Subido por EmpoweredByKnowledge el 09/01/2012
El estado ontológico del Arconte es dual:
- existen como una especie alienígena independiente de la humanidad.
- existen como una presencia en nuestras mentes, más bien como un sistema de programas operando en nuestro ambiente mental.
El riesgo que suponen invadiendo nuestro software mental es mucho mayor que cualquier riesgo físico que pudieran plantear de manera irregular por irrumpir erráticamente la biosfera.
Trabajando a través de telepatía y sugestión, los Arcontes hacen la tentativa de desviarnos de nuestro curso apropiado de evolución. Su técnica más exitosa es usar la ideología religiosa para insinuar su manera de pensar y, en efecto, sustituir su forma de pensar por la nuestra.
Según los gnósticos, el salvacionismo Judeo-Cristiano es la trama primaria de los Arcontes, un implante alienígena.
Nuestra capacidad de discernir fuerzas alienígenas trabajando en nuestras mentes es crucial para la supervivencia y la co-evolución con Gaia. (Este comentario pertenece al Nivel Uno, la definición cosmológica, pero, como sucede a menudo con las enseñanzas gnósticas, elementos noéticos y cósmicos tienden a combinarse).
Reconociendo y repeliendo a los Arcontes, nosotros demandamos nuestro poder, definimos nuestras fronteras en el marco de trabajo cósmico, y establecemos nuestro propósito relativo a Gaia, la inteligencia propia del planeta.
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