Salvador Freixedo
Ex-sacerdote católico español (Galicia, 1923), perteneciente a la Orden de los Jesuitas durante 30 años, hizo estudios de humanidades, filosofía, teología, ascesis y psicología en universidades de EE.UU. y Europa. En 1957 mientras se encontraba en Cuba, escribió su primer libro: 40 Casos de Injusticia Social.
Su publicación conmovió a las altas esferas del poder y fue invitado por el dictador Batista a abandonar la isla. En 1968, estando en Puerto Rico, escribió "Mi Iglesia Duerme" en el que planteaba la problemática de una Iglesia encorsetada y denunciaba el poco espíritu evangélico de algunos de sus dirigentes así como la irracionalidad de algunos de sus dogmas, por lo que fue excluido de la Orden. En 1970 apareció en Venezuela su libro: Amor, Sexo, Noviazgo, Matrimonio, Hijos: Cinco Realidades en Evolución.
Por influencias episcopales, el partido social-cristiano en el poder -ni social ni cristiano- lo metió en la cárcel y posteriormente lo expulsó del país. A partir de su rompimiento con la Compañía se dedicó a estudiar la fenomenología paranormal, considerándola como una ventana hacia otras realidades u otras dimensiones de la existencia.
Fruto de sus muchos viajes, investigaciones y reflexiones son más de veinte libros (varios sobre la relación de la religión con los extraterrestres), como:
El Diabólico Inconsciente ¿Por qué agoniza el Cristianismo? Curanderismo y Curaciones por la Fe Extraterrestres y religión Biografía del fenómeno ovni Las Apariciones Marianas Los Contactados Los Ovnis, ¿una amenaza para la humanidad? Israel, pueblo contacto El Cristianismo: Un Mito Más Las Religiones que nos Separan Los hijos de la Nueva Era
¡Defendámonos de los Dioses!
"En tiempos pasados los hombres estaban siempre en busca de dioses a quienes adorar. En el futuro, los hombres vamos a tener que defendernos de los dioses".
"Creo que ya va siendo hora de que la humanidad pensante -porque desgraciadamente la mayoría de la humanidad no es pensante- vaya arrancando estos sutiles velos y se encare con la tremenda realidad de que ha sido manipulada y en cierta medida engañada por los dioses. El que ayude a esta tarea -aunque corre el peligro de ser tenido por alucinado- estará haciendo una enorme contribución a la evolución de la raza humana".
"Las ideas que encierra este libro no sólo no son una locura, sino que son una explicación mucho más realista y hasta mucho más profunda que las infantilidades con que el cristianismo y las demás religiones han intentado por siglos explicarnos el por qué y el para qué de la vida humana. Si se desconocen o se rechazan estas ideas, no se podrá tener una idea realista de las raíces de la existencia humana y seguiremos teniendo las mismas ideas distorsionadas que hemos tenido por siglos de las religiones, de la historia, de las guerras, de la filosofía y de las culturas. La tremenda realidad es que la humanidad sabe únicamente lo que los dioses le han dejado saber y cree lo que los dioses le han hecho creer. Pero ya ha llegado la hora de que los hombres sepamos todo lo que debemos y somos capaces de saber y ha llegado la hora de que no creamos nada o casi nada de lo que los dioses quieren que creamos para su conveniencia.
En vez de ser portavoces de ideas desquiciadas, estamos propugnando una profunda y nueva teología: la teología de los dioses (con minúscula).
La teología del "Dios verdadero y único" es falsa; la teología de los dioses falsos es la verdadera".
Yahvé...
Le retiramos nuestra fe como Dios Universal y Único al dios del pentateuco, al que reducimos su categoría convirtiéndolo en uno más de los muchos dioses menores que a lo largo de la historia han estado utilizando a los hombres".
"...el dios cristiano de que se habla en el Pentateuco, también existió, pero no es el padre bueno que él quiso hacernos creer, y mucho menos es el Dios Universal, Creador de todo el Cosmos. Es simplemente un suplantador más, que al igual que muchos otros semejantes a él, pretendió hacerse pasar por la Gran Energía Inteligente creadora de todo el Universo".
