. Es por ello que trabajo con personas y realizo investigaciones. También cuento con un grupo de psíquicos que siguen mi trayectoria para asegurarnos de que trabajo para el bien de las personas implicadas y no llevo a cabo ningún tipo de programación gubernamental. Soy muy consciente de ello y me preocupa este aspecto de mi ocupación. A veces siento que puede que sea el único capaz de realizar este tipo de tarea porque quizá sea el único que se ha salido de un proyecto gubernamental y que es capaz de realizar este nivel de desprogramación. Y si hay que desprogramar a alguien, antes hay que saber cómo se hizo el programa original. En muchos casos, sé cómo «abrir» a las personas porque yo ayudé a programarlas.

Me encantaría que alguien que conozca estos métodos me desprogramara, pero no he logrado encontrar a nadie de confianza y disponible que esté dispuesto a aprender los métodos. También tengo que ser extremadamente consciente del tema seguridad.

Existen otros implantes aparte de los que ya he descrito. Por ejemplo, hay toda una categoría de implantes cuyo objetivo es detectar señales de un punto exterior y volver a transmitir en esa dirección. Estos implantes pueden estar colocados en todo el cuerpo, pero lo mas frecuente es detrás de la oreja izquierda. Este tipo se parece a una astilla de cristal o piedra negra con unas rayas. Se trata de tecnología muy avanzada y la utilizan los alienígenas para localizar a sus abducidos. Estos implantes no afectan necesariamente el proceso cognitivo. Se trata de transponedores, mediante los cuales se transmite una señal desde una base. El implante la reconoce y responde con otra señal. Con el equipo adecuado, el abducido puede ser localizado.

De vez en cuando el cuerpo del abducido rechaza estos implantes y van subiendo hasta la superficie. Un abducido informó de un cristal que le salió de la frente, mientras que otro vio uno saliéndole del pene. Creo que los implantes gubernamentales practicados en la zona genital están basados en el diseño alienígena original.

Después de descubrir implantes en el escroto, el pene y la vagina, empezaron a comprender por qué lo hacían así los alienígenas y comenzaron a realizar los suyos. El siguiente paso fue añadir algo al diseño y fabricar su propia estructura de implantación. La parte del cuerpo donde están colocados estos implantes depende de lo que se esté controlando o en qué estructura nerviosa se supone que ese implante tiene que interferir.

Estos aparatos normalmente parecen una piedra y casi todos tienen forma de lágrima. Los lados son rectos, con medias lunas en la parte delantera y trasera. Normalmente están colocados en el tejido y allí se dejan. A veces se encuentran cables que salen de los implantes, normalmente sujetos a los ganglios nerviosos. No estoy seguro de qué potencia tienen estos implantes cristalinos, ya que no he podido captar las señales que emiten.

No son éstos los únicos implantes, pero espero que con lo dicho el lector se pueda hacer una idea de lo complejos e intrincados que pueden ser. A continuación examinaremos el tema de cómo detectarlos y eliminarlos.


19. DETECCIÓN Y ELIMINACIÓN DE IMPLANTES

Existen muchas maneras de detectar implantes físicos. Se puede escanear físicamente al sujeto con la más avanzada tecnología de resonancia magnética. También se pueden captar mediante diferentes tipos de equipo electrónico. Quizá la manera más fácil sea la de escanear psíquicamente el aura del sujeto en cuestión.

Un implante siempre creará un desajuste en el aura de la persona porque cualquier objeto que no pertenezca al cuerpo se manifestará como una turbulencia áurica de algún tipo. El aura es el campo electromagnético que rodea al cuerpo humano. También la podríamos definir como la interfaz entre el espíritu y el cuerpo. Algunas personas son capaces de ver el aura con toda naturalidad. Yo personalmente puedo escanear la parte frontal del cuerpo de una persona con las manos y detectar anomalías en el campo áurico. Ello revelará no solamente la existencia de un implante, sino también en qué parte del cuerpo está situado.

Soy consciente de que la mayoría de practicantes no disponen del equipo electrónico o médico para poder detectar los implantes. En cambio, muchas personas son capaces de escanear el aura, y las personas intuitivas que estén interesadas en ello pueden adquirir esa facultad.
Puede empezar por pasar las manos por un cuerpo (sin tocarlo) y simplemente sentir las irregularidades del campo electromagnético. Por supuesto, existen diferentes grados de pericia.

