Por el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov
«Cada pensamiento, cada sentimiento, alcanza en el espacio las regiones y los seres que les corresponden. Así es cómo se explican nuestras alegrías y nuestros sufrimientos. El que se deja llevar por una vida animal y grosera entra, sin querer, en relación con las entidades de las regiones inferiores, oscuras, malsanas, que empiezan a atormentarle. Para salir de estas regiones, debe introducir en él otras vibraciones: con la oración, la meditación, u otras actividades espirituales, el canto, la música, etc., tiene la posibilidad de unirse a entidades luminosas que sólo le aportarán bendiciones. Este vínculo con el mundo divino debe convertirse en vuestra primera preocupación. Por ello, durante el día, pensad en repetir a menudo esta fórmula: "Señor, que tu Santo Nombre sea bendecido por los siglos de los siglos", vuestras inquietudes y vuestros tormentos desaparecerán »
«Meditar sobre la luz es uno de los mejores ejercicios espirituales. Pero en este momento, dejad de lado todas las demás preocupaciones, concentraos en la luz como si toda vuestra vida dependiera de ello. Esta luz, podéis imaginarla coloreada, pero es preferible imaginarla blanca, porque el color blanco es la síntesis de todos los demás colores: reúne lo todopoderoso del violeta, la paz y la verdad del azul, la riqueza y el rejuvenecimiento eterno del verde, la sabiduría y el conocimiento del amarillo, la salud y el vigor del naranja, la fuerza y el dinamismo del rojo. Cuando sepáis verdaderamente concentraros en la luz, cuando la sintáis como una existencia que vibra, que palpita, en donde todo es paz y plenitud, empezaréis a percibir que también es una música, esta música cósmica denominada la música de las esferas, el canto de todo lo que existe en el universo; y al mismo tiempo respiraréis los efluvios perfumados que emanan de ella. No existe ningún trabajo tan digno y tan poderoso como el trabajo sobre la luz.»
«Escuchar como toca una orquesta o como canta una coral, podría incitar a los humanos a reflexionar sobre la armonía que debería reinar entre ellos. Desgraciadamente, este no es el caso. Incluso saliendo del concierto más extraordinario, no pensarán que tienen algo que hacer para continuar viviendo en esta armonía, esta belleza.
La desarmonía es el estado más extendido en el mundo, tan extendido, que aún en nuestros días, incluso entre las religiones y los movimientos espirituales es dónde se producen todos los enfrentamientos. No sólo unos se oponen a otros, sino que incluso en el interior de cada religión, de cada movimiento espiritual, se producen las mismas incomprensiones, los mismos conflictos.
Y el Señor se rasca la cabeza mirando el desorden que se crean en su nombre. Entonces, ¿por qué a partir de ahora no consideramos al Señor como un director de orquesta que está ahí para hacer reinar la armonía? Él es el verdadero diapasón, y cuando todos estén afinados, serán como arpas a través de las cuales el viento, el soplo divino, rozándolas, emitirán una música maravillosa.»
«Un cierto número de músicas no son aconsejables, ya que ellas pueden tener efectos nocivos e indeseables, susceptibles de perturbar un desarrollo armonioso del ser humano. Por ejemplo ellas tienen como consecuencias, desencadenar las pasiones, despertar la sensualidad o la violencia, liberar las fuerzas infernales, estimular los instintos, la animalidad y la salvajería, etc. Entre ellas se encuentran por ejemplo: el jazz, el rock, el rap, la música tecno, etc... así como las músicas intelectuales tales como las llamadas "modernas" que están faltas de melodías o que son demasiadas disonantes (son a menudo construcciones intelectuales que no tocan el corazón, que no hacen vibrar el alma). Existen también músicas que nos sumergen en las épocas del pasado, que no son las nuestras, etc...
La mejor música es la música llamada "clásica", aquella que nos han transmitido los compositores tales como Beethoven, Mozart, Haydn, Rossini, Verdi, Vivaldi, Brahams, Mendelssohn, Berlioz, Haendel, Schubert, Chopin, Gounod, Diabelli, Dvorjak, Liszt, etc... y para variar, hay también excelentes aires folklóricos (polifonías corsas, youtzes y yodels suizos, corno de los Alpes, corales, cantos del Abbe Bovet, cantos tirolés, folklore irlandés o escoses, flauta de Pan rumana, melodías para violín, cítaras, arpas y otros instrumentos folklóricos o algunas liturgias ortodoxas, etc...). Hay también cantos místicos de Peter Deunov.
Existe una gama rica y variada: de misas, de réquiem, de sinfonías, de conciertos, de valses, de danzas, de operas, de oratorios, de lieders, de cantos, etc.
El silencio es otra forma de música... él permite prolongar el ambiente armonioso, permite apreciar mejor las diversas músicas y asegurar una transición entre los diferentes movimientos.
En primavera, están también los cantos de los pájaros al amanecer el día, o en los paseos por los bosques...»
Bonitas palabras...
ResponderEliminarExquisita información Gracias
ResponderEliminarExelente
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