"En esta lucha que los ángeles tuvieron entre sí y que la teología nos dice que culminó con la derrota de Luzbel, el gran triunfador resultó ser Yahvé, que a lo que parece, era el supremo jefe de esta facción de ángeles que en aquel momento estaban manifestándose en nuestro planeta. Naturalmente siendo nuestra teología de acuerdo con las enseñanzas de Yahvé en el Monte Sinaí (y en posteriores manifestaciones a lo largo de los siglos a diversos profetas y videntes), Luzbel tiene que aparecer como el malo yYahvé como el bueno. Pero usando nuestra cabeza, tal como hacemos para juzgar los hechos de la historia, en donde vemos que los vencedores describen todos los hechos en su favor y presentan a los vencidos como malos y perversos, podemos llegar a la conclusión de que no hay mucha diferencia entre estos dos personajes. Y si Luzbel se comporta como se comportan los hombres (y muy probablemente se comporta de una manera parecida), es muy lógico que trate de tomar venganza de su vencedor y la mejor manera de hacerlo es tratando de restarle súbditos y de deshacer toda la obra que aquél haya pretendido hacer entre los hombres".
Nota de Clomro: "la serpiente" -símbolo de la sabiduría- por inducir a Adán y Eva -la humanidad- a lograr el "conocimiento del Bien y del Mal" -"árbol" prohibido y ocultado por Yahvé- ¿era diabólica por querer deshacer la obra de un dios que no le permitía a los hombres tener acceso a la información que les proporcionara sabiduría?.
Sigue Freixedo:
"A los que nos digan que Dios tiene el derecho de manifestarse como quiera y a los que nos presenten la teofanía del judeo-cristianismo como algo único, les diremos que si bien es cierto que Dios tiene el derecho de presentarse como quiera, no es lógico que lo haga con todas las extrañísimas circunstancias con que lo hizo en el caso del pueblo hebreo y por otro lado no estaremos de acuerdo de ninguna manera, en que el caso judeo-cristiano sea un caso único.
Muy por el contrario, nos encontramos con que la manera de manifestarse Yahvé al pueblo hebreo, no difiere fundamentalmente en nada, de la manera que otros diosesusaron para manifestarse a sus "pueblos escogidos"; porque como ya dijimos, estos seres suprahumanos gustan de "escoger" un pueblo en el que centran sus intervenciones con la raza humana, y en el que influyen positiva y negativamente, a veces de una manera muy activa y directa.
En este particular el judeo-cristianismo no tiene originalidad alguna tal como enseguida veremos. Lo que sucede es que los cristianos, al igual que los fieles creyentes de otras religiones, concentrados en el estudio y en el cumplimiento de sus dogmas y ritos, y aislados por sus líderes religiosos de las creencias y ritos de otros pueblos, han ignorado y continúan ignorando hechos históricos que por sí solos son capaces de sembrar grandes dudas sobre la originalidad y la validez de las propias creencias religiosas.
Sobre "pueblos elegidos"
"La experiencia de haber sido "adoptados" por un "dios", es casi común a todos los pueblos de la antigüedad, con la circunstancia de que esta adopción conllevaba ciertas condiciones que eran también comunes a todos los pueblos: la exigencia de sacrificios sangrientos de una u otra clase, a cambio de una protección (que resultaba ser tan mentirosa y, a la larga, tan poco eficaz como la que Yahvé dispensó al pueblo hebreo). De hecho leemos en una nota de la biblia de Jerusalem:
"En el lenguaje del antiguo Oriente, se reconocía a cada pueblo la ayuda eficaz de su dios particular".
"...muchos pueblos, separados por miles de años y por miles de kilómetros, han tenido creencias y practicado ritos muy semejantes; ritos y creencias que analizados a fondo, se dirían procedentes de un tronco común. Con la peculiaridad de que muchos de estos ritos y creencias son bastante antinaturales e ilógicos, pudiendo uno llegar a la conclusión de que no brotaron espontáneamente de la mente de los humanos como una ofrenda a sus "dioses protectores", sino que les fueron impuestos a los terrícolas por alguien que, a lo largo de los siglos, ha conservado los mismos gustos retorcidos, contradictorios y en muchos casos crueles".