Una vez detectado el implante, éste se puede eliminar. Pero antes el sujeto debería estar preparado para el ascenso de la kundalini. Kundalini es originalmente un concepto hindú que se podría definir como la energía primordial o fuerza vital del ser humano, que se manifiesta en un patrón de forma serpentina.

Toda energía, incluyendo la propia vida, empieza con figuras en espiral que se manifiestan después en formas más detalladas y complejas. Esta espiral la podemos ver en la conformación del fuego, y es la emanación original. Las formas geométricas de la naturaleza se crean en torno a estas espirales y finalmente se convierten en órganos biológicos en el plano físico. De camino hacia el plano físico encontramos patrones energéticos que giran como vórtices y forman imágenes serpentinas. Este canal de energía se conoce como kundalini, palabra que significa serpiente. Surge de las gónadas, donde empieza el germen de la vida, y sube en espiral por la zona que conocemos como columna vertebral.

Existen siete puntos de parada por el camino, o centros energéticos, que representan estados de evolución vital. Estos centros energéticos son vórtices de energía que giran y que llamamos chakras. El primer chakra empieza en las gónadas y se encarga del instinto de supervivencia del organismo. Este se une al segundo chakra, encargado de los procesos reproductivos de la vida (el sexo). El tercer chakra corresponde al plexo solar y significa la capacidad de supervivencia del organismo. A estos tres primeros centros se les conoce como los chakras inferiores, ya que son los aspectos básicos de la función vital. Aunque son «inferiores», son tan necesarios para el conjunto como los aspectos más elevados.

Desde el plexo solar subimos hasta la cavidad torácica y este centro es el que se conoce como chakra cardíaco. Es aquí donde el organismo procesa las emociones y los sentimientos. En el caso ideal, este chakra debería unir los inferiores con los superiores. El corazón se encarga de los temas de equilibrio. Las personas que sufren ataques al corazón muchas veces es porque han quedado conmocionadas por alguna información que les deja en un desesperanzado estado de desequilibrio que se manifiesta como paro cardíaco.

Encima del corazón tenemos el chakra de la garganta. Este regula la expresión verbal, que de forma ideal debería ser procesada por el centro cardíaco. Cuando alguien habla desde el corazón, se le entiende perfectamente.

A medida que la vida evoluciona por esta escalera energética, llega a lo que se conoce popularmente como «tercer ojo». Esta zona, directamente encima de la nariz, corresponde a la pituitaria, que es la principal glándula endocrina. Este centro se ocupa del intelecto y de la capacidad de visualizar y proyectar. Si la zona está totalmente despejada, el individuo poseerá considerables capacidades psíquicas.

La espiral de la vida no termina en el intelecto, sino que asciende hasta el centro del cerebro y la glándula pineal. Es el llamado chakra coronario y representa la conciencia universal. Este receptáculo conectado con el infinito puede recibir energía externa al cuerpo.

Los hindúes simbolizaron esta evolución de la energía con una serpiente, que ha sido exquisitamente expresada bajo distintas formas artísticas desde la antigüedad. Cada chakra se representa como una flor que se abre a medida que la serpiente asciende por el sendero energético. La serpiente bíblica fue una versión simbólica de este patrón energético que se manifiesta en toda la creación. Es por ello que la serpiente era un animal sagrado para muchas culturas antiguas.

Aunque he mencionado que hay siete chakras principales, en realidad existen innumerables centros energéticos diminutos. He utilizado los siete chakras principales para introducir el concepto, ya que la mayoría de personas familiarizadas con la kundalini reconocerán ese sistema concreto. Según me enseñaron, también existe un octavo chakra situado entre el segundo y el tercero. Representa la inteligencia, pero es una inteligencia bastante primitiva y universal. Se puede entender mejor en relación a las formas de vida inferiores que evolucionaron mediante la reproducción sexual y las luchas de poder. Hasta que el organismo adquiere un intelecto, tiene que basarse en una inteligencia universal si es que quiere evolucionar. Este aspecto es consciente pero no se le da muy bien la autorreflexión. Lo menciono aquí porque muchos abducidos han sido programados mediante este octavo chakra.