"Volviendo al caso histórico del pueblo hebreo, y dejando de lado a los otros dioses de los pueblos de Mesopotamia, tan desconcertantemente parecidos a Yahvé y contra los que éste tenía tan tremendos celos (Baal, Moloc, Nabú, Aserá, Bel, Milkom, Oanes, Kemos, Dagón, etc.) vamos a fijarnos en una experiencia específica y extraña exigida por Yahvé al pueblo hebreo y vamos a encontrarnos con otro pueblo (separado del pueblo hebreo por unos 10.000 kilómetros en el espacio y por unos 3.000 años en el tiempo) al que su "dios protector" le hizo pasar por la misma extraña experiencia.
Me refiero al hecho de andar errantes por muchos años antes de llegar a la "tierra prometida "y bajo el mandato específico y la dirección exacta de Yahvé".
Paralelismos entre Yahvé y el dios azteca Huitzilopochtli
"Pues bien, esta extraña aventura -que tiene que haber resultado penosísima para el pueblo judío- la vemos repetida con unos paralelos asombrosos e incomprensibles en elpueblo azteca. Según las tradiciones de este pueblo, hace aproximadamente unos 800 años que su dios Huitzilopochtli se les apareció y les dijo que tenían que abandonar la región en que habitaban y comenzar a desplazarse hacia el sur "hasta que encontrasen un lugar en el que verían un águila devorando a una serpiente".
En este lugar se asentarían y él los convertiría en un gran pueblo. La región en que por aquel entonces habitaban los aztecas estaba en lo que hoy es terreno norteamericano -probablemente entre los estados de Arizona y Utah- y por lo tanto su peregrinar hasta Tenochtitlán fue notablemente más extenso que el que a los hijos de Abraham les exigió su "protector" Yahvé. La caminata de los "Hijos de la Grulla"(como tradicionalmente se llamaba a los aztecas) fue de no menos de tres mil kilómetros y no precisamente por grandes carreteras, sino teniendo que atravesar vastos desiertos y zonas abruptas y de una densa vegetación, que ciertamente tuvieron que poner a prueba su fe en la palabra de su dios Huitzilopochtli.
-La personalidad de Yahvé era muy parecida a la de Huitzilopochtli. Ambos querían ser considerados como protectores y hasta como padres, pero eran tremendamente exigentes, implacables en sus frecuentes castigos y muy prontos a la ira.
-Ambos acompañaron "personalmente" a sus protegidos a lo largo de toda la peregrinación ayudándolos directamente a superar las muchas dificultades con que se iban encontrando en su camino.
-Yahvé los acompañaba en forma de una extraña columna de fuego y humo que lo mismo los alumbraba por la noche que les daba sombra por el día, y les señalaba el camino por donde tenían que ir, haciendo además muchos otros menesteres tan extraños y útiles como apartar las aguas del mar para que pudiesen pasar de una orilla a otra, etc. Huitzilopochtli acompañó a los aztecas en forma de un pájaro, que según la tradición era una gran águila blanca que les iba mostrando la dirección en que tenían que avanzar en su larguísima peregrinación.
-Este peregrinar en ninguno de los casos fue de días o semanas. En el caso judío, Yahvé, extrañísimamente, se dio gusto haciéndolos dar rodeos por el inhóspito desierto del Sinaí durante 40 años (cuando podían haber hecho el camino en tres meses). Huitzilopochtli fue todavía más errático y desconsiderado en su liderazgo, pues tuvo a sus protegidos vagando dos siglos aproximadamente, hasta que por fin los estableció en el lugar de la actual ciudad de México.
-Ambos pueblos fueron adoctrinados en un rito tan raro como es la circuncisión.
-Tanto Yahvé como Huitzilopochtli les exigían a sus pueblos sacrificios de sangre. Entre los hebreos esta sangre era de animales, pero entre los aztecas la sangre era frecuentemente humana (...). Yahvé, a primera vista, no llegaba a tanta barbarie, pero parece que a veces acariciaba la idea. Recordemos, si no, el abusivo sacrificio que le exigió a Abraham de su hijo Isaac (y que sólo a última hora impidió) (...).
(Y conste que no decimos nada -para no extendernos- de los auténticos ríos de sangre que el propio Yahvé causó con las continuas batallas a las que forzó durante tantos años a su pueblo. Ríos de sangre que a veces provenían exclusivamente de su pueblo escogido cuando "se encendía su ira contra ellos" cosa que sucedía con bastante frecuencia).
-Tanto Yahvé como Huitzilopochtli abandonaron de una manera inexplicable a sus respectivos pueblos cuando éstos más los necesitaban. Yahvé -que estaba bastante escondido desde hacía varios siglos- desapareció definitivamente a la llegada de los romanos a Palestina, y Huitzilopochtli hizo lo mismo cuando llegaron los españoles...
-Por supuesto, como no podía ser menos, ambos pueblos fueron instruidos detalladamente acerca de cómo habían de construir un gran templo en el lugar en donde definitivamente se instalasen.
-Por si todos estos paralelos no fuesen suficientes, nos encontramos todavía con otro, que le confieso al lector que a mí me produjo una profunda impresión cuando lo encontré ingenuamente relatado por fray Diego Durán, uno de los muchos frailes franciscanos que escribieron las crónicas de los primeros tiempos deldescubrimiento de las Américas, basados en lo que los propios indios les contaban.
"En tiempos pasados los hombres estaban siempre en busca de dioses a quienes adorar. En el futuro, los hombres vamos a tener que defendernos de los dioses".
"Creo que ya va siendo hora de que la humanidad pensante -porque desgraciadamente la mayoría de la humanidad no es pensante- vaya arrancando estos sutiles velos y se encare con la tremenda realidad de que ha sido manipulada y en cierta medida engañada por los dioses. El que ayude a esta tarea -aunque corre el peligro de ser tenido por alucinado- estará haciendo una enorme contribución a la evolución de la raza humana".
"Las ideas que encierra este libro no sólo no son una locura, sino que son una explicación mucho más realista y hasta mucho más profunda que las infantilidades con que el cristianismo y las demás religiones han intentado por siglos explicarnos el por qué y el para qué de la vida humana. Si se desconocen o se rechazan estas ideas, no se podrá tener una idea realista de las raíces de la existencia humana y seguiremos teniendo las mismas ideas distorsionadas que hemos tenido por siglos de las religiones, de la historia, de las guerras, de la filosofía y de las culturas. La tremenda realidad es que la humanidad sabe únicamente lo que los dioses le han dejado saber y cree lo que los dioses le han hecho creer. Pero ya ha llegado la hora de que los hombres sepamos todo lo que debemos y somos capaces de saber y ha llegado la hora de que no creamos nada o casi nada de lo que los dioses quieren que creamos para su conveniencia.
En vez de ser portavoces de ideas desquiciadas, estamos propugnando una profunda y nueva teología: la teología de los dioses (con minúscula).
La teología del "Dios verdadero y único" es falsa; la teología de los dioses falsos es la verdadera".
Yahvé...
Le retiramos nuestra fe como Dios Universal y Único al dios del pentateuco, al que reducimos su categoría convirtiéndolo en uno más de los muchos dioses menores que a lo largo de la historia han estado utilizando a los hombres".
"...el dios cristiano de que se habla en el Pentateuco, también existió, pero no es el padre bueno que él quiso hacernos creer, y mucho menos es el Dios Universal, Creador de todo el Cosmos. Es simplemente un suplantador más, que al igual que muchos otros semejantes a él, pretendió hacerse pasar por la Gran Energía Inteligente creadora de todo el Universo".
"En esta lucha que los ángeles tuvieron entre sí y que la teología nos dice que culminó con la derrota de Luzbel, el gran triunfador resultó ser Yahvé, que a lo que parece, era el supremo jefe de esta facción de ángeles que en aquel momento estaban manifestándose en nuestro planeta. Naturalmente siendo nuestra teología de acuerdo con las enseñanzas de Yahvé en el Monte Sinaí (y en posteriores manifestaciones a lo largo de los siglos a diversos profetas y videntes), Luzbel tiene que aparecer como el malo yYahvé como el bueno. Pero usando nuestra cabeza, tal como hacemos para juzgar los hechos de la historia, en donde vemos que los vencedores describen todos los hechos en su favor y presentan a los vencidos como malos y perversos, podemos llegar a la conclusión de que no hay mucha diferencia entre estos dos personajes. Y si Luzbel se comporta como se comportan los hombres (y muy probablemente se comporta de una manera parecida), es muy lógico que trate de tomar venganza de su vencedor y la mejor manera de hacerlo es tratando de restarle súbditos y de deshacer toda la obra que aquél haya pretendido hacer entre los hombres".