En resumen, lo que nos ofrece la kundalini es un conducto energético de tremenda potencia, que emana de la propia semilla de la vida. Es algo parecido a un circuito eléctrico que se puede conectar a fuerzas más elevadas y pasarle una descarga. Este aspecto de la kundalini nos dice que el vehículo humano potencialmente puede captar o ser captado por cualquier fuerza exterior, desde cualquier punto del universo. Es así como los seres humanos canalizan información de diferentes orígenes que normalmente suponemos son fuentes «más elevadas». Es el mismo principio que se utiliza para las transmisiones radiofónicas o televisivas, donde la energía es igual a ondas que literalmente transportan información.

En un ser humano normal esta energía kundalini se encuentra siempre presente, pero generalmente está bloqueada. En Las puertas de la percepción, Aldous Huxley menciona que nuestro cerebro capta toda percepción posible que existe. Si fuéramos sometidos a todas estas percepciones simultáneamente, nos veríamos bombardeados por el caos y literalmente no sabríamos encontrar el camino para ir a la habitación de al lado. Huxley teorizó sobre una función llamada la «válvula reductora» que filtra nuestras percepciones para que sólo nos ocupemos de los fenómenos relativos a nuestros principales intereses de supervivencia. Esto nos aísla de una cantidad considerable de información que nuestro cerebro percibe. Éste es el «70 al 90% del cerebro que no utilizamos».

Resulta evidente que se podría hacer todo un estudio sobre la «válvula reductora» y si se trató de un error evolutivo o remanente, o bien fue resultado de una manipulación para que los seres humanos quedaran atrapados e inmovilizados en un estado inferior de conciencia del cual no pudieran escapar. Si tenemos en cuenta la descarada supresión de información de nuestra sociedad, deberíamos creer en la segunda hipótesis. Los implantes y la manipulación del pensamiento son dos poderosas herramientas para lograr estos fines.

Todo ello da paso a la cuestión: ¿quién rea liza las manipulaciones? Existen varios factores a tener en cuenta, pero lo discutiremos más adelante. De momento lo que nos ocupa es el tema de los implantes o impedimentos a la kundalini y cómo liberarlos.

Los hindúes creen que estimulando el chakra de la base la energía subirá por la «serpiente». A medida que la energía va llegando a cada chakra, éste florece y se abre, limpiando toda la basura acumulada en varias vidas. Después de que la serpiente ascienda por la columna vertebral y vaya despejando los chakras, por último abrirá el chakra coronario, que se unirá con la conciencia universal y se derramará como una lluvia de energía alrededor de la persona.

Es la estimulación de la energía sexual la que la hace ascender por la columna y rompe los bloqueos de conciencia. Podemos suponer que cada chakra tiene un bloqueo y que a medida que estos centros se abren, los bloqueos quedan eliminados. Esta visión es en realidad una combinación de misticismo hindú con psicología moderna y física cuántica. Solamente debería llevarlo a cabo alguien que sepa perfectamente lo que está haciendo.

A veces la activación de la kundalini puede resultar abrumadora, ya que transporta a la persona más allá de la zona normal de conciencia y activa todo tipo de energías que resultan desconcertantes o desconocidas. Por otro lado, si no limpiamos los bloqueos, no tenemos esperanza de poder alcanzar un estado de conciencia más elevado. En realidad sólo se trata de reconectarnos con las energías naturales que ya están presentes en nuestra constitución. A lo largo de la historia se ha dicho que se puede trascender el plano físico mediante la activación de la kundalini, pero es un viaje difícil y peligroso que sólo se puede completar tras muchos años de arduo trabajo. Gran parte de estas dificultades se deben a que se ha suprimido la conciencia. Ahora nos dirigimos hacia una época en que podemos hablar de este tipo de actividad en una sobremesa con los amigos. El punto de partida es ciertamente más conocido, pero el individuo todavía tiene que recorrer su propia trayectoria personal. Existen muchos profesionales del tema y abundante literatura, pero cada persona tiene que encontrar su propio camino.

Hay que recordar que los implantes físicos son minoritarios. Está claro que precisan de una manipulación especial. Los implantes astrales y las técnicas de control mental también pueden ser peliagudos, pero normalmente son mucho más fáciles de solucionar por parte del profesional común. Ninguna información contenida en este capítulo pretende ser un tratado completo sobre cómo eliminar los implantes. Para ello se precisaría un libro entero. Sólo pretende ser una guía general para las personas que la necesiten.

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