Nota de Clomro: "la serpiente" -símbolo de la sabiduría- por inducir a Adán y Eva -la humanidad- a lograr el "conocimiento del Bien y del Mal" -"árbol" prohibido y ocultado por Yahvé- ¿era diabólica por querer deshacer la obra de un dios que no le permitía a los hombres tener acceso a la información que les proporcionara sabiduría?.
Sigue Freixedo:
"A los que nos digan que Dios tiene el derecho de manifestarse como quiera y a los que nos presenten la teofanía del judeo-cristianismo como algo único, les diremos que si bien es cierto que Dios tiene el derecho de presentarse como quiera, no es lógico que lo haga con todas las extrañísimas circunstancias con que lo hizo en el caso del pueblo hebreo y por otro lado no estaremos de acuerdo de ninguna manera, en que el caso judeo-cristiano sea un caso único.
Muy por el contrario, nos encontramos con que la manera de manifestarse Yahvé al pueblo hebreo, no difiere fundamentalmente en nada, de la manera que otros diosesusaron para manifestarse a sus "pueblos escogidos"; porque como ya dijimos, estos seres suprahumanos gustan de "escoger" un pueblo en el que centran sus intervenciones con la raza humana, y en el que influyen positiva y negativamente, a veces de una manera muy activa y directa.
En este particular el judeo-cristianismo no tiene originalidad alguna tal como enseguida veremos. Lo que sucede es que los cristianos, al igual que los fieles creyentes de otras religiones, concentrados en el estudio y en el cumplimiento de sus dogmas y ritos, y aislados por sus líderes religiosos de las creencias y ritos de otros pueblos, han ignorado y continúan ignorando hechos históricos que por sí solos son capaces de sembrar grandes dudas sobre la originalidad y la validez de las propias creencias religiosas.
Sobre "pueblos elegidos"
"La experiencia de haber sido "adoptados" por un "dios", es casi común a todos los pueblos de la antigüedad, con la circunstancia de que esta adopción conllevaba ciertas condiciones que eran también comunes a todos los pueblos: la exigencia de sacrificios sangrientos de una u otra clase, a cambio de una protección (que resultaba ser tan mentirosa y, a la larga, tan poco eficaz como la que Yahvé dispensó al pueblo hebreo). De hecho leemos en una nota de la biblia de Jerusalem:
"En el lenguaje del antiguo Oriente, se reconocía a cada pueblo la ayuda eficaz de su dios particular".
"...muchos pueblos, separados por miles de años y por miles de kilómetros, han tenido creencias y practicado ritos muy semejantes; ritos y creencias que analizados a fondo, se dirían procedentes de un tronco común. Con la peculiaridad de que muchos de estos ritos y creencias son bastante antinaturales e ilógicos, pudiendo uno llegar a la conclusión de que no brotaron espontáneamente de la mente de los humanos como una ofrenda a sus "dioses protectores", sino que les fueron impuestos a los terrícolas por alguien que, a lo largo de los siglos, ha conservado los mismos gustos retorcidos, contradictorios y en muchos casos crueles".
"Volviendo al caso histórico del pueblo hebreo, y dejando de lado a los otros dioses de los pueblos de Mesopotamia, tan desconcertantemente parecidos a Yahvé y contra los que éste tenía tan tremendos celos (Baal, Moloc, Nabú, Aserá, Bel, Milkom, Oanes, Kemos, Dagón, etc.) vamos a fijarnos en una experiencia específica y extraña exigida por Yahvé al pueblo hebreo y vamos a encontrarnos con otro pueblo (separado del pueblo hebreo por unos 10.000 kilómetros en el espacio y por unos 3.000 años en el tiempo) al que su "dios protector" le hizo pasar por la misma extraña experiencia.
Me refiero al hecho de andar errantes por muchos años antes de llegar a la "tierra prometida "y bajo el mandato específico y la dirección exacta de Yahvé".
Paralelismos entre Yahvé y el dios azteca Huitzilopochtli
"Pues bien, esta extraña aventura -que tiene que haber resultado penosísima para el pueblo judío- la vemos repetida con unos paralelos asombrosos e incomprensibles en elpueblo azteca. Según las tradiciones de este pueblo, hace aproximadamente unos 800 años que su dios Huitzilopochtli se les apareció y les dijo que tenían que abandonar la región en que habitaban y comenzar a desplazarse hacia el sur "hasta que encontrasen un lugar en el que verían un águila devorando a una serpiente".
En este lugar se asentarían y él los convertiría en un gran pueblo. La región en que por aquel entonces habitaban los aztecas estaba en lo que hoy es terreno norteamericano -probablemente entre los estados de Arizona y Utah- y por lo tanto su peregrinar hasta Tenochtitlán fue notablemente más extenso que el que a los hijos de Abraham les exigió su "protector" Yahvé. La caminata de los "Hijos de la Grulla"(como tradicionalmente se llamaba a los aztecas) fue de no menos de tres mil kilómetros y no precisamente por grandes carreteras, sino teniendo que atravesar vastos desiertos y zonas abruptas y de una densa vegetación, que ciertamente tuvieron que poner a prueba su fe en la palabra de su dios Huitzilopochtli.
-La personalidad de Yahvé era muy parecida a la de Huitzilopochtli. Ambos querían ser considerados como protectores y hasta como padres, pero eran tremendamente exigentes, implacables en sus frecuentes castigos y muy prontos a la ira.
-Ambos acompañaron "personalmente" a sus protegidos a lo largo de toda la peregrinación ayudándolos directamente a superar las muchas dificultades con que se iban encontrando en su camino.
-Yahvé los acompañaba en forma de una extraña columna de fuego y humo que lo mismo los alumbraba por la noche que les daba sombra por el día, y les señalaba el camino por donde tenían que ir, haciendo además muchos otros menesteres tan extraños y útiles como apartar las aguas del mar para que pudiesen pasar de una orilla a otra, etc. Huitzilopochtli acompañó a los aztecas en forma de un pájaro, que según la tradición era una gran águila blanca que les iba mostrando la dirección en que tenían que avanzar en su larguísima peregrinación.
-Este peregrinar en ninguno de los casos fue de días o semanas. En el caso judío, Yahvé, extrañísimamente, se dio gusto haciéndolos dar rodeos por el inhóspito desierto del Sinaí durante 40 años (cuando podían haber hecho el camino en tres meses). Huitzilopochtli fue todavía más errático y desconsiderado en su liderazgo, pues tuvo a sus protegidos vagando dos siglos aproximadamente, hasta que por fin los estableció en el lugar de la actual ciudad de México.
-Ambos pueblos fueron adoctrinados en un rito tan raro como es la circuncisión.
-Tanto Yahvé como Huitzilopochtli les exigían a sus pueblos sacrificios de sangre. Entre los hebreos esta sangre era de animales, pero entre los aztecas la sangre era frecuentemente humana (...). Yahvé, a primera vista, no llegaba a tanta barbarie, pero parece que a veces acariciaba la idea. Recordemos, si no, el abusivo sacrificio que le exigió a Abraham de su hijo Isaac (y que sólo a última hora impidió) (...).
(Y conste que no decimos nada -para no extendernos- de los auténticos ríos de sangre que el propio Yahvé causó con las continuas batallas a las que forzó durante tantos años a su pueblo. Ríos de sangre que a veces provenían exclusivamente de su pueblo escogido cuando "se encendía su ira contra ellos" cosa que sucedía con bastante frecuencia).
-Tanto Yahvé como Huitzilopochtli abandonaron de una manera inexplicable a sus respectivos pueblos cuando éstos más los necesitaban. Yahvé -que estaba bastante escondido desde hacía varios siglos- desapareció definitivamente a la llegada de los romanos a Palestina, y Huitzilopochtli hizo lo mismo cuando llegaron los españoles...
-Por supuesto, como no podía ser menos, ambos pueblos fueron instruidos detalladamente acerca de cómo habían de construir un gran templo en el lugar en donde definitivamente se instalasen.
-Por si todos estos paralelos no fuesen suficientes, nos encontramos todavía con otro, que le confieso al lector que a mí me produjo una profunda impresión cuando lo encontré ingenuamente relatado por fray Diego Durán, uno de los muchos frailes franciscanos que escribieron las crónicas de los primeros tiempos deldescubrimiento de las Américas, basados en lo que los propios indios les contaban.